jueves, 28 de diciembre de 2023

RESUMEN DE PUBLICACIONES DEL AÑO 2023

 

-Una mirada hacia el infinito. Ensayo sobre el pensamiento moderno:

https://drive.google.com/file/d/18oqSNf763Q9PLhj96Jcy_7cPefg7F1uv/view

-El problema del sueño. Colección de cuentos:

https://drive.google.com/file/d/1jXfDoyPAwDxAU0ixl8qX-_wZsvV6YT2W/view

-De Paso. Colección de narraciones, descripciones y otros escritos:

https://drive.google.com/file/d/1EOVTQYu6vTbuzi1fQObMAS6w6BaU2met/view

-Arandu ka’aty, modernidad y crisis de los fundamentos. Escritos dispersos 4:

https://bit.ly/3nmqLUb

-Del campo a la ciudad y de la ciudad al campo. Ensayo sobre los procesos sociales del Paraguay:

https://bit.ly/408UOwe

-Entre el orden y el cambio. Reflexiones sobre la sociedad y la cultura:

https://bit.ly/3vKjE8k

miércoles, 27 de diciembre de 2023

INTRODUCCIÓN A "UNA MIRADA HACIA EL INFINITO. ENSAYO SOBRE EL PENSAMIENTO MODERNO"

 

     El pensamiento moderno ha sido la base espiritual de una profunda transformación en la forma de concebir a la naturaleza, al hombre y a la sociedad. Guiado la mayoría de las veces por un afán de superar cuanto límite se interponga en su camino, sea tradición, sea divinidad, sea la naturaleza, sea el hombre mismo, el modernismo se ha hecho algo semejante a una flecha tirada hacia el cielo, o utilizando imágenes más actuales, una sonda espacial arrojada hacia la inmensidad del cosmos, mas, quedémonos con una última comparación que mejor nos satisface, por su relación con dimensiones anímicas y mentales: una mirada lanzada hacia el infinito. Y esta mirada ha buscado recorrer los espacios tanto internos como de externos del ser humano.

     ¿Qué es lo que tanto ha buscado el hombre desde el pensamiento moderno? Tal vez a sí mismo. Esta mirada de la modernidad, direccionada hacia afuera, nos ha llevado hacia un abismo, al que ahora se trata de eludir con la utopía de un mundo posthumanista.

      En cambio, la mirada del pensamiento moderno direccionada hacia adentro, que también existió, nos lleva por un camino de retorno a casa, que no tiene que ver con un paradisiaco futuro, sino con el aquí y el ahora. ¿Porqué cuesta tanto comprenderlo? ¿Acaso debido al mismo pensamiento?

     La ilustración y el romanticismo son los dos senderos principales por donde se ha desplegado el pensamiento moderno en su etapa de madurez; el desarrollo de los planteamientos ilustrados se ha embotado en una fría racionalidad formal; mientras que el romanticismo, que parecía haberse diluido en las periferias del pensamiento gracias a la arremetida del positivismo, ahora ha retomado vuelo con los planteamientos de los filósofos postmodernos. Los románticos anunciaron a los postmodernos y también, quizá ahora el romanticismo sea la medicina para un postmodernismo que ha dejado ya el auge, el esplendor y la moda, y que necesita asentarse, serenarse, sin perder el goce y el entusiasmo que dona la vida del pensamiento (Appignanesi, 1997).

 

   Hemos vuelto a utilizar nuestro modelo teórico orgánico (nacimiento, juventud, adultez y vejez), con pretensiones antes estéticas que estrictamente históricas[1]; y esto puede tener una justificación en el intento de direccionar el pensamiento por los cauces de la historia de las ideas, buscando al mismo tiempo cosechar un gozo que contribuya en la construcción de una personalidad orientada hacia el cultivo del espíritu y que este también abierta a los valores democráticos. Aquí vemos convivir entonces, en medio de una especie de teoría sustantiva, lo micro y lo macro antropológico, es decir, en intento de acceder a una experiencia estética (de acuerdo a una ética de máximos) y intento de apuntalar el pensamiento libre, que contribuya a una convivencia tolerable con nuestros semejantes en medio de un régimen democrático.

 

  Pero volvamos a nuestro objeto de estudio, el pensamiento moderno. El modernismo implica un creciente proceso de secularización, que no siempre desemboca en el optimismo hacia las capacidades humanas de eliminar el sufrimiento, como en líneas generales se plantea, pues también existen desde posiciones moderadas hasta las pesimistas.

   Y esta cuestión consideramos importante, porque el mismo pensamiento moderno trae ya las raíces de los desengaños y hastíos asomados con fuerza ya en las décadas finales del siglo XX, y que continúan en nuestro tiempo ensombrecido. Una expresión de esto lo tenemos en la escena del cuadro de Friedrich que utilizamos como portada de nuestro ensayo, en donde una de las personas que observa el paisaje de lejanías yace en el suelo con signos de mareo y náuseas. ¿Y no es esa otra de las reacciones comunes frente a la modernidad?

   Entonces, en el pensar moderno que esbozamos aquí no buscamos precisamente apuntalar una visión optimista hacia el futuro, sino más bien des-cubrir el barro mísero en el que nos encontramos, y desde el cual, a través de la experiencia estética (y no precisamente desde la razón, la ciencia o la tecnología) proyectamos la mirada hacia el infinito.

      La pregunta principal que queremos hacernos en este ensayo es: ¿En qué consiste el proceso histórico del pensamiento moderno? Y para responder a esta pregunta nos proponemos como objetivo principal exponer este proceso histórico en cuatro etapas, en concordancia con el modelo organicista al que ya aludimos, nos referimos a la etapa de niñez, juventud, madurez y vejez del pensamiento moderno.

 

    Para terminar, algunas alusiones a cuestiones formales. El criterio para agrupar a los filósofos o pensadores en cualquiera de las cuatro edades del desarrollo orgánico de la filosofía moderna es el año de nacimiento. Por ello, al inicio de cada estudio figura el nombre del filósofo e inmediatamente, entre paréntesis, los años de nacimiento y muerte (por supuesto, en caso de que ya haya fallecido).

     Luego generalmente hacemos alusión a la nacionalidad, a la corriente de pensamiento a la que pertenece el pensador, a sus influencias recibidas, a sus obras principales y luego, como una especie de cuerpo del estudio, recorremos las temáticas que más lo caracterizan en el contexto de la historia del pensamiento.



[1] Un modelo que es también un método de estudio, al que denominamos organicismo histórico-estético.

Enlace al libro completo: 

https://drive.google.com/file/d/18oqSNf763Q9PLhj96Jcy_7cPefg7F1uv/view

martes, 26 de diciembre de 2023

A CINCUENTA AÑOS DE LA MUERTE DE JACQUES MARITAIN (1882-1973)

 

     Fue un filósofo francés, uno de los principales representantes del neotomismo contemporáneo. Podríamos decir que Maritein, junto a Gabriel Marcel y Emmanuel Mounier, han sido los pensadores que más han contribuido en la actualización del pensamiento cristiano-católico.

       En ocasiones es posible adivinar en los escritos de Maritein la influencia del escritor francés Maurras (por ejemplo en “Antimoderno”). Entre sus obras cabe citar: “Arte y Escolástica” (1920), “Introducción general a la filosofía” (1920), “Théonas” (1921), “EL orden de los conceptos. Lógica menor” (1923), “Antimoderno” (1922), “Tres reformadores: Lutero, Descartes, Rousseau” (1925), “El Doctor Angélico” (1930), “Distinguir para unir. Los grados del saber“ (1932), “La Educación en la encrucijada” (1943), “De Bergson a Santo Tomás” (1944), “La intuición creadora en el arte y la poesía” (1953), “Humanismo integral” (1936).

Distinguir para unir

     Para Maritain el ser se dice de muchas formas, se muestra a través de las analogías, así, para comprender al todo es necesario comprender las partes y viceversa. Vemos aquí el afán filosófico de Maritein, frente al auge del conocimiento científico en su tiempo. Las ciencias (naturales, humanas y formales) habitan en las partes y se desenvuelven en ellas, mientras el filósofo en su recorrido de esas partes plantea  a su vez el retorno a la unidad del ser, desde donde todo encuentra su sentido.

La política

     En el ámbito de la política Maritein reclama la consideración de los valores en medio de un tiempo (la primera mitad del siglo XX) que justamente empezaba a experimentar en sus instituciones el derrumbe de los grandes ideales del pensamiento de occidente (como símbolo de ello podemos considerar que a finales del siglo XIX Nietzsche había anunciado la muerte de Dios).

      Plantea un “humanismo integral” inspirado en valores cristianos. Si Nicolás Maquiavelo había sostenido en los albores del mundo moderno la separación entre política y moral, Maritein reclama un retorno de la política hacia cuestiones éticas. Refiriéndose a la democracia, apunta que ésta no puede limitarse a meros mecanismos electorales, debe asentarse en valores como la justicia y la libertad.

Maritein y el Paraguay

     Las ideas de Maritein han contribuido a que pensadores católicos paraguayos, pertenecientes a la generación del cincuenta, como Secundino Núñez o Adriano Irala Burgos, se comprometan de lleno con las ideas democráticas, tomando así distancia del histórico acercamiento del catolicismo hacia planteamientos nacionalistas, que durante la mayor parte del siglo XX han estado conectados con posturas autoritarias.

(Extracto de "Robert León Helman. Una mirada hacia el infinito. Ensayo sobre el pensamiento moderno".

miércoles, 20 de diciembre de 2023

A NOVENTA AÑOS DE LA MUERTE DE FULGENCIO R. MORENO (1872-1933)

 

     Fue un historiador y pensador paraguayo. Nació en la ciudad de Limpio, del departamento Central; hijo de un padre argentino y una madre paraguaya, un signo de cómo se iba rearticulando la población nacional luego de la hecatombe de la guerra de 1870.

     En sus inicios, según Raúl Amaral, se embarcó en el estudio de los representantes del llamado materialismo mecanicista, como Buchner, Vogt y Maleschott, aunque también fue seducido por el positivismo de Spencer; luego, iría dejando tales posiciones para familiarizarse con las ideas de los “Discursos a la nación alemana” de Fichte, es decir, se ubicaría como un voluntarista en el orden metafísico e idealista en el orden gnoseológico.

     Fue director del Colegio Nacional de la Capital y ministro de Hacienda. En su juventud (1907) formó parte de grupo “La Colmena”, una de las fuentes sociales del modernismo literario paraguayo. De cualquier manera durante toda su vida adulta mostró simpatías por el positivista Herbert Spencer, sólo en sus últimos años revelaría su inclinación hacia el tono poético y profético del nacionalismo de Johann Fichte, con lo cual de alguna manera retomaría esa reacción al positivismo que caracterizó al modernismo literario en toda Latinoamérica.

