jueves, 21 de mayo de 2020

A CIEN AÑOS DE LA MUERTE DE MAX WEBER (1864-1920)


   Sociólogo, economista, historiador y filósofo alemán. Sus reflexiones giran en torno al concepto de racionalidad. Recibió  influencias del pensamiento de Marx (que lo hayan llamado el “Marx burgués”[1] nos expresa esto) y a su vez del historicismo alemán, en especial de Dilthey, de quien toma su idea de la “comprensión”. Pertenece a la escuela alemana de la teoría sociológica clásica, y sin lugar a dudas se constituye en uno de sus principales representantes.
    Entre sus obras cabe citar "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" (1904) y “Economía y sociedad” (1921).

1. Visión de mundo
Weber es un pensador que pretende hacer ciencia, y en tal afán trata de eludir constantemente cuestiones metafísicas, sin embargo, tampoco quiere aceptar sin más una visión positivista del mundo. Apela entonces a la distinción entre “comprender” y “explicar” propuesta por Wilhem Dilthey, y así trata de darle un fundamento hermenéutico a su investigación, rozando con ello, a través de un rodeo, la cuestión metafísica (que desde Schleiermacher empezó a estar asociada con la hermenéutica, una relación que se afianzará con el pensamiento de Martin Heidegger).  

2. El hombre
     Una temática fundamental en el pensamiento de Weber, y uno de los principales legados para el pensamiento posterior es el de la “acción social”, que puede ser definida como un comportamiento mediado por procesos de pensamiento.
     Cuando se tiene un estímulo y una respuesta, sin intermediación de procesos cognitivos, como en las reacciones reflejas, no se tiene una acción social. De ahí la diferenciación que hace Weber entre conducta y acción social.
     Pero existe otra distinción en relación con la psicología. Los psicólogos estudian la conducta cognoscitiva, la conducta afectiva y la conducta operativa, pero a Weber sólo le interesa el comportamiento individual en cuanto se articula con las pautas de comportamiento, actitudes, roles sociales, instituciones y valores de una sociedad.
    Weber especifica su estudio al diferenciar cuatro tipos de acción social: la acción con respecto a fines, la acción con respecto a valores, la acción afectiva y la acción por tradición.

3. La sociedad

3.1. La racionalidad
     Para Weber lo que mejor caracteriza al mundo moderno es la apuesta por la racionalidad. Pero para comprender mejor esta idea consideremos que en el pensamiento de Weber se dan cuatro principales tipos de racionalidad[2]: la teórica, la práctica, la formal y la sustantiva.
     Weber también centró su interés en la creciente racionalización del mundo moderno, y puso como ejemplo principal a las enormes burocracias estatales y al capitalismo (los principales ejemplos de la denominada racionalidad formal). Para Weber el predominio de la racionalidad formal terminará metiendo a la sociedad moderna dentro de una “jaula he hierro”.
     En relación con este planteamiento, tenemos en nuestro tiempo a sociólogos como George Ritzer, quien sostiene que los principales exponente de la racionalización moderna son las empresas de comida rápida, a las que asoció con su lema de la “macdonalización de la sociedad”; o también Zygmund Bauman, para quien la racionalización de occidente se ejemplifica mejor con el “holocausto” nazi (algo de lo que los exponentes de la Escuela de Franckfort ya antes habían hablado).
   Podemos pensar que de alguna u otra manera los planteamientos de Durkheim sobre la división del trabajo social vienen a desembocar en la idea de racionalidad sostenida por Weber. Esto se hace claro al considerar que la división del trabajo busca una mayor eficiencia, control, predictibilidad y calculabilidad en los procesos productivos.  
   Para Weber, la creciente racionalización de todas las esferas de la sociedad y la cultura desemboca en un espacio tenebroso, el desencantamiento del mundo, frente al que en la actualidad se da, también según Ritzer, un reencantamiento, a través del consumo intenso[3].

3.2. La ética
     En el campo de la ética es importante la distinción que hace Weber entre ética de la convicción y ética de la responsabilidad (en su escrito “Política como vocación”). En la primera forma se atiende exclusivamente a los ideales o visiones de mundo que se trata de realizar con la acción, sin considerar los efectos o implicancias de los medios utilizados para llegar a ellos; en la ética de responsabilidad la acción está atenta a las consecuencias de los medios que permitan llegar a los fines deseados.

(Extracto de "Robert León Helman. Una mirada hacia el infinito. Ensayo sobre el pensamiento moderno").



[1] Cfr. Irving Zeitlin. Ideología y teoría sociológica. Amorrortu, Bs. As., 1993, p. 127.
[2] Según la clasificación hecha por Stephen Kalberg.
[3] George Ritzer. Teoría sociológica clásica, ed. cit., p. 78, 250, 397. También Ritzer planteó la idea de los nuevos “templos del consumo”, véase Zygmund Bauman. La modernidad líquida. F.C.E., Bs. As., 2004, p. 79.

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