miércoles, 28 de diciembre de 2022

RESUMEN DE PUBLICACIONES DEL AÑO 2022

 

Escritos:

Enero del 2022

-El grito del mundo. Cosecha de pensamientos. Libro 2.

https://drive.google.com/file/d/13EK-vjm5h4HKLsOrE1vnokARxR22BR9D/view?usp=sharing

https://bit.ly/3C5MbcH

Febrero del 2022

-Acompañar a la vida. Cosecha de pensamientos. Libro 11.

https://drive.google.com/file/d/13vM4VS82u_6khLMWVaZpbJLT4ypAVqMM/view?usp=sharing

Marzo del 2022

-Valores y pestilencia. Escritos dispersos 2.

https://drive.google.com/file/d/1Nyy5f8s74jQuPowQd5yq_RrM7RxD93Pm/view?usp=sharing

Abril del 2022

-Sobre cerdos, perros, vómito y barro. Escritos dispersos 1.

https://drive.google.com/file/d/1sun4TO-D1EG-xVjjRmmBQ_NaGqVzWDEe/view?usp=sharing

Mayo del 2022

-En torno a un mundo gris. Ensayo de filosofía social

https://drive.google.com/file/d/1cON2RsAlwD0EHVRyhI8DXFloj9KXzjVf/view?usp=sharing

Junio del 2022

-La Idea del Paraguay. Hacia una visión estética de la cultura paraguaya.

https://drive.google.com/file/d/1BsSxU2PBY9xzD2HorkKIEjG7Ja3isaXZ/view?usp=sharing

https://bit.ly/3DMH8O7

Julio del 2022

-Jesús de Nazaret. Médico y maestro.

https://drive.google.com/file/d/1beCGuQKjq-K-RTDYDtBN1dgoXcFykGeb/view

Agosto del 2022

-En pos de una utopía. Ensayo sobre el pensamiento socialista

https://drive.google.com/file/d/1bXshNTi-yXH1-Vc1GnRnLQ0StMPoeUxN/view?fbclid=IwAR0aTJ68En5JjF1ptLiX6PZhXnVroCCTCt8OdUaEh1ZWGHjUlytHJZjwpb4

Septiembre del 2022

-La Auto-observación. Hacia una de-construcción de la personalidad.

https://drive.google.com/file/d/1B-i9YTE47rPChE5osucwQQ-UuV4tqccu/view

https://bit.ly/3YG73k1

Octubre del 2022

-El auto-trabajo. Hacia una construcción de la personalidad:

https://drive.google.com/file/d/1yn5YFFFMDwJ_H31qAlwaDCooj8_u-JW1/view

https://bit.ly/3fDDUnv

Noviembre del 2022

-En busca de un mundo más tolerable. Ensayo sobre ética social.

https://drive.google.com/file/d/1MsKayNMcIBt2ikyaSIfbJeGpSsKi141p/view

https://bit.ly/3fpUo32

Diciembre del 2022.

-Bosque, rancho y lejanía. Análisis descriptivo e interpretativo de composiciones musicales.

https://drive.google.com/file/d/1r2bCn6PeJcISZn0bXZTBp-Bd0qH23tGj/view

https://bit.ly/3HoZacu

 

 

martes, 27 de diciembre de 2022

A OCHENTA AÑOS DE LA MUERTE DE FRANZ BOAS (1858-1942)

 

     Fue un antropólogo norteamericano. Dividió la Antropología en cuatro campos: la antropología cultural, la física, la arqueológica y la lingüística.

     Encabezó el enfoque antropológico denominado “particularismo histórico”. Este enfoque viene a su vez de la mano con una apuesta por el “relativismo cultural”, que significa que no existen culturas superiores ni inferiores, sino sencillamente existen culturas distintas, aunque también puedan existir similitudes. Esta postura venía a enfrentarse a planteamientos evolucionistas dentro de la antropología cultural, como las de los positivistas y los marxistas.

     En lo que hace a las técnicas de investigación, los seguidores del particularismo histórico plantearon la necesidad de hacer estudios de campo (en especial a través la observación participante) para encontrar las diferencias y semejanzas existentes entre las culturas. Esto a su vez venía a contrastar con los amplios desarrollados teóricos llevados adelantes por los primeros antropólogos adheridos al paradigma evolucionista.

 (Extracto de "Robert León Helman. Entre la revolución y el control. Ensayo sobre el desarrollo orgánico de las Ciencias Humanas")

miércoles, 14 de diciembre de 2022

INTRODUCCIÓN A "BOSQUE, RANCHO Y LEJANÍA. ANÁLISIS DESCRIPTIVO E INTERPRETATIVO DE COMPOSICIONES MUSICALES"

 

   Los principales objetivos de nuestros escritos son la producción de conocimientos, la construcción de identidades (tanto colectivas como personales) y el cultivo del goce estético. En tal sentido, las composiciones musicales que aquí presentamos también se han desprendido de estos afanes.

