miércoles, 14 de octubre de 2020

INTRODUCCIÓN A “ENTRE LA PERMANENCIA Y EL CAMBIO. REFLEXIONES SOBRE LA SOCIEDAD Y LA CULTURA”.

 

     Ciertamente las reflexiones sobre cuestiones relativas a la sociedad y a la cultura ya se dieron con las leyendas, los mitos y las religiones, pero de una manera racional recién con los pensadores de la antigua Grecia, en particular desde Sócrates y los sofistas, y a partir de ahí la reflexión filosófica sobre lo social se ha extendido hasta nuestros días. Sin embargo, habrá que esperar hasta el siglo XIX para que aparezca un conocimiento sobre la sociedad y la cultura que pretenda ser científico. Este afán de cientificidad propició el ordenamiento y la sistematicidad de los conceptos (condensados luego en leyes, teorías y paradigmas), y a su vez alimentó la necesidad de hacer investigaciones de campo, con lo cual lo empírico y lo teórico comenzaron una especie de conversación fructífera para ambas áreas.

     Lo que en este ensayo trataremos de hacer es volver a la especulación filosófica, utilizando no obstante el bagaje conceptual de las llamadas ciencias sociales. Con ello nos proponemos dos objetivos principales: mejorar nuestro conocimiento sobre las razones del cambio y la permanencia de las  sociedades y las culturas, y propiciar una experiencia estética de tipo intelectual[1].

     Pero hay otra cuestión que nos ocupa y que puede presentarse ya a modo de justificación para este ensayo. Nos encontramos como humanidad frente a inquietantes situaciones de crisis que ponen en jaque a la misma supervivencia de la especie, nos referimos a las guerras, a la degradación ambiental, a la pobreza y a la desintegración espiritual del individuo. Frente a esto, se da la necesidad que los problemas que giran en torno a la sociedad y la cultura sean pensados, de modo a establecer una búsqueda colectiva de instancias intelectuales y prácticas que nos permitan abordar tales situaciones.

     Entonces, se hace necesaria una conjunción fructífera entre lo individual y lo social, entre la experiencia estética y la necesidad de construir una convivencia más tolerable. 

 



[1] La experiencia estética viene de la mano con goces espirituales que nos permiten soportar los dolores y las miserias propias de la vida cotidiana, y en comparación con los placeres sensibles, casi no vienen asociados con sufrimientos, y pueden prolongarse por más tiempo. A estos placeres espirituales nos introducimos por tres tipos de esquemas culturales: el arte, la espiritualidad y la intelectualidad. Cuando la experiencia estética se hace radical o extrema disuelve a la misma personalidad, quedando sólo un sujeto puro e involuntario (un sujeto debilitado).


Índice

Introducción……………………………………………………………….7

1. La sociedad……………………………………………………………...9

a. Tipos de sociedades…………………………………………………..12

2. La cultura………………………………………………………………31

2.1. Las pautas de comportamiento……………………………………32

2.2. Las relaciones sociales……………………………………………...33

2.3. Las instituciones…………………………………………………....34

2.3. Los valores………………………………………………………….38

3. Estructura y cambio socio-cultural………………………………….39

3.1. Las organizaciones de la sociedad………………………………...42

3.2. El control y la desviación social…………………………………...47

3.3. La migración………………………………………………………...56

3.4. La idea de desarrollo…………………………………………….…58

3.5. La ciudadanía……………………………………………………….65

Conclusión………………………………………………………………..67

Glosario…………………………………………………………………...68

Bibliografía……………………………………………………………….69

 Enlace al ensayo completo:

https://drive.google.com/file/d/1Gz22t6IKmuqs_Tq7_vM6VMO-SkilWXyC/view?usp=sharing

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