miércoles, 10 de agosto de 2022

INTRODUCCIÓN A “EN POS DE UNA UTOPÍA. ENSAYO SOBRE EL PENSAMIENTO SOCIALISTA”

 

     Siempre nos ha llamado la atención el pensamiento socialista, de una manera particular porque constituye la contracara del pensamiento conservador dentro de la historia de las ideas políticas. Y básicamente, en el contexto de una democracia, o se tiene una mayor inclinación hacia el orden o hacia el cambio radical. De estas dos actitudes se desprenden las principales diferenciaciones entre el socialismo y el conservadurismo (liberalismo moderado), siendo el liberalismo radical, con este criterio, más cercano al socialismo que al conservadurismo.

     Siguiendo con nuestro método de investigación, el organicismo histórico, separaremos el tema de nuestro estudio en cuatro edades: niñez, juventud, madurez y vejez, en las cuales ubicaremos contenidos históricos que revelan diferencias que se asocian con los caracteres de cada una de estas etapas de la vida del hombre. Y esta es la tarea fundamental de nuestro ensayo, obtener una visión orgánica del pensamiento socialista, que nos regale tanto goces como conocimientos.

   Ciertamente las grandes ideologías, como es el caso del socialismo, han entrado en un periodo de descreimiento, luego de los numerosos desengaños que dejaron a su paso a lo largo del siglo XX; no obstante, ellas aún pueden despertar un sentido estético[1], aun en sus posturas más extremas, antes que nada para el goce del espíritu, y en segundo lugar, como un  producto residual, su estudio puede conducir a una postura crítica, en especial en lo que hace a una dimensión ya política.

 

   Muchas veces se plantea la estrecha relación entre los términos socialismo, comunismo y anarquismo, lo que en ocasiones produce también confusiones. Entonces, para mejorar nuestro panorama teórico, aquí trataremos de caracterizar a cada uno de estos términos. 

   El comunismo en líneas generales se relaciona con un estadio utópico[2] en el cual todos los hombres disfrutarán de una libertad e igualdad plenas, en donde no será ya necesaria la participación del estado, ya que el hombre recuperará su bondad natural. Una vez planteado esto, las divergencias surgen cuando se consideran los posibles caminos para llegar al comunismo.

    El anarquista dirá que es necesario destruir toda norma o ley, en cualquier ámbito de la sociedad o la cultura, que aprisionan a la natural bondad del ser humano. En tal sentido, apuestan a un enfoque destructivo antes que organizador de las masas.

   Y en efecto, es el socialismo la ideología que plantea la necesidad de organizar a las masas sociales en orden a encaminarlas hacia el logro del comunismo. Pero dentro del socialismo a su vez existen divergencias, ya que por una parte los marxistas insisten en que es necesaria una revolución social que transforme radicalmente los modos de producción, manteniendo no obstante un estado dictatorial dirigido por el proletariado; por otra parte, la social democracia sostiene que se puede llegar al comunismo a través de reformas sucesivas, desde una pugna democrática con otras visiones ideológicas.

   Sin embargo, muchas veces estos términos se usan de distintas maneras, por ejemplo, a los socialistas revolucionarios, también llamados marxistas, se los suele llamar comunistas; o en otros casos, cuando se habla de socialismo se incluye también a los anarquistas, lo que sucede también con nosotros, que abordamos al anarquismo dentro de lo que llamamos el periodo juvenil del pensamiento socialista.  

   De todas maneras, cuando sea pertinente, trataremos de adaptar los términos al contexto de las ideas que estamos desarrollando.

 

     Las raíces del socialismo moderno pueden encontrarse lejanamente en tiempos renacentistas, con Tomás Moro y sus reflexiones sobre la utopía; y más adelante, en Jean Jaques Rousseau y su planteamiento de que el hombre es bueno por naturaleza, y que por lo tanto, el mal se encuentra insertado en la sociedad, que debe ser cambiada por los mismos hombres en el transcurso de la historia (y no esperar ya que una providencia sagrada disponga todo para la salvación humana). 

 

 



[1] El conocimiento estético es propio de aquella mente que se ha librado del pensamiento centrado en el ego, por ello es un conocimiento lúdico y liberador, semejante a aquel que poseen los niños antes de ingresar a las escuelas, en donde se les va taponando progresivamente el goce de conocer a través de los sentidos y de la intuición.

[2] El término utopía deriva del griego “ou” (negación) y “topos” (lugar), algo así como “lugar que no existe”.


Índice

Introducción…………………………………………………………7

1. Niñez……………………………………………………………..10

1.1. Generalidades…………………………………………………10

1.2. Las utopías renacentistas…………………………………….11

1.3. Jean Jaques Rousseau………………………………………...12

2. Juventud………………………………………………………....14

2.1. El socialismo utópico…………………………………………14

2.2. El anarquismo…………………………………………………19

3. Madurez…………………………………………………………22

3.1. Marx…………………………………………………………....22

4. Vejez……………………………………………………………...27

Conclusión………………………………………………………….38

Glosario……………………………………………………………..39

Bibliografía………………………………………………………....40

 

Enlace al libro completo:

https://drive.google.com/file/d/1bXshNTi-yXH1-Vc1GnRnLQ0StMPoeUxN/view?fbclid=IwAR0aTJ68En5JjF1ptLiX6PZhXnVroCCTCt8OdUaEh1ZWGHjUlytHJZjwpb4

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