     Entre sus publicaciones cabe resaltar: “La cuestión monetaria en el Paraguay” (1902), “Teoría del hombre nacional” (1907), “Estudio sobre la independencia del Paraguay” (1911), “Historia económica del Paraguay” (1911) y “La ciudad de Asunción” (1926).       

     En su “Teoría del hombre nacional”, expone una visión antropológica, histórica y cultural sobre tema de la nacionalidad.

(Extracto de "Robert León Helman. En pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre  la historia de las ideas en el Paraguay")

jueves, 16 de noviembre de 2023

A OCHENTA AÑOS DE LA MUERTE DE RAMÓN INDALECIO CARDOZO (1876-1943)

 

Fue un pensador y pedagogo paraguayo. Puede ser incluido dentro del grupo de estudiosos que Raúl Amaral catalogó como “novecentistas”. Recibió el influjo de pensadores como John Dewey o María Montessori. Bajo su dirección se llevó adelante la Reforma Educativa de 1922 en el Paraguay, que tuvo su incidencia hasta 1957 (Giménez, 2006). Escribió “Pestalozi y la enseñanza contemporánea“ (1904), “Pedagogía de la escuela activa”, “Mi vida de ciudadano y maestro”.

Cardozo plantea que la educación no debe orientarse sólo hacia la formación profesional de los estudiantes, sino que debe propiciar un crecimiento integral, que abarque lo físico, lo mental y lo social.

Desde la “Escuela Activa” el ideal fue “sustituir la escuela caracterizada por el cientificismo y el racionalismo enciclopedista por otra basada en la capacidad y aptitud del niño para aprender de acuerdo con sus disposiciones naturales” (Álvares Cáceres, citado en Gimenez, 2006). Es decir, haciendo algunas relaciones ajustadas, esto tenía que ver con el paso de la visión pedagógica de Cecilio Báez a la de Eligio Ayala.

De manera particular la educación debía hacer posible que el individuo se convierta en un ciudadano, capaz de participar y aportar para el sostenimiento y el mejoramiento de una sociedad democrática. Con la reforma educativa de 1922, se logró suplantar los libros de lectura de la escuela primaria, que eran argentinos, por otros que fueron escritos por paraguayos (entre ellos el mismo Cardozo), con el propósito de instaurar un nacionalismo moderado, que colabore con la construcción de una sociedad moderna y de una ciudadanía responsable.

Por supuesto, con los regímenes políticos instalados desde la segunda mitad de los años treinta del siglo pasado en el Paraguay, estos planteamientos no pudieron encontrar un suelo fértil, de todas maneras, la obra y el pensamiento de Ramón Indalecio Cardozo, pueden seguir siendo el motivo para una reflexión sobre los principios de la educación paraguaya.  

(Extracto de "Robert León Helman. En pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre la historia de las ideas en el Paraguay")

miércoles, 18 de octubre de 2023

A CINCUENTA AÑOS DE LA MUERTE DE JUAN SANTIAGO DÁVALOS (1927-1973)

 

    Fue un filósofo paraguayo. Influenciado por el pensamiento de Martin Heidegger y por el neo-marxismo, en particular Arthusser[1] (Juan Andrés Cardozo lo cataloga como un neo-hegeliano de izquierda).

    Estudió en la U.B.A., en la Universidad de Heidelberg y en la Universidad Libre de Berlín. En Alemania defendió su tesis doctoral sobre “El concepto del arte en Heidegger”.

     Falleció joven (45 años), en un accidente automovilístico, habiendo participado de la generación que dio inicio a la filosofía académica en el Paraguay.

     Siempre se lo recuerda por su ensayo “El problema de la historia del Paraguay” (1967), escrito junto a Lorenzo Livieres Banks. También escribió “Cecilio Báez como ideólogo” (1967).

       Una de las dos grandes líneas de ideas presentes en el inicio de la filosofía académica en el Paraguay se inicia con Dávalos, línea que calificamos como crítica, neo-marxista y existencialista, una dirección que continua hasta nuestros días con pensadores como Juan Andrés Cardozo, José Manuel Silvero o Cristian Andino.

 El problema de la historia del Paraguay

     Para Dávalos “el problema de la historia del Paraguay” es la “situación en la cual un ente histórico se ve enfrentado al cambio de un rumbo anterior cierto por uno nuevo e incierto” (1967/2006, p. 178). Y esta situación venía de la mano con una “crisis”, debido al paso problemática entre una sociedad tradicional a otra moderna.

      Frente a esta situación crítica se pregunta: “¿Qué han meditado los paraguayos respecto de su propia historia” (1967/2006, p. 179). Es decir, el planteamiento es doble, por una parte se propone el problema de la historia del Paraguay (el paso de lo tradicional a lo moderno) y por otra como han encarado este problema los pensadores paraguayos (en este caso los elegidos para este análisis: Natalicio, Prieto, Benítez y Cardozo). La respuesta es que en estos autores predomina un marco teórico con enfoques como el determinismo o el substancialismo naturalistas; con ello, sostiene, se deja de considerar el carácter conflictivo de la realidad social y cultural, lo que a su vez impide divisar en su justa dimensión la situación crítica en la que se encuentra el país.