     Con el transcurrir del tiempo estas composiciones musicales se han convertido en un medio artístico para intuir los principales planteamientos que hemos hecho en referencia a la cultura paraguaya (por ejemplo, ideas sobre el arandu ka’aty o sobre “la muerte de Dios” en Paraguay), planteamientos que han terminado articulándose con las ideas centrales que se despliegan en todos nuestros escritos.

 

   Entre todas las canciones podemos notar una dualidad que las caracteriza: unas que muestran motivos de la cultura agraria y otras de la cultura urbana. Estas variantes constituyen como dos mundos musicales que establecen por cada lado ilaciones de temas que en algún punto se encuentran para formar una totalidad compleja[1].

 

     Con estos escritos se busca invitar a la recreación del mundo, a intuir lo inefable del Ser y a pensar estéticamente la sociedad, la naturaleza y nuestra vida interior  (en términos de Simmel, cultivar la cultura subjetiva). Y esto puede ser un camino para liberar espacios de serenidad en medio del ajetreo del mundo cotidiano (dominado por la cultura objetiva), que nos muestra una “realidad” que no tiene fundamentos sólidos y que persiste sólo por su poder hipnótico y seductivo, como si ella fuera la única visión de mundo posible. 

 

a. Símbolos recurrentes

     El rancho[2] simboliza a la nada, en donde se resguarda el alma[3] (el sujeto puro e involuntario en términos de Schopenhauer). El entorno de campos, bosques y paisajes simboliza al objeto de la experiencia estética, las Ideas. Mientras que los caminitos de arena[4] (los tape po’i) representan a una ética personal (ética de máximos) orientada hacia lo trascendente.

     El viaje hacia el campo es un camino de retorno, ya que el Paraguay se ha hecho una sociedad predominantemente urbana, y a través del proceso de socialización los valores y las pautas de comportamiento urbanas han sido intro-yectados en los individuos.

     Por ello el viaje  de la ciudad hacia el campo implica también un proceso de deconstrucción de la personalidad. Estos valores y pautas urbanas están simbolizadas con imágenes como el perro sarnoso[5] o el mendigo[6]. La situación de nihilismo o de muerte de Dios que toman tintes patéticos en la ciudad[7], cuando son trasladados al contexto campestre adquiere una tonalidad estética (ya dijimos que el rancho simboliza a la nada).

 

 b. Cuestiones autobiográficas

   En un marco auto-biográfico, la mayoría de estas composiciones se han originado primero musicalmente, buscando concretar melódicamente visiones estéticas que nos han llenado de intensidades afectivas, en especial aquellas que recrearan al pensamiento y a la  espiritualidad. En la mayoría de los casos son composiciones nacidas en la primera y sgunda juventud (18 a 30 años), por lo cual se revela en ellas la preponderancia de la intuición sobre el razonamiento, una relación que con el tiempo tenderá hacia el equilibrio.

   Las principales influencias que hemos recibido en la formación de nuestro estilo musical han sido varias, entre ellas podemos identificar a las de Alfredo Zitarrosa,  José Larralde, Silvio Rodríguez, los Chalchaleros o Vocal Dos.

 

c. Agrupamientos

   Es posible agrupar algunas composiciones en orden a su temática:

-Canciones de tinte patético y urbano: Metáfora de un día gris (canción número 3), La loca (21), Perro Sarnoso (24), Ciudad (30), Vivir, pensar, morir (41), Tiempo marchito (42).

-Canciones de tinte existencial: La eterna borrachera (1), En la ocasión (2), Hijos de abismo (5), Marinero (7), Salto al abismo (9), La voz de un anciano (11), Caminando con el tiempo (12), El juego del mundo (13), La cosa misteriosa (22).

-Temas agrario-existenciales: Del ayer mojón (8), Cañaverales (10), En el rancho (23), Rancho viejo (37), Caminando tierra adentro (43).

-Canciones varias con motivos agrarios: Sólo en ti campo (4), Montes lejanos (6), Rancho desolado (14), Repetir tu nombre  (16), Grito agreste (19), Tarde campesina (25), Va por los campos (32).

-Guaranias con motivos agrarios: Rancho desolado (14), 14 de Mayo (33), Pueblito de Ava’i (34), Quisiera volver (35), Cocotero (36), , Recuerdos de Rincón (44).

-Temas varios: Tu cara de niña (15), Está el profesor (40).

 



[1] Aludimos a la idea de complejidad expuesta por Edgar Morin.

[2] Canción nro. 34 y 35.

[3] Nro. 35.

[4] Nro. 35, 39, 43.

[5] Nro. 24.

[6] Nro. 3

[7] Nro. 27, 30, 41.

