Filósofo paraguayo. Continuador del camino abierto por los grandes
exponentes de la generación de oro de la filosofía académica paraguaya (Juan
Santiago Dávalos, Laureano Pelayo García, Adriano Irala Burgos y otros). Publicó
“La razón como alternativa histórica” (1984), además de innumerables escritos
en revistas nacionales e internacionales. Ha recibido influencias de parte de la corriente crítica
marxista, y en forma menos marcada de Ortega y Gasset o Epicuro[1].
Como maestro de las nuevas generaciones de pensadores, su insistencia recae en
la necesidad de “elevarse al concepto” y apuntalar la crítica.
Entre las cuestiones constantes tratadas en sus escritos se encuentran
la Ciencia, la Filosofía, la cotidianeidad, la justicia, la transformación de
la sociedad, la libertad, la meritocracia, la identidad y otros numerosos temas.
El
hombre
En relación con el hombre
Cardozo sostiene que “la vida es lucha”[2].
Lucha por obtener un “mejoramiento” que debe ser constatado y reconocido por la
sociedad[3]. En
este sentido, podemos ver en Cardozo la influencia recibida también por la
corriente estructural-funcionalista. La persona, el hombre, es
“persona-proceso”[4],
un ser en formación, en proceso de cambio, una personalidad. Pero a este
proceso de cambio, a este ser en formación, Cardozo lo denomina ser-más[5].
Todas estas reflexiones deben ser incluidas en lo que Cardozo llama “realismo
filosófico”[6].
La
filosofía en el Paraguay
En lo que hace a su interpretación de la historia de la filosofía en el
Paraguay sostiene que en los años 60 reinaba una onto-teología en el ámbito del
pensamiento nacional, y a partir de este tiempo empezará a surgir una filosofía
desligada ya de lo teológico[7].
Entiéndase que Cardozo se refiere en particular a una teología en sentido
aristotélico. También, es necesario considerar que la apelación a una
onto-teología[8]
debe entenderse desde el contexto del pensamiento de Martin Heidegger
(asimilado por Juan Santiago Dávalos, maestro de Cardozo y fuente de esta
apreciación).
Con este planteamiento de Cardozo-Dávalos (por etiquetarlo de alguna
manera) se están insertando directamente las ideas de Heidegger en una
interpretación de la Historia del pensamiento en el Paraguay, un enfoque
filosóficamente enriquecedor y que seguirá siendo un motivo de reflexión.
Pero esta idea sostenida por Cardozo también puede ser pensada desde
Bergson.
Esto podemos entenderlo a partir del influjo de Bergson en los
pensadores nacionales, en particular en el periodo anterior a la guerra del
Chaco. Con el vitalismo se daba una reacción frente al positivismo, que había
acaparado la atención a finales del siglo XIX y en el primer cuarto del XX
tanto entre pensadores paraguayos como latinoamericanos. Recordemos que Bergson a su vez asimiló
muchas ideas del espiritualismo europeo, con el que también se dio una reacción
frente al positivismo[9].
Considerando que Cardozo sostiene que esta onto-teología se empezó a
superar con la obra de pensadores como Juan Santiago Dávalos, y que éste poseía
un fuerte influjo del pensamiento de Heidegger, podríamos apreciar que este
cambio de dirección estuvo asociado con la presencia notable de las ideas de
filósofos como del ya citado Heidegger, además de Ortega o Marx[10]
entre los pensadores paraguayos de ese tiempo.
Recapitulando estos pasajes de la historia de las ideas en el Paraguay
podríamos decir que con el positivismo se intentó lograr la independencia
intelectual de España (luego de la independencia, económica y política), luego,
con el vitalismo se llegó a una reacción frente al positivismo, pero continuando
con la “onto-teología” que era en verdad propia de todo el pensamiento
occidental, hasta que de la mano de Heidegger los pensadores paraguayos
empiezan a divisar también ese “olvido del ser” que se manifiesta en particular
en el campo de la filosofía de la Historia del Paraguay (si acaso cabe la
expresión).
[1] Cfr. Correo semanal, 14/12/02, p.
3.
[2] Ibíd., 24/11/02, p. 3.
[3] Ibídem.
[4] Ibídem.
[5] Ibídem. A partir de estos
planteamientos de Cardozo podríamos reflexionar sobre las dualidades entre el
ser y el tener, planteadas por filósofos como Erich Fromm o Gabriel Marcel.
[6] Correo Semanal. 24/11/02, p. 3.
[7] Véase la conferencia de Juan Andrés
Cardozo sobre Juan Santiago Dávalos, en el convivium de Filosofía de la U.C.,
año 2018. Disponible en web.
[8] Para más ideas sobre la
onto-teología puede revisarse el libro de Fernando Tellechea, “La filosofía
como reflexión sobre el hombre y la ciencia”, 2012, p. 100.
[9] Refiriéndose a Bergson dice Pedro
Chinaglia: “Fue uno de los grandes filósofos que más contribuyó a orientar la
Filosofía hacia los valores espirituales, liberándola de los prejuicios
materialistas”. En “La filosofía a través de los siglos”, p. 339.
[10] Sobre Marx puede consultarse el
ensayo “El materialismo histórico en el Paraguay” de Raúl Amaral.
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