       Dávalos utiliza de una manera peculiar los términos “inmanente” y “trascendente”, el primero, para referirse al determinismo y al substancialismo naturalistas propios de los pensadores paraguayos estudiados, y el segundo, para apuntar el “momento” que revela la condición del “problema de la historia del Paraguay”, marcado por la presencia del conflicto  dialéctico entre lo tradicional y lo moderno. Y precisamente, el modo “substancialista” de analizar la historia lo asocian con la tradición, mientras que el modo “dialéctico” de hacerlo lo conecta con la modernidad, es decir, Dávalos y Livieres pretenden introducir un nuevo enfoque analítico dentro del pensamiento paraguayo.

(Extracto de "Robert León Helman. En pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre la historia de las ideas en el Paraguay)

[1] Cfr. José Manuel Silvero. Cecilio Báez. 2011,  p. 69-70.

jueves, 5 de octubre de 2023

INTRODUCCIÓN A "EL PROBLEMA DEL SUEÑO. COLECCIÓN DE CUENTOS"

 

    Las posibilidades y las formas de aprender a auto-conocernos  son numerosas, y así ¿por qué no intentarlo a través de unos cuentos? Todo aprendizaje debe poseer un proceso de desaprendizaje  (León Helman, 2021a) para no embotarnos con las construcciones de nuestra personalidad. Y aprendemos Ideas y desaprendemos esquemas egoístas cuando alcanzamos una experiencia estética. Así, el arte nos libera de nuestros turbios afanes y nos conecta con una totalidad que hace rebosar nuestra alma de gozo y serenidad.

    Publicamos estos diecinueve cuentos con el afán de incitar el pensamiento, la sensibilidad y aun acaso la espiritualidad, en medio de este mundo en crisis, en donde el individuo, la especie y la sociedad están condenados a los fundamentales procesos de la muerte y la transformación.

      Los temas son variados, algunos de ellos tratan sobre un camino de desarrollo espiritual y otros sobre relatos que recrean literariamente situaciones cotidianas, ya sea en ambientes rurales o urbanos.


Enlace al libro completo:

https://drive.google.com/file/d/1jXfDoyPAwDxAU0ixl8qX-_wZsvV6YT2W/view

miércoles, 13 de septiembre de 2023

A CINCUENTA AÑOS DE LA MUERTE DE EFRÍAN CARDOZO (1906-1973)

 

     Fue un historiador y pensador paraguayo. En el campo del pensamiento paraguayo, quien marcó sus ideas fue su padre y orientador, Ramón Indalecio Cardozo. Cabe ubicar a Cardozo dentro de la generación del cuarenta, preocupada de una manera particular por la cuestión del Chaco y por la búsqueda de los principales rasgos de la identidad paraguaya. Desarrolló en las páginas del diario “La Tribuna”, aquello que algunos denominan “periodismo cultural”, algo que podemos encontrar en otros tantos pensadores paraguayos como Juan Andrés Cardozo, Luís Galeano o Domingo Rivarola, por tomar unos pocos ejemplos.

       Entre sus obras podemos citar a: “El Paraguay colonial” (1959), “Apuntes de historia cultural del Paraguay” (1985), “Historiografía paraguaya” (1959), “Breve Historia del Paraguay” (1965), entre muchas otras. En lo que hace a sus paradigmas teóricos, recibió los influjos de Arnold Toynbee y Benedetto Croce (Irala Burgos, 1985). Puede ser considerado uno de los principales estudiosos de la Guerra de la Triple Alianza en nuestro país, con numerosas investigaciones y libros sobre el tema.

       En “El Paraguay colonial”, una de sus obras más conocidas, plantea las que denomina “las raíces de la nacionalidad”, estas raíces han dado forma a la identidad paraguaya a lo largo de la historia. Estas dimensiones o raíces de la nación paraguaya son: geográficas, humanas, económicas, libertarias, católicas y heroicas. Pero aún, entre todas ellas, sostiene Cardozo, sobresalen dos, las raíces católicas y las libertarias (o “Dios y Patria” al decir de Jerónimo Irala Burgos (1985, p. 8).

(Extracto de "Robert León Helman. En pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre la historia de las ideas en el Paraguay")

miércoles, 2 de agosto de 2023

A CINCUENTA AÑOS DE LA MUERTE DE LEÓN CADOGAN (1899-1973)

 

     Fue un antropólogo e indigenista paraguayo. Entre los principales influjos de su pensamiento puede considerarse la obra del antropólogo germano-brasileño Curt Unkel Nimuendajú, estudioso de la religión y la mitología de los guaraníes del Brasil; en tal sentido, Bartomeu Meliá calificó a Cadogan como el “Nimuemdajú paraguayo” (Malinowski, 2013). Considerando que Nimuendajú asumía planteamientos del antropólogo norteamericano Robert Lowie (1883-1957), podemos plantear que el mismo Cadogan seguía (sabiéndolo o no) lineamientos teóricos boasianos (de Franz Boas), que habían significado una reacción al evolucionismo antropológico sostenido por Morgan y Taylord en el amanecer científico de la Etnología. De cualquier manera, el difusionismo boasiano, implica el intento de describir a una cultura desde fuera de ella misma, mientras que Cadogan nos habla de los guaraníes formando parte ya de su misma sociedad (ya que fue reconocido e integrado a la comunidad Mbyá del Guairá con el nombre “Tupa Kuchuvi Veve” hacia el año 1946). En tal sentido, podemos ver a Cadogan como un pensador paraguayo que ponía en cuestión las ideas sobre el desarrollo lineal de salvajismo, barbarie y civilización, tan en boga en Latinoamérica a partir de la obra del argentino Domingo Faustino Sarmiento, ideas que también fueron asimiladas por el paraguayo Cecilio Báez.