Índice

Resumen……………………………………………………………..3

Introducción………………………………………………………....7

1. La eterna borrachera…..………………………………………..11

2. En la ocasión…………………………………………………….14

3. Metáfora de un día gris……………………………………...…16

4. Sólo en ti campo…………………………………………….......18

5. Hijos de abismo…………………………………………………20

6. Montes lejanos…………………………………………………..25

7. Marinero…………………………………………………………26

8. Habla el bosque……..………………………………………..…27

9. Salto al abismo…………………………………………………..28

10. Cañaverales…………………………………………………….30

11. El fin del tiempo……………………………………………….34

12. Observando siempre al tiempo……………...……………….35

13. El juego del mundo……………………………………………37

14. Rancho desolado………………………………………………39

15. Tu cara de niña………………………………………………...43

16. Repetir tu nombre……………………………………………..44

17. Angustiante…………………………………………………….45

18. La voz de tu silencio…………………………………………..50

19. Grito agreste……………………………………………………51

20. Sin esperar…………………………………………….………..55

21. La loca…………………………………………………………..56

22. Partiré junto al amanecer……………………………………..57

23. Seré rico en el rancho……………………………………….....59

24. Perro sarnoso…………………………………………………..64

25. Tarde campesina………………………………………………67

26. La pregunta es por la vida……………………………………69

27. Dónde ver morir a Dios………………………………………70

28. Villarrica………………………………………………………..72

29. Toma tus muertos……………………………………………..74

30. Ciudad………………………………………………………….77

31. Entre árboles floridos……………..…………………………..79

32. Voy por los campos……….…………………………………..82

33. Colonia 14 de Mayo……………………...……………………84

34. Quisiera volver………………………………………...……....91

35. Pueblito de Aba’i………………………………………………96

36. Cocotero………………………………………………………..98

37. Rancho viejo…………………………………………………  101

38. Villarrica al pasar…………………………………….............103

39. Paraguay eterno………………….…………………………...104

40. Está el profesor……………………………………………….105

41. Vivir, pensar, morir…………………………………………..106

42. Tiempo marchito……………………………………………..107

43. Caminando tierra adentro…………………………………..114

44. Recuerdos de Rincón………………………………………...116

Epílogo………...………………………………………………..…120

 

Enlace al libro completo:

https://bit.ly/3HoZacu

viernes, 25 de noviembre de 2022

A DIEZ AÑOS DE LA MUERTE DE ROGER GARAUDY (1913-2012)

 

    Fue un filósofo francés. Puede ser identificado como un exponente del revisionismo marxista. Recibió fuertes influencias de Marx pero también del pensamiento cristiano, en particular de Kierkeggard. De alguna manera en sus reflexiones se trata de conjugar valores cristianos con el marxismo.

     Garaudy plantea la existencia de un “marxismo muerto”, propia de la ortodoxia de los partidos comunistas (en especial el soviético de su tiempo) y un marxismo vivo, propio de un pensamiento que se alimenta de la realidad social del presente, correspondiente a cada país en particular.

     Garaudy habló de cuatro formas de socialismo: el ruso, el chino, el checoslovaco y el francés; estas dos últimas como expresiones de lo que se podría llamar “social-democracia”.

   Una de las principales cuestiones de las ideas de Marx era la forma en que se lograría el derrocamiento del capitalismo y el direccionamiento hacia el comunismo. Uno de los caminos planteados fue el de la revolución violenta, puesto que era prácticamente imposible pensar que los burgueses cedieran pacíficamente el poder. En cambio, Garaudy busca algo más elemental con el término revolución: “Para un marxista, lo que define la revolución no es la violencia, sino la transformación de las relaciones de producción”[1].

 (Extracto de "Robert León Helman. Una mirada hacia el infinito. Ensayo sobre el pensamiento moderno").



[1] Teófilo Urdanoz. Historia de la filosofía. BAC, Madrid, T. 8, 1998, p. 77.

viernes, 11 de noviembre de 2022

INTRODUCCIÓN A "EN BUSCA DE UN MUNDO MÁS TOLERABLE. ENSAYO DE ÉTICA SOCIAL"

 

     En la portada de nuestro ensayo podemos observar una pintura de Pieter Broeghel el Viejo, que recrea la mítica imagen bíblica de la torre de Babel, en donde la divinidad dispersó a la humanidad al darles diferentes lenguas, y por ende, diferentes culturas y códigos para el entendimiento. Una situación que se asemeja a la que tenemos en nuestras sociedades, en donde a pesar de la predominancia de la cultura occidental, debemos encontrar acuerdos entre interlocutores con distintos proyectos de vida o visiones de mundo. Y son de situaciones como ésta de donde surge la necesidad de reflexionar y plantear una ética social que nos permita hacer de la convivencia una experiencia más tolerable, comprensiva y útil.

    Con esta ética viene ligada la necesidad de cultivar identidades comunitarias, nacionales[1], regionales y finalmente una identidad humana, ya que podemos decir que se da un flujo recursivo entre el cultivo de la identidad (o de las identidades[2]) y la ética (sea personal o cultural).

 

     En este ensayo nos ocuparemos sobre cuestiones relativas a la ética social, la democracia y la crítica, y de ahí partiremos para entablar la búsqueda de direcciones que nos permitan acercarnos a una sociedad más tolerable, lo que implica, que en la medida de lo posible se establezcan mejores condiciones “públicas” para las apuestas  éticas “privadas”[3].

   Aparte de ello, las grandes situaciones de crisis que se ciernen sobre la humanidad nos hacen parar frente a ellas (en particular a través de las reformas), ya que constituyen amenazas  para la misma supervivencia de la especie. Estas situaciones de crisis son: la degradación ambiental, los conflictos sociales (que tiene a las guerras y a la pobreza como a sus peores expresiones) y la desintegración moral del individuo.

     De todas maneras, la forma de evitar que los acuerdos a que se llegan se escleroticen y deriven en dogmas y en fanatismos, es el cultivo constante de la crítica, social y personal, y ello, en tiempos de “crisis de los fundamentos”, desde el mismo suelo de la nada. Sólo de esta manera podremos estar a tono con los vertiginosos cambios que la naturaleza, la sociedad y nuestra propia subjetividad nos proponen en nuestros tiempos.

 

     El intento de articular una ética social se empezó a dar ya en la antigua Grecia, en especial a partir Sócrates y los sofistas, y desde entonces el intento de encontrar un modo de vida que conduzca a la sociedad hacia la plenitud, la felicidad, o por lo menos hacia un espacio de vida más soportable no ha acabado. Lo que hacemos entonces en este ensayo es recrear un afán que lleva siglos, y que cada vez se hace más necesario por los grandes riesgos y crisis que la humanidad afronta y afrontará.    

 



[1] En referencia a estas temáticas se pueden revisar nuestros ensayos: “La Idea del Paraguay. Hacia una visión estética de la cultura paraguaya” (2022ª), “En pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre la historia de las ideas en el Paraguay” (2021a), “Del campo a la ciudad y de la ciudad al campo. Ensayo sobre los procesos sociales del Paraguay” (2020a), “Elogio a la vida del campo. Ensayo sobre los valores y las costumbres agrarias” (2021a).

[2] Es inevitable plantear que en medio de esta búsqueda de identidades no topamos con cruces con formas culturales como la religión, la ideología o la visión de mundo.

[3] En nuestra serie “cosecha de pensamientos” hemos insistido en considerar a la vida humana como una cruz, la horizontal de esta cruz representaría a todo lo pertinente a la cotidianeidad, en donde entrarían a tallar todo lo referente a lo “público”; en cambio, la vertical de la cruz representaría el desarrollo de la riqueza espiritual, que estaría relacionada con las apuestas éticas “privadas”.

Índice:

Resumen…………………………………………………………………...5

Introducción…………………………………………………………….…9

1. Las posibilidades de lograr un sentido crítico social……………...12

a. Crítica y educación……………………………………………………14

b. Crítica y medios masivos de comunicación………………………..15

c. Crítica y experiencia estética…………………………………………16

2. El juego democrático…………………………………………………19

3. Un paso más hacia el cambio en el mundo………………………...24

3.1. Las situaciones de crisis…………………………………………....27

3.2. Las reformas…………………………………………………………37

Conclusión………………………………………………………………..45

Glosario…………………………………………………………………...46

 

Enlace al ensayo completo:

https://bit.ly/3fpUo32

miércoles, 12 de octubre de 2022

RESUMEN E INTRODUCCIÓN DE “EL AUTO-TRABAJO. EN TORNO A LA CONSTRUCCIÓN DE LA PERSONALIDAD”

 

RESUMEN

       La construcción de la personalidad puede ser considerada una de las principales apuestas para abordar la desintegración moral de los individuos en nuestro tiempo. De ello se desprende que los objetivos principales de este ensayo son establecer un marco teórico para llevar adelante tal tipo de construcción y aplicarlo a una particular apuesta ética entre muchas posibles. Nos valemos de técnicas de recolección de datos como la revisión documental y la auto-observación, en el contexto de lo que pretende ser una indagación cualitativa. Finalmente se tiene como resultado de este auto-trabajo una configuración ética personal orientada por valores como el ocio, el aislamiento y el cultivo del espíritu.

Palabra clave: Construcción de la personalidad, auto-trabajo, ética personal, valores.


INTRODUCCIÓN

 

     En especial desde Sócrates y los sofistas el desafío de direccionar la vida hacia un rumbo deseable ha estado presente en la reflexión filosófica, incluso hasta nuestros días, en que algunos autores como Giles Lypovetzki hablan de una ética basada en el egoísmo asociativo o en una moral de los negocios[1]. 

