jueves, 17 de marzo de 2022

A VEINTE AÑOS DE LA MUERTE HANS GEORG GADAMER (1900-2002)

 

     Fue un filósofo alemán. Se constituye en uno de los principales referentes de la hermenéutica ontológica. Asimiló las ideas de Scheleiermacher, Dilthey y Heidegger, para llegar a una especie de síntesis entre lo metodológico y lo metafísico (entiéndase este término desde Heidegger).

      Su obra más conocida lleva como título “Verdad y método” (1960).

La pre-comprensión 

     Sostiene que no existe una comprensión a secas, libre de todo prejuicio (así como pretendía erigir Descartes la filosofía, o Bacon la ciencia experimental), siempre está precedida por una tradición, por una pre-comprensión. Así, los ídolos del conocimiento (en alusión a las ideas de Bacon) no solo impiden el conocimiento (como sostenían los pensadores modernos en general) sino que también lo hacen posible. Nuestros errores e ilusiones son la fuente de los grandes edificios de ideas que el hombre ha construido sobre la naturaleza, el individuo y la sociedad. ¿Podemos soportar este tipo de afirmaciones? Desde el pensamiento contemporáneo es comprensible y no tiene porqué llamar a escándalo. Así como una embarcación necesita del lastre para navegar o las aves del peso del aire para volar, el hombre necesita del error para dirigir su mísera existencia. Nietzsche ya se había dado cuento de ello antes de anunciar que Dios estaba muerto.

     Y esto puede ser planteado desde el problema del origen del conocimiento. ¿Cuáles son las posturas principales dentro de la historia del pensamiento occidental? Descartes afirma que el conocimiento se origina en ideas innatas; Locke, en la experiencia; Durkheim, en la sociedad, mientras que desde Gadamer podríamos decir que en la tradición cultural que nos precede.  

      La ciencia moderna a grandes rasgos trató de imponer la idea de que un conocimiento válido se basa en la observación de los hechos, pero con ello se estaba llevando adelante aquello que Gadamer llamó la “distanciación alienante”. Alienante, porque a través de ello el conocimiento se desfigura en una supuesta objetividad, que en el fondo no posee sustento alguno, ya que sigue basándose en ideas preconcebidas de la realidad, que no han sido sometidas a crítica alguna.

La tradición

     La ilustración, y el pensamiento moderno en general, había venido con la pretensión de desmantelar la tradición, considerada como una fuente de errores y de prejuicios, sin embargo el romanticismo vino a reivindicar la historia, el pasado, la tradición, como una fuente de conocimientos que a la misma racionalidad se le escapaba.

La verdad

      Evidentemente, cuando Gadamer se refiere a la verdad,  no plantea una especie de adecuación entre la realidad y el conocimiento, sino al modo de Heidegger, como un desvelamiento del ser, como una manifestación que se da a través del lenguaje, pero que constantemente lo desborda, por lo cual la hermenéutica es una tarea, un pensamiento, que debe ser renovado constantemente.

 (Extracto de “Robert León Helman. En pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre la historia de las ideas en el Paraguay).

 

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