El Paraguay pasó de ser en sus orígenes una
sociedad agraria, a ser ya en nuestros tiempos otra preponderantemente urbana,
situación que viene aparejada con una transformación de la visión de mundo del
paraguayo[1],
que sin dejar de ser un hombre de costumbres agrarias, comienza a pensar, a
sentir y actuar como urbano. Y esto implica cambios a nivel político,
económico, social y cultural.
Se han dado varias denominaciones a este
pasaje de lo rural a lo urbano, por ejemplo, José N. Morínigo habla de
sociedades de “desarrollo dual”, Luis Galeano habla de “sociedad dislocada”
y Vicente Sarubbi Zaldivar apunta a la
coexistencia de tres formas de sociedad (segmentaria, estratificada y diferenciada)
basándose en ideas de Niklas Luhmann.
La modernidad constituyó en occidente todo
un proceso de crisis que significó el paso de una sociedad eminentemente
agraria a otra de tipo urbana. Uno de los principales factores que intensificó
esta transformación fue el desarrollo industrial.
En el
Paraguay la modernidad tuvo sus propias peculiaridades, fue parcial,
conservadora y tardía[2].
Y vino asociada con características propias, por ejemplo, la masiva migración
de los habitantes del campo hacia las ciudades no se canalizó mayoritariamente
hacia el sector industrial, sino hacia el sector terciario (comercio y
servicios) pero de un tipo informal y precario.
En las ciudades a grandes rasgos se deja de
confiar ya en la divinidad, en los santos y en los milagros, para apostar por
la acción transformadora del hombre, que a través de la racionalidad puede
llegar al desarrollo de sus sociedades y culturas.
Pero ciertamente, en el Paraguay no se da un
quiebre radical entre visión tradicional y visión moderna del mundo, antes
bien, la cultural agraria pervive en las ciudades (por ejemplo el guaraní sigue
siendo usado en algunos ámbitos urbanos y la religiosidad popular sigue
teniendo adherentes) mientras la cultura moderna penetra los espacios rurales,
en particular a través de los medios de comunicación, la migración, y aun por
procesos educativos. De ahí que podamos hacernos la pregunta de cuáles son las
características propias de estos dos escenarios, de modo a comprender mejor el
proceso de cambio social y cultural que se dio, se está dando y ser dará en el
Paraguay.
Un problema constante cuando reflexionamos
sobre el Paraguay es el de la identidad[3].
Las identidades se articulan como narrativas. Y estas narrativas a su vez se
conforman históricamente. El proceso social paraguayo (tema de este ensayo),
que muestra un paso del campo hacia la ciudad, se muestra también
históricamente, de ahí que nuestro estudio pueda articularse con la reflexión y
la búsqueda constante de una imagen de lo que significa ser paraguayo. En tal
sentido podríamos hacernos la pregunta: ¿cuál es la identidad del paraguayo que
se desprende a partir del proceso social paraguayo? Y una segunda pregunta: ¿En
qué sentido es posible un retorno de la ciudad hacia el campo?
Lo que en este ensayo trataremos de hacer es
esbozar los escenarios de esta
transformación cultural que se da con este paso del campo a la ciudad, y que
se viene gestando desde los mismos inicios de la historia paraguaya, hasta los
críticos momentos que hoy nos toca experimentar. Y por otra parte buscaremos plantear
las implicancias de algunas formas de retorno al campo.
Para ello primero estudiaremos algunos
caracteres de los que podemos considerar los tres principales tipos de
sociedad: la agraria, la moderna y la postmoderna (o ultramoderna o
postindustrial). En segundo lugar estudiaremos las distintas variaciones que se
han dado en el escenario rural a lo largo de la historia del Paraguay; y en
tercer lugar haremos lo mismo pero en relación con el escenario urbano.
[1] Cuando
escribimos “visión de mundo del paraguayo” nos referimos a una que al inicio se
asocia con la “cultura seminal” del Paraguay, que no es otra sino la cultura
agraria.
En relación con el término “seminal”,
podemos considerar que San Agustín
hablaba de unas “razones seminales”, que son distintas a las Ideas (situadas
para el mismo autor en la mente de Dios), que son creadas y que se despliegan
en las cosas particulares en el tiempo y en el espacio (Cfr. Julius Weinberg. (1998).
Breve historia de la filosofía medieval). Para más ideas véanse nuestros
ensayos “La Idea del Paraguay” (2022) y “Elogio a la vida del campo” (2021).
[2] Cfr.
Luis A. Galeano. (2016). Modernización conservadora, tardía y parcial.
[3] Cuando abordamos un problema como la identidad también nos conectamos
con problemas pertenecientes a la filosofía, como los propios de la
Antropología Filosófica, pues nos preguntamos ¿Quiénes somos? ¿De dónde
venimos? ¿Hacia dónde vamos?
Índice:
Introducción…………………………………………………………7
1.
Sociedades agrarias y sociedades urbanas…………………...11
2.
El proceso agrario paraguayo…………………………………31
3.
El proceso urbano paraguayo………………………………....42
3.1.
El urbanismo y la modernidad conservadora…. ………….44
3.2.
El urbanismo en el mundo globalizado…………………….49
Conclusiones……………………………………………………….52
Glosario……………………………………………………………..54
Bibliografía…………………………………………………………56
Enlace al ensayo completo:
https://bit.ly/408UOwe
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