     La desintegración del individuo (un en sentido moral) constituye una de las principales situaciones de crisis que la humanidad tiene ya en el presente y que se proyecta también hacia el futuro. Y una manera de abordar esta situación es plantear que a la par que se construye la personalidad también es necesario de-construirla. La construcción se da mediante apuestas morales y la de-construcción partiendo desde una auto-observación[2].

    El afianzamiento de las apuestas morales privadas (ética de máximos) contribuirá a su vez a llevar adelante apuestas morales colectivas, de convivencia o de justicia (ética de mínimos). Y a través de esta conjunción será posible orientarnos de una manera más clara frente  a otras situaciones de crisis como los conflictos sociales, la degradación ambiental o la pobreza en el mundo.

    

     De todas maneras, no nos cansaremos de apuntar que aquí no estamos dando recetas universales de felicidad, ni nada que se le parezca, simplemente estamos soltando una propuesta ética, de las muchas posibles, digamos que a modo de invitación.

     La vida es un quehacer, como decía Ortega, y ciertamente debemos hacer algo con ella, pero también, es necesario aprender a no hacer nada, a renunciar a nosotros mismos, a entregarnos, a rendirnos ante lo más profundo de nuestro ser, que según el contexto simbólico que tomemos es Dios, Nada, Vida, Verdad, Camino, Ser, etc; los nombres pueden variar, pero la íntima experiencia humana con los que se los asocian siempre es la misma. Por eso escribimos sobre una construcción y de-construcción de la personalidad, un hacer y no hacer, un trabajo y una contemplación.

     Cuando nos proponemos direccionar nuestra vida a partir de unos valores que nos hemos propuesto observar, entramos en un modo de vida ético (o auto-ético, en el caso que estudiamos en este ensayo). El auto-trabajo consiste en líneas generales en la instauración de normas de vida a partir de unos valores que han asumidos (valores que adquieren significación desde un auto-estudio). Estas normas empiezan a encaminar a la vida en la medida en que son apuntaladas por los hábitos.

     ¿Qué son los hábitos? Tendencias o actitudes que uno posee como consecuencia de la constante repetición de unos actos con un mismo objetivo. De ahí que podamos decir que los actos son la unidad mínima de estudio del auto-trabajo.

     Pero todo este trabajo se hace conscientemente, para después soltarlo con espontaneidad, y entonces, cuando se suelta toda práctica, toda norma, todo valor, es cuando emerge lo inconsciente, primero como tormenta, pero luego como la claridad divina de un nuevo amanecer.

 

      Lo que pretende el modo de existencia ético que proponemos es, como ya dijimos, la formación de la subjetividad (o de la personalidad) a partir de la experiencia de lo trascendente, y eso es lo paradójico que hay que sostener de todas maneras: construir para desmantelar, morir para vivir.

     Y es el auto-trabajo el que en sentido estricto permite la formación, a través del seguimiento de unas pautas de comportamiento basadas en los valores elegidos. Lo que se logra con el Auto-estudio es justificar teóricamente los valores elegidos, en tanto que la auto-observación ayuda a apuntalar el auto-trabajo gracias al logro de un estado de alerta que nos conecta con la Nada que nos libera de lo cotidiano y nos permite contemplar las Ideas.

      Ahora bien, es esta formación (o construcción) la que nos  permitirá lograr una vida tolerable. De ese modo podremos compensar los efectos de la intensa carga anímica asociada con la persistente orientación hacia la angustia (que es propia de la experiencia de lo trascendente).

 

   Una de las principales enseñanzas que nos ha dejado el auto-estudio[3] ha sido la relación dialógica existente entre el placer y el dolor. Desde nuestro enfoque, la manera que el hombre posee de manejar el dolor de existir es el cultivo de los placeres, y dentro de la variedad que nos muestran estos, los placeres intelectuales son los de mayor duración y los que se asocian en menor medida con dolores posteriores (incluso, si consideramos una idea epicúrea, la conciencia de la ausencia de algún tipo de necesidad constituye un placer, es este caso de tipo negativo).

     Un primer paso sería entonces proponer un plan de vida que favorezca el cumplimiento de unos valores que contribuyan a las formación de la subjetividad y mediante ella propicien una vida tolerable.

   El cuidado y el examen de la conciencia constituyen a su vez uno de los principales desafíos del auto-trabajo, ya que a través de ello es posible encausar nuestra vida hacia el cultivo de los valores que elijamos

 

   Un trabajo como el que aquí planteamos no implica precisamente una búsqueda del mejoramiento del status social (como muchos libros que tratan de cómo obtener éxito en la vida), pues en forma directa no produce riquezas materiales, ocupaciones destacadas ni grados académicos de instrucción, al contrario, el desarrollo espiritual puede causar la antipatía de una sociedad ocupada antes que nada en la obtención de dinero y en el cambio del estatus social.

