martes, 16 de julio de 2013

SOBRE LAS POSIBILIDADES DE UN CAMBIO PARADIGMÁTICO


La crisis de los fundamentos nos lleva directamente a la reflexión sobre las posibilidades de que se concrete plenamente un cambio paradigmático. Tal vez a un nivel social esto constituiría para nosotros una especie de utopía, desde el momento en que consideramos que la vivencia plena del paradigma de complejidad implica un cambio radical en la naturaleza del sujeto, que deja su condición íntegra y fundante, para hacerse “débil”. Así, de lo anterior podemos comprender que asumir vivencialmente el paradigma de complejidad nos abriría a una visión estética del mundo, del hombre, y de la sociedad.

   Esto, insistiendo en el tema, no puede ser propuesto a un nivel social debido a las limitaciones y condicionamientos de variada gama a las que desde siempre se halla sometida la inmensa mayoría de los seres humanos. A las masas no les basta la vivencia meramente estética de los arquetipos, necesitan que ellos se concreten en ideologías para que los guíen y conforten  en medio de la vida cotidiana.   

   Esto de hecho va a contramano con la tendencia relajada y despreocupada de un mundo consumista, que se muestra reacio a los llamados a la disciplina y al sacrificio. Pero el intento de establecer las condiciones interiores para que la experiencia estética advenga, no implica el anuncio de una nueva verdad, antes bien, la confirmación de la nada que  sustenta a lo que conocemos y hacemos. Así, el desierto espiritual y la sociedad putrefacta no anulan nuestras posibilidades anímicas, las estimulan en formas renovadas.

   En el ámbito social nos queda entonces la opción de dar “un paso más” en la búsqueda de lograr una  sociedad en donde podamos vivir lo más tolerablemente posible, a través del cultivo de una postura ideológica debilitada ( la democracia)  que nos permita manejar estratégicamente problemas como los conflictos bélicos internacionales o  la creciente degradación ambiental.

Extracto de “En torno a un mundo gris. Ensayo de filosofía social”.

 



[1] Ver capitulo 6

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