lunes, 5 de agosto de 2013

ALGUNAS NORMAS FUNDAMENTALES DE SALUD


 Las normas de conducta constituyen guías que ayudan a transitar sin demasiados sobresaltos los dificultosos caminos de la vida. Ellas se basan en valores, especies de arquetipos que en conjunto expresan determinadas visiones de mundo. Así, las normas de salud que presentaremos a continuación se asientan en algunos valores de la medicina natural,  que se articulan en una particular cosmovisión integradora y estética.  La crisis de valores reinante nos permiten cambiar nuestros paradigmas de vida como se cambian las prendas de vestir, por ello toda visión de salud puede ser considerada, aunque no se ajuste a los cánones predominantes en nuestra putrefacta sociedad.

 

a. Respirar aire puro

 

El aire puro es el primer alimento, pero también la primera medicina para cualquier tipo de malestar, sea físico o espiritual. Es recomendable salir por lo menos una vez al mes hacia el campo, ascender cerros, recorrer valles, incursionar por los bosques, y si no es posible, por lo menos caminar por alguna plaza urbana, o al costado del mar, de un río o un arroyo. Siempre debe respirarse por la nariz y no por la boca, pues sólo a través de aquel conducto entra el aire purificado. Es muy provechoso respirar profundamente al amanecer, en el patio si es que se vive en las ciudades, o mucho mejor a campo libre.

   Es recomendable que la piel este en lo posible en un contacto directo con el aire, de modo a mantener siempre activas sus funciones purificadoras, nutritivas y reguladoras. Así, se puede sostener que la piel como un tercer pulmón y un tercer riñón.

   Las viejas costumbres de dormir afuera en los días de calor, o con las ventanas abiertas, han disminuido debido a la inseguridad que se instalado tanto en la ciudad como en el campo, pero de todas maneras no deja de ser recomendable para mejorar la vitalidad y elevar el estado de ánimo.

 

b. Preferir siempre como bebida agua natural

 

El agua purifica por fuera, pero principalmente, por dentro del cuerpo. Basta con considerar que entre el setenta al ochenta por ciento de nuestro cuerpo está compuesto de agua, para comprender la importancia de beber este vital líquido la cantidad que nuestro organismo requiere diariamente (es recomendable un mínimo de tres litros diarios).

  Cuando se tienen indigestiones la mejor manera de calmarlas es tomando pequeños sorbos de agua. Cuando una persona se siente muy agitada, la mejor manera de calmarla es dándole un vaso de agua.

   Los más afamados naturistas empíricos (Vicente Priessnitz, Sebastian Kneipp, Luis Kuhne) se han destacado por haber desarrollado el método de la hidroterapia, que se basa fundamentalmente en la polaridad frio-calor.

 

c. Realizar periódicamente ejercicios físicos

 

Los ejercicios físicos contribuyen a buena circulación sanguínea, que reditúa en una buena digestión y en un mejor funcionamiento de la mente.

 Los yoguis hindúes comprendieron la fuerte implicancia del factor físico en el logro de la iluminación espiritual, lo que se refleja en las numerosas posiciones corporales y ejercicios respiratorios que idearon metódicamente. 

 

d. Llevar una alimentación sana

 

En la corriente médica naturista se considera como una temática fundamental la alimentación natural, basada en el famoso lema hipocrático que reza: “que tu alimento sea tu medicina, que tu medicina sea tu alimento”.

   Sin embargo, podemos plantear que si el mejor alimento no es bien digerido, antes que una provechosa nutrición producirá una desagradable intoxicación.

 

e. Cultivar la limpieza

 

El agua es de suma importancia para limpieza tanto del interior como del exterior del cuerpo; a través de la bebida natural en el primer caso, y a través del baño en el segundo. A su vez, es necesario mantener siempre limpio nuestros hogares y lugares de trabajo o estudio. Lamentablemente, al vivir en las ciudades debemos tolerar muchas veces la polución ambiental y los ruidos molestos.

   La limpieza del interior del organismo depende del normal funcionamiento de los intestinos, los riñones y la piel. Cuando cualquiera de estas vías purificadoras encuentra obstrucciones comienzan los procesos de purificación alternativos, que se concretan en lo que normalmente se llaman enfermedades agudas. 

 

f. Tratar de mantener la sobriedad

 

La sobriedad a la que aludimos consiste en comer poco, bien masticado y a hora. El exceso de comida produce malas digestiones, que se traducen en intoxicaciones antes que en una provechosa nutrición.

   Es recomendable sentarse a la mesa con buen ánimo, libre de preocupaciones y resentimientos, pero que difícil se puede hacer esto en medio de nuestras ciudades agitadas por el deseo consumista y la inquietud constante.

   Tres comidas bastan para el adulto, lo que en ocasiones parece mucho pedir, en medio de un mundo que nos pide un estomagó mecanizado para asimilar toda la comida chatarra que se nos ofrece.

 

g. Evitar los desbordes de los estados afectivos.

 

Los afectos (emociones, sentimientos, pasiones) tienen una fuerte influencia en el sistema neuro-endócrino, a través del cual expande sus efectos a todo el organismo, propiciando las llamadas enfermedades “psico-somáticas”, tan en boga en las grandes ciudades del mundo. A partir de esto podemos entender la necesidad de mantener nuestro estado ánimo en un nivel mesurado, evitando discusiones innecesarias o afanes desmedidos.   




 
 
(Extracto de “El médico del campo. Ensayo de medicina natural”)



No hay comentarios: