miércoles, 27 de mayo de 2020

INTRODUCCIÓN A “PENSADO Y ESCRITO. COLECCIÓN DE ENSAYOS FILOSÓFICOS BREVES”


   Decía Francis Bacon que la lectura hace al hombre completo, que la conversación lo hace ágil y que la escritura lo hace preciso;  y más aun, cuando pensamos en el marco de la filosofía, la búsqueda de precisión es tan fundamental como la búsqueda de un tono expresivo adecuado. Y es en medio de estos trajines intelectuales que presentamos aquí una serie de ensayos filosóficos breves, con el propósito de invitar a los lectores a la aventura filosófica, que se recrea a su vez por la lectura, la conversación y la escritura.   
   Dentro de un contexto auto-biográfico, podemos decir que la posibilidad de escribir en revistas estudiantiles así como las exigencias de presentación de ensayos puntuables para las materias de la carrera de filosofía, me permitieron darme cuenta que mis reflexiones más íntimas se habían moldeado de acuerdo a la formación académica que estaba recibiendo; y con ello, los pasos que fui dando en mi desarrollo intelectual y espiritual  contaban con el resguardo y el basamento de mi entorno cultural, y esto, a pesar de que los culebreos impredecibles de mis ideas parecían partir desde cuestionamientos personales. Es inevitable, nuestra cultura piensa en nosotros y nosotros pensamos en nuestra cultura.
    Y esta misma cultura me entregó tres caminos para descubrir en ellos a mi alma: la espiritualidad (que para mí es simplemente la observación), el arte (como acceso a la experiencia estética) y el pensamiento (en especial la filosofía, que tiene en la presente obra un testimonio).


ÍNDICE

0. Introducción……………………………………………………….……7
1. Artículos y ensayos académicos………………………………………9
1.1. A ciento cincuenta años de la muerte de Schopenhauer…..……..9
1.2. A cincuenta años de la muerte de Albert Camus………..…........11
1.3. A cien años de la muerte de Wilhem Dilthey…………………....13
1.4. La ética sobre un suelo abismal…………………………………...17
1.5. Sobre la democracia y la universidad………………...…….…….22
1.6. Ideas generales sobre el arte y la contemplación estética en Schopenhauer……………………………………………………………24
1.7. Heidegger y la metafísica……………………………………….....30
1.8. La ética kantiana…………………………………………………....35
1.9. Ideas básicas sobre el origen de la tragedia de Nietzsche a la luz del pensamiento de Schopenhauer………………………...…………..39
1.10. En torno a Salazar Bondy y Leopoldo Zea……………………...44
1.11. Sobre Duserl, Levinas y el pensamiento latinoamericano….....47
1.12. Protágoras y el problema del hombre………………………..….49
1.13. El krausismo, el positivismo y el espíritu del modernismo literario en el Paraguay………………………………………………....57
1.14. El fin de la historia en la postmodernidad filosófica……….….59
2. Pequeños estudios sobre pensadores……………………………….62
2.1. Algunas cuestiones sobre Max Weber……………………………62

Enlace al libro completo:
 https://drive.google.com/file/d/1bHLmNk-9uhPgRri9_HwmKKk1kl4qlR5L/view?usp=sharing


jueves, 21 de mayo de 2020

A CIEN AÑOS DE LA MUERTE DE MAX WEBER (1864-1920)


   Sociólogo, economista, historiador y filósofo alemán. Sus reflexiones giran en torno al concepto de racionalidad. Recibió  influencias del pensamiento de Marx (que lo hayan llamado el “Marx burgués”[1] nos expresa esto) y a su vez del historicismo alemán, en especial de Dilthey, de quien toma su idea de la “comprensión”. Pertenece a la escuela alemana de la teoría sociológica clásica, y sin lugar a dudas se constituye en uno de sus principales representantes.
    Entre sus obras cabe citar "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" (1904) y “Economía y sociedad” (1921).

1. Visión de mundo
Weber es un pensador que pretende hacer ciencia, y en tal afán trata de eludir constantemente cuestiones metafísicas, sin embargo, tampoco quiere aceptar sin más una visión positivista del mundo. Apela entonces a la distinción entre “comprender” y “explicar” propuesta por Wilhem Dilthey, y así trata de darle un fundamento hermenéutico a su investigación, rozando con ello, a través de un rodeo, la cuestión metafísica (que desde Schleiermacher empezó a estar asociada con la hermenéutica, una relación que se afianzará con el pensamiento de Martin Heidegger).  

2. El hombre
     Una temática fundamental en el pensamiento de Weber, y uno de los principales legados para el pensamiento posterior es el de la “acción social”, que puede ser definida como un comportamiento mediado por procesos de pensamiento.
     Cuando se tiene un estímulo y una respuesta, sin intermediación de procesos cognitivos, como en las reacciones reflejas, no se tiene una acción social. De ahí la diferenciación que hace Weber entre conducta y acción social.
     Pero existe otra distinción en relación con la psicología. Los psicólogos estudian la conducta cognoscitiva, la conducta afectiva y la conducta operativa, pero a Weber sólo le interesa el comportamiento individual en cuanto se articula con las pautas de comportamiento, actitudes, roles sociales, instituciones y valores de una sociedad.
    Weber especifica su estudio al diferenciar cuatro tipos de acción social: la acción con respecto a fines, la acción con respecto a valores, la acción afectiva y la acción por tradición.

3. La sociedad

3.1. La racionalidad
     Para Weber lo que mejor caracteriza al mundo moderno es la apuesta por la racionalidad. Pero para comprender mejor esta idea consideremos que en el pensamiento de Weber se dan cuatro principales tipos de racionalidad[2]: la teórica, la práctica, la formal y la sustantiva.
     Weber también centró su interés en la creciente racionalización del mundo moderno, y puso como ejemplo principal a las enormes burocracias estatales y al capitalismo (los principales ejemplos de la denominada racionalidad formal). Para Weber el predominio de la racionalidad formal terminará metiendo a la sociedad moderna dentro de una “jaula he hierro”.
     En relación con este planteamiento, tenemos en nuestro tiempo a sociólogos como George Ritzer, quien sostiene que los principales exponente de la racionalización moderna son las empresas de comida rápida, a las que asoció con su lema de la “macdonalización de la sociedad”; o también Zygmund Bauman, para quien la racionalización de occidente se ejemplifica mejor con el “holocausto” nazi (algo de lo que los exponentes de la Escuela de Franckfort ya antes habían hablado).
   Podemos pensar que de alguna u otra manera los planteamientos de Durkheim sobre la división del trabajo social vienen a desembocar en la idea de racionalidad sostenida por Weber. Esto se hace claro al considerar que la división del trabajo busca una mayor eficiencia, control, predictibilidad y calculabilidad en los procesos productivos.  
   Para Weber, la creciente racionalización de todas las esferas de la sociedad y la cultura desemboca en un espacio tenebroso, el desencantamiento del mundo, frente al que en la actualidad se da, también según Ritzer, un reencantamiento, a través del consumo intenso[3].

3.2. La ética
     En el campo de la ética es importante la distinción que hace Weber entre ética de la convicción y ética de la responsabilidad (en su escrito “Política como vocación”). En la primera forma se atiende exclusivamente a los ideales o visiones de mundo que se trata de realizar con la acción, sin considerar los efectos o implicancias de los medios utilizados para llegar a ellos; en la ética de responsabilidad la acción está atenta a las consecuencias de los medios que permitan llegar a los fines deseados.

(Extracto de "Robert León Helman. Una mirada hacia el infinito. Ensayo sobre el pensamiento moderno").



[1] Cfr. Irving Zeitlin. Ideología y teoría sociológica. Amorrortu, Bs. As., 1993, p. 127.
[2] Según la clasificación hecha por Stephen Kalberg.
[3] George Ritzer. Teoría sociológica clásica, ed. cit., p. 78, 250, 397. También Ritzer planteó la idea de los nuevos “templos del consumo”, véase Zygmund Bauman. La modernidad líquida. F.C.E., Bs. As., 2004, p. 79.

miércoles, 13 de mayo de 2020

INTRODUCCIÓN A “UNA MIRADA HACIA EL INFINITO. ENSAYO SOBRE EL PENSAMIENTO MODERNO”.


     El pensamiento moderno ha sido la base espiritual de una profunda transformación en la forma de concebir el tiempo. Guiado la mayoría de las veces por un afán de superar cuanto límite se interponga en su camino, sea tradición, sea divinidad, sea la naturaleza, sea el hombre mismo, el modernismo se ha hecho algo semejante a una flecha tirada hacia el cielo, o utilizando imágenes más actuales, una sonda espacial arrojada hacia la inmensidad del cosmos, mas, quedémonos con una última comparación que mejor nos satisface, por su relación con dimensiones anímicas y mentales: una mirada lanzada hacia el infinito.
     Y esto nos parece pertinente, porque hemos encontrado límites físicos en nuestro planeta, lo que viene asociado con la degradación ambiental y con los conflictos intermediados por el uso de la violencia (que tiene a las armas de destrucción masiva su ejemplo más lamentable), por ello, es necesario que esta mirada hacia el infinito no se dirija sólo hacia el exterior, lo que ha sido uno de los caracteres de la modernidad (aquella que ha idolatrado a la racionalidad instrumental), sino que también pueda direccionarse hacia la interioridad del ser humano, de modo a que aumenten sus niveles de conciencia. Y a partir de ese despertar de la conciencia,  el hombre podrá apuntalar sus facultades creativas, necesarias para construir un mundo más tolerable, tanto a nivel individual, social, como ambiental.
     La ilustración y el romanticismo son los dos senderos principales por donde se ha desplegado el pensamiento moderno en su etapa de madurez; el desarrollo de los planteamientos ilustrados se ha embotado en una fría racionalidad formal; mientras que el romanticismo, que parecía haberse diluido en las periferias del pensamiento gracias a la arremetida del positivismo, ahora ha retomado vuelo con los planteamientos de los filósofos postmodernos. Los románticos anunciaron a los postmodernos, y también, quizá ahora el romanticismo sea la medicina para un postmodernismo que ha dejado ya el auge, el esplendor y la moda, y que necesita asentarse, serenarse, sin perder el goce y el entusiasmo que dona la vida del pensamiento[1].

   Hemos vuelto a utilizar nuestro modelo teórico orgánico (nacimiento, juventud, adultez y vejez), con pretensiones antes estéticas que estrictamente históricas[2]; y esto puede tener una justificación en el intento de direccionar el pensamiento por los causes de la historia de las ideas, buscando al mismo tiempo cosechar un gozo que contribuya en la construcción de una personalidad orientada hacia el cultivo del espíritu y abierta a los valores democráticos.
     Un valor, como es el cultivo del espíritu, al ser practicado aumenta la sensibilidad del hombre, y a partir de esta condición anímica se puede acceder a una experiencia estética radical, ya sea por el camino de las situaciones límites o de los estados de ánimo extremos.

  Pero volvamos a nuestro objeto de estudio, el pensamiento moderno. El modernismo implica un creciente proceso de secularización, que no siempre desemboca en el optimismo hacia las capacidades humanas de eliminar el sufrimiento, como en líneas generales se plantea, pues también existen desde posiciones moderadas hasta las pesimistas.
   Y esta cuestión consideramos importante, porque el mismo pensamiento moderno trae ya las raíces de los desengaños y hastíos asomados con fuerza ya en las décadas finales del siglo XX, y que continúan en nuestro tiempo ensombrecido. Una expresión de esto lo tenemos en la escena del cuadro de Friedrich que utilizamos como portada de nuestro ensayo, en donde una de las personas que observa el paisaje de lejanías yace en el suelo con signos de mareo y náuseas. ¿Y no es esa otra de las reacciones comunes frente a la modernidad?
   Entonces, en el pensar moderno que esbozamos aquí no buscamos precisamente apuntalar una visión optimista hacia el futuro, sino más bien des-cubrir el barro mísero en el que nos encontramos, y desde el cual, a través de la experiencia estética (y no precisamente desde la razón, la ciencia o la tecnología) proyectamos la mirada hacia el infinito.
      Las preguntas principales que queremos hacernos en este ensayo son: ¿cómo se despliega el pensamiento moderno a través de distintas etapas de la historia? ¿cómo se relacionan esas etapas entre sí?

    Para terminar, algunas alusiones a cuestiones formales. El criterio para agrupar a los filósofos o pensadores en cualquiera de las cuatro edades del desarrollo orgánico de la filosofía moderna es el año de nacimiento. Por ello, al inicio de cada estudio figura el nombre del filósofo e inmediatamente, entre paréntesis, los años de nacimiento y muerte (por supuesto, en caso de que ya que hayan fallecido).
     Luego generalmente hacemos alusión a la nacionalidad, a  la corriente de pensamiento a la que pertenece el pensador, a sus influencias recibidas, a sus obras principales y luego, como una especie de cuerpo del estudio, recorremos las temáticas que más lo caracterizan en el contexto de la historia del pensamiento.


[1] Cfr. Richard Appignanesi. Postmodernismo para principiantes. 1997, p. 173.
[2] Un modelo que es también un método de estudio, al que denominamos organicismo histórico-estético.



Índice
Introducción…………………………………………………………7
1.1. Niñez………………………………………………………...…11
1.2. Juventud…………………………………………………….....16
1.3. Madurez…………………………………………………….....26
1.4. Vejez……………………………………………………………39
1.4.1. Vejez-niñez…………………………………………………..41
1.4.2. Vejez-juventud………………………………………………64
1.4.3. Vejez-madurez……………………………………………....75
1.4.4. Vejez-vejez…………………………………………………...94
Conclusiones……..…………………………………………….…108
Glosario……………………………………………………………110
Bibliografía………………………………………………………..111

Enlace al ensayo completo:

https://drive.google.com/file/d/1D46sTQgkNi6LPUIXycMd7wgB5U4luw7p/view?usp=sharing

jueves, 7 de mayo de 2020

COMENTARIOS A “RECUERDOS DE RINCÓN”


RECUERDOS DE RINCÓN

Tupido el follaje por el sendero que lleva al cerro,
lleno de nostalgias de aquellos tiempos de juventud.
Encontrar el rancho que te recuerda a aquel viejo amigo,
que te dio una sombra, un terere y un mbaraca.