   Por ello, para no crear innecesariamente ambientes hostiles, tanto en la política como en la cotidianeidad se impone la diplomacia, acompañada, porque no, con algo de ironía.  Pero esto sigue siendo solamente un consejo y en última instancia uno puede hacer lo que mejor le apetezca con su riqueza interior.



[1] Ya en el siglo XVIII Adam Smith escribió sobre una ética basada en el egoísmo.

[2] O en otros términos rendición, inacción o meditación.

[3] Desarrollado en nuestro ensayo “La Auto Ética. Reflexiones sobre la vida humana individual” y “El auto estudio. Abriendo el camino para un trabajo interior”.


Índice

Resumen…………………………………………………………………..7

Introducción…………………………………………………………….…9

1. El telescopio…………………………………………………………...14

1.1. Plan de vida………………………………………………………...14

1.2. Examen de conciencia……………………………………………...20

2. Las estrellas…………………………………………………………....25

2.1. El ocio………………………………………………………………...25

2.2. Aislamiento………………………………………………………….31

2.3. El cultivo del espíritu………………………………………………37

3. La navegación…………………………………………………………49

3.1. Normas de salud espiritual……………………………………….51

3.2. Normas de contacto social…………………………………………57

3.3. Normas de salud física……………………………………………..60

Conclusión………………………………………………………………..64

Glosario………………………………………………………………...…66

Bibliografía……………………………………………………………....68


Enlace al ensayo completo:

https://bit.ly/3fDDUnv


jueves, 29 de septiembre de 2022

A CUARENTA AÑOS DE LA MUERTE DE ERWIN GOFFMAN (1922-1982)

 

     Fue un sociólogo canadiense. Creador de la “teoría dramatúrgica”. Estudió en la Universidad de Chicago junto a Herbert Blumer, quien fue uno de los principales exponentes de la corriente sociológica denominada “interaccionismo simbólico”; de hecho, la teoría dramatúrgica de Goffman es considerada una variante del interaccionismo simbólico.

     Entre sus obras cabe citar: “La presentación de la persona en la vida cotidiana” (1959).

       Para Goffman, el “teatro” es la metáfora más adecuada para expresar al mundo social. Planteaba que la interacciones humanas poseían en el fondo un carácter de precariedad, por lo cual se hacían necesarios los “libretos” para llevar adelante los comportamientos tal como se esperan. Y esta orientación hacia los libretos aprendidos se incrementa en las sociedades más modernas, en donde se da el predominio de una racionalidad meramente formal.

      Este tipo de planteamientos nos hace acordar de Thomas Hobbes, quien sostenía que en una sociedad pre-estatal (es decir, antes de la firma de un contrato social) lo que existía era una “guerra de todos contra todos”, y ¿Cuál podría ser la receta para aliviar esta tensión constante entre los seres humanos, agudizada por el despliegue del individualismo y el etnocentrismo? Pues el respeto a las normas y al “papel” que a cada persona (que en una de sus acepciones nos indica la idea de “máscara”) o a cada institución (sea como agrupación política, social, cultural o económica) le toca cumplir en medio del gran “teatro del mundo”.

(Extracto de: Robert León Helman. Ensayo sobre el desarrollo orgánico de las Ciencias Humanas).

miércoles, 14 de septiembre de 2022

INTRODUCCIÓN A “LA AUTO-OBSERVACIÓN. EN TORNO A UNA DE-CONSTRUCCIÓN DE LA PERSONALIDAD”

 

     Desde hace miles de años los grandes maestros de la humanidad (como Buda, Lao Tse o Jesús) han enseñado un camino de liberación de la prisión del pensamiento centrado en el yo. Y aquí no se trata de discursos y de acción, no se trata de moral, sino de des-aprendizaje social y de rendición. Y esto para nosotros tiene que ver con un camino de de-construcción de la personalidad[1].

      Ciertamente, la construcción (el ensamblado, la formación) de la personalidad se hace a través de la historia, por lo cual una de-construcción también tendría que darse recorriendo etapas de la historia personal, sin embargo, sin desconocer este enfoque, creemos que un desmontaje empieza a darse en la medida en que nos separamos de la personalidad y la consideramos un objeto de observación.

      A partir de ahí el mismo dinamismo del pensamiento centrado en el yo contribuye a desarticular una identidad que antes de la observación quizá parecía incuestionable.

      Nuestro punto de partida para llevar adelante la auto-observación son marcos teóricos a los que llamamos “presupuestos”, y a los que dividimos en tres tipos: marcos sociológicos, marcos filosóficos y marcos psicológicos.

 

      Entiéndase que cuando asociamos a estos sabios antiguos estamos desechando las diferencias obvias existentes entre budismo, taoísmo y cristianismo para quedarnos con sus actitudes más místicas, las que se refieren a la inacción.

     Pero no queremos dejar de plantear esto también en el contexto del Paraguay. Cuando el sabio del campo (el arandu ka’aty) contempla el paisaje bajo su techo de paja (capi’i), sorbiendo el tereré,  no está haciendo nada, ni siquiera pensando, y por ello está dejando de lado su personalidad para acceder a una subjetividad pura (a la que podríamos darle el nombre de alma[2]).