       Cadogan puede ser considerado uno de los grandes antropólogos paraguayos de la historia, y esto, a pesar de haber tenido una formación auto-didacta (al igual que Nimuendajú).

      Entre sus obras cabe citar a: “Ayvu Rapyta. Textos míticos de los Mbyá-Guaraní del Guairá” (1959), “Aves y almas de difuntos en la mitología guaraní y guayakí” (1955), “Carobeni: Apuntes de toponimia hispano-guaraní” (1959), “Cómo interpretan los Chiripá (Avá Guaraní) la danza ritual” (1959), “Concepto guaraní del alma” (1952), entre otras.

     Estudió a parcialidades indígenas de la zona del Guairá y Caaguazú, en especial a los Mbyá y los Guayakí. Podría decirse que hay un antes y un después de León Cadogan en los estudios antropológicos sobre los guaraníes, un antes representado quizá por la obra de Moisés Bertoni y un después, marcado por aquellos que siguieron, alimentaron y replantearon los descubrimientos de Cadogan.

       Izabel Malinowski (2013) cuenta que sus padres, de origen australiano, llegaron al Paraguay con el propósito de establecer una “comunidad socialista”. Quizá este dato pueda darnos algunas pistas sobre el cuál fue el clima intelectual que respiró Cadogan en sus primeros años. El niño aprendió a hablar primero el inglés y ya luego el guaraní, después, en medio de su formación escolar, se inició con el castellano y el alemán. Una formación escolar, que según la misma Malinoswski, sólo fue seguida hasta los catorce años, lo que es un dato notable sobre quien está considerado por muchos como el mayor antropólogo paraguayo de la historia.

     En 1923 empezó a tomar contacto con los guaraníes, con el propósito de aprender su lengua y sus costumbres, por mera curiosidad. En 1919 se afilió al Partido Colorado y en 1941, durante el gobierno de Higinio Morínigo, fue nombrado “jefe de investigaciones” de la ciudad de Villarrica. También en ese tiempo comenzó a trabajar como profesor de la Escuela Normal, la Escuela de Comercio y el Centro Anglo-paraguayo.

      Desde su interés por el folclore paraguayo, Cadogan empezó a preguntarse por la mitología guaraní, fue así que buscó un contacto más cercano con los indígenas, a través de la misma función social, cultural y política que cumplía en Villarrica.  De ese modo, la casa de Cadogan empezó a ser frecuentada por los indígenas y a su vez él iba realizando expediciones en medio de las comunidades de aquellos que ya se habían convertido en sus amigos.

     Cadogan fue aceptado como miembro de la comunidad Mbyá del Guairá y desde esa posición comenzó a tener acceso a los conocimientos ancestrales de los guaraníes. El eje de su investigación fueron los mitos sagrados, que fueron recopilados, traducidos, aclarados e interpretados por él mismo.

(Extracto de "Robert León Helman. En pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre la historia de las ideas en el Paraguay").

miércoles, 26 de julio de 2023

INTRODUCCIÓN A "DE PASO. COLECCIÓN DE NARRACIONES, DESCRIPCIONES Y OTROS ESCRITOS"

 

   La vida es un camino sembrado de dificultades, de carencias, de sufrimientos, de luchas, de ilusiones, de muerte. Por ello acaso debamos aprender a vivir, mientras pisamos el mísero barro de este mundo. Quizá podemos asombrarnos de que a pesar de nuestra pequeñez, de nuestra poquedad, el universo entero está ahí para nosotros, para dejarnos el regalo elemental, gratuito y pleno de la contemplación estética.

   A pesar de todos los avances científicos y tecnológicos, a pesar de todas las revoluciones políticas, de todas las conquistas sociales, a pesar de todos los goces del consumo, de la multiplicación infinita de los circuitos de la comunicación, la sed de lo trascendente permanece en el ser humano, quizá como una profunda nostalgia que nunca encuentra explicación, quizá como una alegría repentina, que todo lo transforma y lo enlaza a lo inefable.

   Estamos “de paso por la vida” (como rezaba el título de una de las obras más representativas de Alejandro Guanes[1]) y por ello no está demás, aunque sea por un momento, dejar tantos afanes y preocupaciones por la figuración social y el dinero, para recordar aquella inocencia y plenitud de la perdida niñez, y quizá entonces, ya nosotros mismos, en medio de la lobreguez de nuestra edad adulta, podamos entender que estamos de paso nomás…y ya nos vamos… 

 



[1] Poeta paraguayo (1872-1925), ubicado como exponente del romanticismo literario paraguayo y como uno de los primeros modernistas.

