miércoles, 30 de diciembre de 2020

A SETENTA AÑOS DE LA MUERTE DE JOSEPH SCHUMPETER (1883-1950)

 

 

   Fue un economista y sociólogo austro-estadounidense. Schumpeter recibió la influencia de dos de los principales teóricos de la sociología,  Karl Marx y Max Weber. Como ambos trató de explicar en qué consistía el capitalismo y como el segundo trató de mostrar las implicancias de la racionalización en la sociedad y en la cultura de occidente.

     Estudió economía en la Universidad de Viena. Entre sus obras más conocidas tenemos a  “Capitalismo, socialismo y democracia” (1942) y “La destrucción creativa” (1942).

a. La democracia empírica

     En el campo de las ciencias políticas se constituye en uno de los más importantes exponentes de las llamadas “Teorías económicas de la política”. Se  destacó por proponer su teoría sobre la “democracia empírica” (propia principalmente de los países anglosajones) frente a la “democracia normativa”, teorizada por Jean Jaques Rousseau.

    Schumpeter pretende equiparar conceptos que son propios de la economía a la política, ya que si la economía no hace sino describir la conducta humana que se da en medio de intercambios de bienes y servicios, también podrían tener validez cuando de “servicios políticos” se tratara.

 

    A Schumpeter le llamó la atención como regímenes totalitarios se valían de “mecanismos democráticos” como el plebiscito para legitimar sus gobiernos. El autor se propone entonces explicar en qué consisten las democracias que funcionan empíricamente, para diferenciarlas de aquellas que no llevan más que un ropaje burdo. Para ello tendrá que poner en cuestión algunas ideas centrales propuestas por Rousseau. 

 b. La destrucción creativa

  La idea más conocida de Schumpeter es la de “destrucción creativa”, con la cual propone una peculiar interpretación del sistema económico capitalista.

     Para Schumpeter el capitalismo tiene que ver con procesos de cambio que desembocan en auténticas revoluciones, de donde emerge las ideas de la “destrucción creativa”. Es decir, el capitalismo a la vez que se destruye se recrea, comportamiento que sería la clave por la cual ha pervivido a pesar de todas las crisis (que por ejemplo para Marx sería la clave de su caída).

     Una expresión de esta destrucción creativa tiene que ver con el avance tecnológico, que al volcarse al mercado empieza a volver obsoletas las formas tecnológicas anteriores. Por ejemplo, con el surgimiento de las computadoras personales las ya viejas máquinas de escribir empezaron a desaparecer, hasta que hoy son solo ya piezas de museo. 

    Pero más allá de este tipo de ejemplos sencillos, es en verdad todo el sistema capitalista el que se desmantela y que se vuelve a recrear con cada crisis mundial de la economía. El sistema se revoluciona automáticamente a sí mismo, ni siquiera requiere de clases conscientes que lleven adelante una revolución social (como acaso pretendía Marx con los proletarios).


 (Extracto de “Robert León Helman. Entre la revolución y el control. Ensayo sobre la vida de las ciencias sociales”).

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