Sociólogo, economista, historiador y filósofo alemán. Sus reflexiones giran
en torno al concepto de racionalidad. Recibió influencias del pensamiento de Marx (que lo
hayan llamado el “Marx burgués”[1]
nos expresa esto) y a su vez del historicismo alemán, en especial de Dilthey,
de quien toma su idea de la “comprensión”. Pertenece a la escuela alemana de la
teoría sociológica clásica, y sin lugar a dudas se constituye en uno de sus
principales representantes.
Entre sus obras cabe citar "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" (1904) y “Economía y sociedad” (1921).
1. Visión
de mundo
Weber es un pensador que pretende
hacer ciencia, y en tal afán trata de eludir constantemente cuestiones
metafísicas, sin embargo, tampoco quiere aceptar sin más una visión positivista
del mundo. Apela entonces a la distinción entre “comprender” y “explicar”
propuesta por Wilhem Dilthey, y así trata de darle un fundamento hermenéutico a
su investigación, rozando con ello, a través de un rodeo, la cuestión metafísica
(que desde Schleiermacher empezó a estar asociada con la hermenéutica, una
relación que se afianzará con el pensamiento de Martin Heidegger).
2. El
hombre
Una temática fundamental en el pensamiento de Weber, y uno de los
principales legados para el pensamiento posterior es el de la “acción social”,
que puede ser definida como un comportamiento mediado por procesos de
pensamiento.
Cuando se tiene un estímulo y una respuesta, sin intermediación de
procesos cognitivos, como en las reacciones reflejas, no se tiene una acción
social. De ahí la diferenciación que hace Weber entre conducta y acción social.
Pero existe otra distinción en relación con la psicología. Los psicólogos
estudian la conducta cognoscitiva, la conducta afectiva y la conducta operativa,
pero a Weber sólo le interesa el comportamiento individual en cuanto se
articula con las pautas de comportamiento, actitudes, roles sociales, instituciones
y valores de una sociedad.
Weber especifica su estudio al diferenciar cuatro tipos de acción social:
la acción con respecto a fines, la acción con respecto a valores, la acción
afectiva y la acción por tradición.
3. La
sociedad
3.1. La
racionalidad
Para Weber lo que mejor caracteriza al mundo moderno es la apuesta por
la racionalidad. Pero para comprender mejor esta idea consideremos que en el
pensamiento de Weber se dan cuatro principales tipos de racionalidad[2]:
la teórica, la práctica, la formal y la sustantiva.
Weber también centró su interés en la creciente racionalización del
mundo moderno, y puso como ejemplo principal a las enormes burocracias
estatales y al capitalismo (los principales ejemplos de la denominada
racionalidad formal). Para Weber el predominio de la racionalidad formal
terminará metiendo a la sociedad moderna dentro de una “jaula he hierro”.
En relación con este planteamiento, tenemos en nuestro tiempo a
sociólogos como George Ritzer, quien
sostiene que los principales exponente de la racionalización moderna son las
empresas de comida rápida, a las que asoció con su lema de la “macdonalización
de la sociedad”; o también Zygmund Bauman,
para quien la racionalización de occidente se ejemplifica mejor con el
“holocausto” nazi (algo de lo que los exponentes de la Escuela de Franckfort ya
antes habían hablado).
Podemos pensar que de alguna u otra manera los planteamientos de Durkheim sobre la división del trabajo
social vienen a desembocar en la idea de racionalidad sostenida por Weber. Esto
se hace claro al considerar que la división del trabajo busca una mayor
eficiencia, control, predictibilidad y calculabilidad en los procesos
productivos.
Para Weber, la creciente racionalización de todas las esferas de la
sociedad y la cultura desemboca en un espacio tenebroso, el desencantamiento del mundo, frente al que en la actualidad se
da, también según Ritzer, un reencantamiento, a través del consumo intenso[3].
3.2. La
ética
En el campo de la ética es
importante la distinción que hace Weber entre ética de la convicción y ética de
la responsabilidad (en su escrito “Política como vocación”). En la primera
forma se atiende exclusivamente a los ideales o visiones de mundo que se trata
de realizar con la acción, sin considerar los efectos o implicancias de los
medios utilizados para llegar a ellos; en la ética de responsabilidad la acción
está atenta a las consecuencias de los medios que permitan llegar a los fines
deseados.
(Extracto de "Robert León Helman. Una mirada hacia el infinito. Ensayo sobre el pensamiento moderno").
[3]
George Ritzer. Teoría sociológica clásica, ed. cit., p. 78, 250, 397.
También Ritzer planteó la idea de los nuevos “templos del consumo”, véase
Zygmund Bauman. La modernidad líquida. F.C.E., Bs. As., 2004, p. 79.
No hay comentarios:
Publicar un comentario