Cuando el horizonte pinta el rosario de la eterna amada,
Siento que el suspiro del viento agreste me da su voz,
Busco en el silencio de aquellos valles sus ojos negros,
Su canción lejana, su alma triste y su sencilla piedad….

Será  que Rincón llevará en sus sendas una añoranza,
Como una guarania que suena lejos de la ciudad,
Como aquel poema que vuela ufano entre nobles selvas,
Como aquel aliento lleno de un pulso de eternidad…

(2017).

Comentarios:
     Una compañía es una comunidad rural conectada generalmente, a no mucha distancia con un centro urbano. En ella pueda observarse una especie de transición entre la cultura agraria (tradicional) y la urbana (moderna). Muchas veces debido a esta situación socio-cultural se puede registrar de una manera dramática en la conducta de la gente el conflicto entre dos esquemas de valores (el tradicional y el moderno) que no terminan nunca de articularse.
    Un entorno natural y campesino sigue predominando sobre los signos arquitectónicos de lo urbano, aunque año tras año avanza la tala de árboles y la llegada de nuevos pobladores a la zona.
    La cultura tradicional se retrae en los artistas (generalmente músicos y poetas) y en los sabios del campo (arandu ka’aty) frente al avance vertiginoso de las pautas de comportamiento y valores urbanos.
    La identidad nacional sigue siendo una vivencia profunda en estos artistas y sabios, pero ya con interferencias para su difusión entre la población juvenil, al punto de que en muchas ocasiones estos actores sociales sólo encuentran interlocutores válidos entre contados estudiosos del arte y del pensamiento mítico.
     La degradación de la cultura paraguaya es menos notable en los espacios urbanos, en donde ya se ha hecho norma, pero en los contextos sociales en donde se cruzan lo rural y lo urbano, la impresión del quiebre de valores se da con una mayor claridad.


     Entre los años 2015 y 2016 visité con cierta asiduidad la compañía Rincón de Villarrica, en pos de trabajos artísticos junto a Patrocinio Morínigo y Arnulfo Morínigo. También fue una oportunidad para investigar sobre la cultura agraria paraguaya, que en aquel entonces permanecía ya como en sus últimos suspiros en la compañía, frente al avance incontenible del mundo urbano.
    Cada vez que iba a Rincón tenía la impresión de introducirme en una especie de isla boscosa, surcando por sus finos y viboreantes caminos de arena, respirando  intensamente el aire fragante que parecía bajar de los cerros cercanos.
   Al llegar a la casa de Patrocinio escuchaba historias de magia y de leyendas que alimentaban mi curiosidad por aquel valle de ensueños. Personajes de guitarras y de letras que dialogaban con el viento y con los bosques, y que contemplaban el amanecer en medio del canto de una serenata.
    Al regresar al centro de la ciudad, iba pensativo y melancólico, porque dejaba aquel lejano lugar que podía transportarme a un mundo de maravillas, mientras escuchaba la música de la naturaleza y los relatos de una cultura agraria que se despedía ante mi vista.

Interpretación en clave metafísica
     Los senderos de arena representan a las situaciones límites o a los estados de ánimo extremos que desembocan en la angustia, que es el estado de ánimo que abre a experiencia de la Nada y del ser en su totalidad (las Ideas o Arquetipos).
    “Encontrar el rancho que te recuerda a aquel viejo amigo”. El rancho simboliza a la Nada, en tanto que el viejo amigo simboliza a un maestro, que puede ser cualquier persona que te indique el camino hacia tu hogar, hacia el tu rancho interior, hacia la consciencia de la nada en ti.
     Las Ideas o Arquetipos están representadas por todo lo aquello que caracteriza al paisaje y al ambiente del mundo agrario paraguayo, el follaje de los árboles, los cerros, las plantaciones, la briza intensa, el silencio envolvente, etc.
    “La eterna amada” evoca a lo eterno femenino, que es el símbolo de las razones seminales de las que hablaran los estoicos y San Agustín, que representan a su vez a las Ideas en cuanto adquieren dinamismo.

Enlace al video de la canción:
https://drive.google.com/file/d/1D46sTQgkNi6LPUIXycMd7wgB5U4luw7p/view?usp=sharing