 

     Arthur Schopenhauer ha denominado al final de este proceso de desmontaje de la personalidad "negación de la voluntad de vivir”, pero esto no lo ha propuesto en relación con un sendero moral (como muchos lo interpretaron), simplemente se propuso describir esta negación en orden a las ideas centrales de su obra cumbre “El mundo como voluntad y representación”.

     Si Nietzsche vio la negación de la voluntad de vivir como una propuesta típica de los sistemas de moral tanto de occidente como de oriente fue porque realizó ajustes a la idea de su antiguo maestro. Nietzsche interpretó esta idea en el marco de un  sistema cultural  (en donde se anida la moral) compuesto de valores y pautas de comportamiento.

 

    Es difícil decir que un “des-aprendizaje” sea una apuesta ética, puesto que no se están planteando pautas, no se están dando recetas para la felicidad o la salvación, simplemente se trata de observar[3], se trata de no hacer nada. ¿No hacer nada? ¿Y para qué se debería escribir un ensayo sobre no hacer nada? ¿No es algo demasiado sencillo no hacer nada? Ciertamente es muy sencillo, tanto que nos hemos olvidado de ello, ocupados como estamos en correr carreras, en lograr esto o lo otro, en tener más dinero y tener un mejor estatus social. E incluso al divertirnos estamos haciendo algo, pues al hacer esto último aflojamos las tensiones producidas por los afanes cotidianos. Tanto el trabajo, el estudio, como la diversión, forman parte de procesos de aprendizaje. Pero aquí no estamos hablando de esto, aquí hablamos de des-aprender.

 

     El objetivo principal de la auto-ética que proponemos[4] es la construcción de la subjetividad (que es también la construcción de una identidad) a partir de la experiencia de lo trascendente. Pero a su vez, esta subjetividad siempre debe estar abierta al desmontaje, a la deconstrucción, desde el desvelamiento de la Nada[5]. Este desvelamiento se da desde la conciencia pura, el sujeto débil[6]. Insistamos en esto, el sujeto débil no es una construcción, es conciencia, mientras que el sujeto fuerte, la personalidad, si es lo construido.

     Entonces, esta subjetividad construida desde lo trascendente no forma parte sino de un juego[7], un juego sin metas, sin motivos, un juego de niños. Subjetividad construida, pero conectada con la conciencia de ser mera construcción.

     Lo trascendente se da a través de la experiencia estética, que tiene dos formas, la moderada y la radical. La experiencia estética moderada puede darse a partir de cualquiera de las formas de cultivar el espíritu: el arte, la espiritualidad o la intelectualidad. A la experiencia estética radical se accede a través del estado de ánimo de la angustia.

     La angustia en general adviene gracias situaciones límites y a los estados de ánimo extremos que generalmente uno no busca de manera voluntaria, sino que simplemente se dan. Pero existe una variable de los estados de ánimo extremos que uno si puede manejar de manera consciente y voluntaria, es el estado de alerta. La auto-observación es una forma de la espiritualidad en donde se trata de hacer disminuir al pensamiento centrado en el yo. La constante auto-observación lleva al estado de alerta, que es uno de los caminos para acceder a la angustia.

     La angustia ubica en un lugar inhóspito al yo, que es la imagen que hemos creado de nosotros mismos. Pero cuando se revelan las Ideas a la par que la misma Nada se puede empezar experimentar una serenidad asociada con un mayor grado de conciencia.

 

     El hecho de simplemente observar, sin tomar partido, las distintas manifestaciones de nuestro ser individual, constituye un ejercicio básico, pero fundamental para desarrollar un estado de alerta, que en caso de desembocar en la angustia, propicie el cultivo del espíritu y la orientación de la consciencia  hacia la nada (lo trascendente)[8].

   Para nuestros planteamientos, meditación y auto-observación[9] significan prácticamente lo mismo. La meditación no constituye solamente un método oriental de búsqueda de lo trascendente, es simplemente una manera de enfocar la atención[10], que tiene distintas formas y distintos alcances.

   La auto-observación favorece el desapego de los afanes cotidianos y propicia  el surgimiento de la experiencia estética. Insistamos en que la Auto-observación es una forma de cultivar la espiritualidad, que alimenta recursivamente (es decir ella también un flujo de alimentación) a las demás formas, al arte y a la intelectualidad.

     Así, por ejemplo, podemos decir que existe un pensamiento meditativo, nos referimos al pensamiento nihilista[11]. Tradicionalmente la auto-observación o meditación ha venido de la mano con un intento de desprestigiar al pensamiento por asociarlo sólo con el yo o ego, sin embargo, es necesario reivindicar, desde la misma auto-observación, a un pensamiento estético, asociado con un sujeto debilitado, ajeno a la auto-identificación y a la ambición.