Enlace al ensayo completo: 

https://drive.google.com/file/d/1EOVTQYu6vTbuzi1fQObMAS6w6BaU2met/view

miércoles, 12 de julio de 2023

A VEINTE AÑOS DE LA MUERTE DE ADRIANO IRALA BURGOS (1928-2003)

 

     Fue un filósofo paraguayo. Adherido a líneas de ideas como la fenomenología personalista y el iusnaturalismo. Fue un pensador muy influenciado por los planteamientos de Tomás de Aquino, Edmund Husserl, Gabriel Marcel, Jaques Maritain, José Ortega y Gasset, así como por el personalismo cristiano en general. Entre sus temáticas centrales se encuentra el Amor, la Libertad y el Derecho.

     Según José Zanardini (2003), Adriano solía contar que su vocación filosófica floreció a los doce años, cuando llegó a sus manos la obra de José Ortega y Gasset “La rebelión de las masas”; tardó veinticuatro horas en leerla, para entonces, ya sabía a qué se dedicaría el resto de su vida.

     Irala Burgos se constituye en uno de los instauradores del periodo de normalidad filosófica[1] en el Paraguay, junto a otros maestros como Secundino Núñez, Juan Santiago Dávalos, Laureano Pelayo García o Vicente Sarubi. De 1975 son sus más conocidos trabajos como “La ideología política del Dr. Francia” y “La epistemología de la historia del Paraguay”. Estudió filosofía en la Universidad de La Plata (Argentina); se graduó de Master en Filosofía Social en la Universidad Católica de Washington (EEUU) con su trabajo “Relaciones entre la teoría y la praxis en El capital, de Karl Marx”; y Doctor en Filosofía en la Universidad de Lovaina (Bélgica) con su tesis sobre “La relación entre la teoría y la praxis en los manuscritos económico-filosóficos de 1844, de Karl Marx”.  

       Adriano fue también el fundador del Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad Católica (CEADUC) y de su revista “Suplemento Antropológico”.

a. La historia del Paraguay

     En su ensayo sobre la epistemología de la historia del Paraguay se presenta como un crítico de construcciones míticas presentes en la historia paraguaya. Tenemos aquí a un posicionamiento crítico que pretende establecer a la razón y a la ciencia frente a la mitología (entendida como instrumento de la ideología). A Irala le disgusta la vaguedad y ambigüedad asociada con los planteamientos nacionalistas[2], y en contrapartida, pretende encontrar ideas claras y distintas en el pensamiento político del Dr. Francia.

     Irala incluso utiliza la contraposición entre tradición y modernidad cuando afirma: “En el país de la tradición se refugia y se pierde el país de la modernidad”[3]. Sólo que en este caso, la modernidad es tragada por la tradición[4].

b. La ideología política del Dr. Francia

      En su obra “La ideología política del Dr. Francia”, Irala lleva adelante una especie de radiografía del pensamiento político de una de las principales figuras de la historia del Paraguay. Irala nos presenta al Dr. Francia como un pensador enormemente influenciado por Jean Jaques Rousseau. La idea de un “contrato social” que origina a un “Estado”, que a su vez se constituye en “la matriz del hombre paraguayo” es un planteamiento central en Irala. 

      A lo largo de su reflexión Irala utiliza niveles de abstracción como filosofía política, ideología política y proyecto histórico viable, que son herramientas teóricas que le permiten desplazarse desde los espacios más amplios a los más reducidos del pensamiento francista.


(Extracto de "Robert León Helman. En pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre la historia de las ideas en el Paraguay).

[1] Es decir, el periodo en el que consolida en alguna medida la filosofía dentro de la cultura paraguaya.

[2] Cfr. Adriano Irala Burgos. (2006). La epistemología de la Historia del Paraguay, p. 179.

[3] Adriano Irala Burgos. La epistemología de la historia del Paraguay. 1975, p. 180.

[4] También en los años 70 en un ensayo hecho en colaboración Dávalos y Livieres planteaban la relación tradición-modernidad, como central cuando de interpretar a la historia del Paraguay (y a su historiografía) se trataba. Véase: “El problema de la historia del Paraguay. 2006, p. 177-178.

martes, 30 de mayo de 2023

A CINCUENTA AÑOS DE LA MUERTE DE GABRIEL MARCEL (1889-1973)

 

     Fue un filósofo francés, representante de lo que se puede catalogar como un existencialismo cristiano. El calificativo de “existencialista cristiano” lo conecta directamente con las ideas del principal precursor del existencialismo: Soren Kierkegaard. Pero es necesario tener en cuenta que entre Kierkegaard y Marcel está Husserl, el padre de la fenomenología, que tuvo un peso enorme en el existencialismo. A su vez, como contemporáneo de Marcel está Heidegger, quien también tuvo su influencia en el pensamiento del primero.

     De todas maneras, es necesario apuntar que él mismo Marcel definió su pensamiento, en el prefacio a su obra “Misterio del ser”, como un neosocratismo[1].

      Entre sus obras pueden citarse: “Ser y tener”, “Diario metafísico”, “el misterio del ser”, “Posición y aproximaciones concretas del misterio ontológico”.

     Entre sus principales temáticas tratadas se encuentran las diferenciaciones entre el problema y el misterio, y entre el ser y el tener.

a. Problema y misterio

      Un problema es algo que uno puede enfrentar, ya que se presenta como un objeto frente a mí. En cambio, cuando estoy frente al misterio no hay ningún ente al que pueda identificar y abordar, y esto se asocia íntimamente con aquellos estados de ánimo de los que hablaba Heidegger: el temor y la angustia.

     Para abordar un problema puedo utilizar el pensamiento, por ello lo problemático se asocia con la cotidianeidad y con la ciencia.