 

 



[1] La personalidad, desde Nietzsche (una de las referencias de nuestras reflexiones), puede ser entendida como un conjunto de máscaras. Sobre esto véase R.L.H. (Robert León Helman) El camino. Cosecha de pensamientos. Libro 3. 2021, esc. 1, p. 13.

[2] Un término que hemos utilizado en el mismo sentido en algunas de nuestras composiciones musicales, y que tratan de expresar este estado interior alcanzado por el arandu ka’aty.

[3] Del latín “observare” (mirar con atención), término que lleva el prefijo “ob”, delante, y el verbo “servare”, tener, guardar, conservar.

[4]Muchas de las ideas tratadas en el presente ensayo han sido desarrolladas en nuestro trabajo que lleva el mismo nombre: “La auto-ética. Reflexiones sobre la vida humana individual”. El tratamiento de las citas  en este ensayo consistirá en aludir primero el nombre del autor, luego el nombre de la obra, el año de publicación y finalmente los números de las paginas utilizadas. Las referencias bibliográficas completas el lector las encontrará hacia la parte final del trabajo. A partir de la segunda cita de nuestros escritos nos limitaremos a escribir las siglas R.L.H.

[5] Uno puede pulir la conciencia manteniéndose en el presente a través de la auto-observación, pero sólo empezará a desmontar el ego o la personalidad a partir de la revelación de la nada que se da con la angustia.

[6] Cfr. Gianni Vattimo. Las aventuras de la diferencia. Pensar después de Nietzsche y Heidegger. 1990, p. 55-57. Gianni Vattimo. El sujeto y la máscara. 1989, p. 191-221.

[7] “Frente a lo místico el pensamiento y la vida son juegos”. R.LH. El camino, 2018, p. 26.

[8] En relación con esta cuestión Jaspers se manifiesta de una manera muy sugerente: “La cuestión es dónde y cómo se muestra (la trascendencia). La actividad de mantenerse en estado de disposición, que no es pasividad, puede ser tan decisiva como el abrazar frenéticamente la existencia empírica en el destino”. Karl Jaspers. Filosofía, 1959, p. 429. 

[9] Karl Mannheim considera que la auto-observación constituye el último estadio al que puede llegar la racionalización, superando en ese sentido incluso a la auto-racionalización. Al respecto, sostiene que la autorracionalización es “un proceso de entrenamiento mental que subordina mis motivos internos a un objetivo externo. La autoobservación, por otro lado, es algo más que esa suerte de entrenamiento mental, apunta sobre todo a la autotransformación interior. El hombre se refleja a sí mismo y refleja sus acciones fundamentalmente para remodelar o transformar más radicalmente su ser”. Manheim¸1935, 1940: 57. Citado en George Ritzer. Teoría sociológica clásica, 2012, p. 421.

[10] Del latín “atentio”, “attentionis”, que posee como referencia el prefijo “ad”, hacia, y el radical “tendere”, tender, estirar, más el sufijo “cion” que hace referencia a una acción o efecto; así, atender es estirarse o tender hacia algo, alguien, o hacia la misma “nada”, cuando se alcanza la experiencia estética. A modo de digresión, podemos considerar la cercanía entre los sentidos de los términos “atención” e “intención” (de donde emerge la idea de “intencionalidad”, de suma importancia dentro del desarrollo histórico de la filosofía).

[11] También podemos hablar de un pensamiento orante (la oración es otra forma de cultivar la espiritualidad) que se da entre los escritos conectados de  cada uno de los libros nuestra cosecha de pensamientos, que son como las cuentas de un rosario que vamos rezando sucesivamente (en este caso, en vez de diez cuentas tenemos doce). También, en vez de misterios tenemos a las temáticas fundamentales de las cosechas de pensamientos: la auto-ética, lo estético, otras cuestiones filosóficas, la sociedad, el Paraguay y la naturaleza. 

Índice

Introducción……………………………………………………………….7

1. Presupuestos de la auto-observación……………………………….13

1.1. Marcos sociológicos……………..………………………………….13

1.1.1. Categorías sociológicas…………………………………………...13

1.1.2. El arandu ka’aty………………………………………………..…14

1.2. Marcos filosóficos…………………………………………………...15

1.3. Marcos psicológicos………………………………………………...18

2. Los campos de la auto-observación………………………………....30

2.1. La auto-observación y el cuerpo…………………………………..30

2.2. La auto-observación y la mente…………………………………...32

2.3. La auto-observación y los demás……………………………….....36

3. Esquema metafísico de la auto-observación……………………….38

Conclusión………………………………………………………………..39

Glosario…………………………………………………………………...41

Bibliografía…………………………………………………………….…43

 

 Enlace al ensayo completo:

https://drive.google.com/file/d/1B-i9YTE47rPChE5osucwQQ-UuV4tqccu/view