     Pero en medio de la cotidianeidad puedo encontrarme con problemas que uno identifica con uno mismo, con su propia identidad, y que trata de resolverlos también mediante el pensamiento. El resultado de ello no será sino el fracaso, porque aquello que uno es esencialmente constituye un misterio, no un problema.

b. Ser y tener

     Para Marcel el hombre se relaciona con las cosas a través de la dimensión del tener, así, las cosas se convierten en útiles. Y esto podemos entenderlo también a partir de la dualidad problema-misterio. Si consideramos al mundo como un problema, lo reducimos a un objeto que puede ser utilizado, tal como lo planteó Francis Bacon al justificar a la ciencia experimental moderna; en cambio, si vemos a la naturaleza como un “misterio”, ella se nos presenta como expresión del ser, como un aliento para la contemplación antes que para la utilización.

 (Extracto de "Robert León Helman. Una mirada hacia el infinito. Ensayo sobre el pensamiento moderno").

 

 



[1] Cfr. Reale-Antíseri. Historia de la Filosofía. 210, p. 360.

jueves, 11 de mayo de 2023

INTRODUCCIÓN A “ARANDU KA’ATY, MODERNIDAD Y CRISIS DE LOS FUNDAMENTOS. ESCRITOS DISPERSOS 4”

 

     El pensamiento paraguayo se ha desarrollado a la par que el despliegue de la sociedad y de la cultura paraguaya, en tal sentido, luego de dar sus primeros pasos con el Dr. Francia en el periodo independiente, de rebrotar juvenilmente con los novecentistas después de la guerra grande, de alcanzar la madurez durante el periodo autoritario, ha desembocado en una crítica edad de vejez en donde los valores de la cultura tradicional se han disgregado.

      Lo que en este trabajo tratamos de hacer es presentar algunas temáticas centrales extraídas de una serie de escritos centrados principalmente en la sociedad, en la cultura y en el pensamiento paraguayo.

       A través de un método de investigación cualitativa e interpretativa hemos extraído las ideas centrales de “Arandu ka’aty, modernidad y crisis de los fundamentos”.

      El arandu ka’aty (sabiduría del campo) es un tipo de conocimiento empírico intensamente asociada con una actitud contemplativa. El arandu ka’aty es como el centro de la cultura seminal paraguaya, que ha ido perdiendo relevancia en la medida en que el proceso de urbanización se ha extendido en el país.

      Y precisamente, la modernidad se difundió en el Paraguay junto al proceso de urbanización. De todas maneras, hay que decir que esta modernidad paraguaya ha tenido sus peculiaridades desde que empezó a desarrollarse a finales de los años setenta del siglo XX, ha sido, como lo apunta Luis A. Galeano: parcial, tardía y conservadora.

      Con el avance del proceso de urbanización también puede observarse un resquebrajamiento de los valores de la cultura tradicional paraguaya, lo que implica para nosotros una auténtica “crisis de los fundamentos”, que termina poniendo en cuestión no solo la visión de mundo tradicional, sino también la moderna.


ÍNDICE

-Introducción…………………………………………………………….5

-Arandu ka’aty, modernidad y crisis de los fundamentos……….…7

-La sociedad, religión y moral………………………...……...……….126

-Deconstrucción de la personalidad, experiencia estética y situaciones límites………………………...…………………….....................………157

-Filosofía y pensar……………………………………………………...163


Enlace al libro 

https://bit.ly/3nmqLUb

 

miércoles, 19 de abril de 2023

A SESENTA AÑOS DE LA MUERTE DE JUSTO PASTOR BENÍTEZ (1895-1963)

 

     Fue un sociólogo, historiador y pensador paraguayo. Perteneciente a una generación de intelectuales postnovecentistas, y agrupado en la fracción liberal “cuarentista” (en la que también se encontraba Pablo Max Insfrán), grupo que en el campo de la historia dejó de lado la posición anti lopista, alentó enfoques nacionalistas[1] y propuso la atención a la “cuestión social”. En esta perspectiva podríamos decir que el grupo tiene como a un precursor al novecentista Eligio Ayala.

     Entre sus obras cabe citar: “La vida solitaria del doctor José Gaspar de Francia”, “Carlos Antonio López”, “El solar guaraní” y “Formación social del pueblo paraguayo” (1955), “Sociología nacional” (1955) y “Sociología paraguaya” (1961).

       En el campo de las ciencias sociales, se puede plantear que Justo Pastos Benítez fue un exponente de aquello que algunos llaman “sociología de cátedra”, para diferenciarla de una sociología más empírica, que estaría ya relacionada con el C.P.E.S. y con la “Revista Paraguaya de Sociología”.  Junto a Justo Prieto e Hipólito Sanchez Quell, representó al Paraguay dentro de las primeras redes internacionales de Sociología en Latinoamérica, durante los años cincuenta (organizadas por la Asociación Latinoamericana de Sociología, ALAS, fundada en 1950). Por supuesto, esto tiene que ver con planteamientos un tanto polémicos dentro de la historia del pensamiento paraguayo, en los que aquí no pretendemos entrar.

(Extracto de "Robert León Helman. En pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre la historia de las ideas en el Paraguay"). 



[1] Cfr. Ibíd, p. 59.

miércoles, 22 de marzo de 2023

INTRODUCCIÓN A "DEL CAMPO A LA CIUDAD Y DE LA CIUDAD AL CAMPO. ENSAYO SOBRE LOS PROCESOS SOCIALES DEL PARAGUAY"

 

   El Paraguay pasó de ser en sus orígenes una sociedad agraria, a ser ya en nuestros tiempos otra preponderantemente urbana, situación que viene aparejada con una transformación de la visión de mundo del paraguayo[1], que sin dejar de ser un hombre de costumbres agrarias, comienza a pensar, a sentir y actuar como urbano. Y esto implica cambios a nivel político, económico, social y cultural.

     Se han dado varias denominaciones a este pasaje de lo rural a lo urbano, por ejemplo, José N. Morínigo habla de sociedades de “desarrollo dual”, Luis Galeano habla de “sociedad dislocada” y  Vicente Sarubbi Zaldivar apunta a la coexistencia de tres formas de sociedad (segmentaria, estratificada y diferenciada) basándose en ideas de Niklas Luhmann.

   La modernidad constituyó en occidente todo un proceso de crisis que significó el paso de una sociedad eminentemente agraria a otra de tipo urbana. Uno de los principales factores que intensificó esta transformación fue el desarrollo industrial.

   En el Paraguay la modernidad tuvo sus propias peculiaridades, fue parcial, conservadora y tardía[2]. Y vino asociada con características propias, por ejemplo, la masiva migración de los habitantes del campo hacia las ciudades no se canalizó mayoritariamente hacia el sector industrial, sino hacia el sector terciario (comercio y servicios) pero de un tipo informal y precario.  

   En las ciudades a grandes rasgos se deja de confiar ya en la divinidad, en los santos y en los milagros, para apostar por la acción transformadora del hombre, que a través de la racionalidad puede llegar al desarrollo de sus sociedades y culturas.

   Pero ciertamente, en el Paraguay no se da un quiebre radical entre visión tradicional y visión moderna del mundo, antes bien, la cultural agraria pervive en las ciudades (por ejemplo el guaraní sigue siendo usado en algunos ámbitos urbanos y la religiosidad popular sigue teniendo adherentes) mientras la cultura moderna penetra los espacios rurales, en particular a través de los medios de comunicación, la migración, y aun por procesos educativos. De ahí que podamos hacernos la pregunta de cuáles son las características propias de estos dos escenarios, de modo a comprender mejor el proceso de cambio social y cultural que se dio, se está dando y ser dará en el Paraguay. 

 

     Un problema constante cuando reflexionamos sobre el Paraguay es el de la identidad[3]. Las identidades se articulan como narrativas. Y estas narrativas a su vez se conforman históricamente. El proceso social paraguayo (tema de este ensayo), que muestra un paso del campo hacia la ciudad, se muestra también históricamente, de ahí que nuestro estudio pueda articularse con la reflexión y la búsqueda constante de una imagen de lo que significa ser paraguayo. En tal sentido podríamos hacernos la pregunta: ¿cuál es la identidad del paraguayo que se desprende a partir del proceso social paraguayo? Y una segunda pregunta: ¿En qué sentido es posible un retorno de la ciudad hacia el campo?

   Lo que en este ensayo trataremos de hacer es esbozar los escenarios de esta transformación cultural que se da con este paso del campo a la ciudad, y que se viene gestando desde los mismos inicios de la historia paraguaya, hasta los críticos momentos que hoy nos toca experimentar. Y por otra parte buscaremos plantear las implicancias de algunas formas de retorno al campo.

    Para ello primero estudiaremos algunos caracteres de los que podemos considerar los tres principales tipos de sociedad: la agraria, la moderna y la postmoderna (o ultramoderna o postindustrial). En segundo lugar estudiaremos las distintas variaciones que se han dado en el escenario rural a lo largo de la historia del Paraguay; y en tercer lugar haremos lo mismo pero en relación con el escenario urbano.

 

 

 



[1] Cuando escribimos “visión de mundo del paraguayo” nos referimos a una que al inicio se asocia con la “cultura seminal” del Paraguay, que no es otra sino la cultura agraria.

     En relación con el término “seminal”, podemos considerar que  San Agustín hablaba de unas “razones seminales”, que son distintas a las Ideas (situadas para el mismo autor en la mente de Dios), que son creadas y que se despliegan en las cosas particulares en el tiempo y en el espacio (Cfr. Julius Weinberg. (1998). Breve historia de la filosofía medieval). Para más ideas véanse nuestros ensayos “La Idea del Paraguay” (2022) y “Elogio a la vida del campo” (2021).

[2] Cfr. Luis A. Galeano. (2016). Modernización conservadora, tardía y parcial.

[3] Cuando abordamos un problema como la identidad también nos conectamos con problemas pertenecientes a la filosofía, como los propios de la Antropología Filosófica, pues nos preguntamos ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos?


Índice:

Introducción…………………………………………………………7

1. Sociedades agrarias y sociedades urbanas…………………...11

2. El proceso agrario paraguayo…………………………………31

3. El proceso urbano paraguayo………………………………....42

3.1. El urbanismo y la modernidad conservadora…. ………….44

3.2. El urbanismo en el mundo globalizado…………………….49

Conclusiones……………………………………………………….52

Glosario……………………………………………………………..54

Bibliografía…………………………………………………………56

 

 Enlace al ensayo completo:

https://bit.ly/408UOwe