viernes, 28 de diciembre de 2018

RESUMEN DE PUBLICACIONES DEL AÑO 2018


01/18.

En busca de un mundo más tolerable. Ensayo sobre ética social.

https://drive.google.com/file/d/1pMc4vonXY3wgBVBwayAS8HrgCyJNkq9a/view?usp=sharing

-El último día. Cosecha de pensamientos 4.

https://drive.google.com/file/d/1TQoLX1Rkc24oR7Ua2K2eiP_VaP6Sm97D/view?usp=sharing

02/18.

Libros:

Entre la permanencia y el cambio. Reflexiones sobre la sociedad y la cultura.


-Paisajes Guaireños. Escritos de tierra adentro:


Videos:

Quisiera Volver (8). Por Robert León Helman.

https://youtu.be/wHsjvc7tIBQ

03/18.

Libros:

 -La mesura social. Ensayo sobre el pensamiento conservador.


-Llamado. Cosecha de pensamientos. Libro 5.

https://drive.google.com/file/d/1B36-A5PkToG-ivllVDPHidcAwBgfZ6PC/view

04/18.

Libros:

-El auto-trabajo. En torno a la formación del carácter.


-Vivir y filosofar. Cosecha de pensamientos, Libro 6.

https://drive.google.com/file/d/11-cWDTKrXD0XV9ENrTulC9MspTpB81f4/view?usp=sharing

05/18.

Libros:

-Como estudiar en la Universidad y escribir una tesina de filosofía. Ensayo sobre los desafíos del estudiante de filosofía.


-El problema del sueño. Colección de cuentos.

https://drive.google.com/file/d/1qjCx6KpNOO3pv9sZXxBFFbIMD-McqnJv/view?usp=sharing

06/18.

Libros:

-En torno a un mundo gris. Ensayo de filosofía social.


-Vivir, cantar y morir. Letras y comentarios a composiciones musicales.

https://drive.google.com/file/d/1FvK_eDBdfLvUWp2ZqrGhKQtCvv9S_tjx/view?usp=sharing

07/18.

Libros:

-La auto-ética. Ensayo sobre la vida humana individual.

https://drive.google.com/file/d/1VRaINLajNfL42IHyfByGnTDOXS6u1HAZ/view?usp=sharing

-Pensado y escrito. Colección de ensayos filosóficos breves.


Videos:

Susurros bajo la lluvia. Por Maccarena María Careaga.

https://youtu.be/K_MtyyJxJdc

08/18.

Libros:

-La Idea del Paraguay. Hacia una visión estética de la cultura paraguaya.


-Cierra los ojos. Colección de poemas filosóficos.

https://drive.google.com/file/d/1DA7guG1-48hsTiQJ-NTZYvYrScIn_qey/view?usp=sharing

09/18.

Libros:

-Una mirada hacia el infinito. Ensayo sobre el pensamiento moderno.


-De Paso. Colección de narraciones, descripciones y otras yerbas.

https://drive.google.com/file/d/1f5YWeq5KUv4HPhTZc-S0RPcqsIcYp2D-/view?usp=sharing

10/18.

Libros:

-Del pasivo al activo. Reflexiones sobre el dinero, los negocios y la economía.


-La Idea del Guairá. Ensayo sobre la historia cultural guaireña.


Videos:

-Recuerdos de Ava’i (1). Por Robert León Helman.

https://youtu.be/vnb_ZNgW3ho

11/18.

Libros:

-Leer, pensar y  escribir. Ensayo sobre los desafíos del estudioso:


-El camino. Cosecha de pensamientos, libro 3.


Videos:

-Sobre Adriano Irala Burgos (4). Por Fernando Tellechea Yampey.


-Sobre Adriano Irala Burgos (3). Por Fernando Tellechea Yampey.

https://youtu.be/QV9OHSLOkC0

-Sobre Adriano Irala Burgos (2). Por Fernando Tellechea Yampey.


-Sobre Adriano Irala Burgos (1). Por Fernando Tellechea Yampey.

https://youtu.be/x48OrH4XRUs

12/18.

Libros:

-Del campo a la ciudad y de la ciudad al campo. Ensayo sobre los procesos sociales del Paraguay.


-En pos de una utopía. Ensayo sobre el pensamiento socialista.

https://drive.google.com/file/d/1Dg6hFv6dsgz1MsnztZl1vjuu3ehEvH9C/view?usp=sharing

Videos:

-Sobre Juan Santiago Dávalos (1). Por Juan Andrés Cardozo.

https://youtu.be/aLfDsvdq--g

-Sobre Juan Santiago Dávalos (2). Por Juan Andrés Cardozo.

https://youtu.be/HzK0Sy9lIuI

-Sobre Juan Santiago Dávalos (3). Por Juan Andrés Cardozo.

https://youtu.be/5h-hkEcXgL8

-Quisiera Volver (9). Por Arnulfo Morínigo.

https://youtu.be/Zk-K9OML938

-Sobre Secundino Núñez (1). Por Juan Ramón Cano

https://youtu.be/qf7xhc9d4HQ

-Sobre Secundino Núñez (2). Por Juan Ramón Cano.

https://youtu.be/pkLMPDegi_Y

-Sobre Secundino Núñez (3). Por Juan Ramón Cano.

https://youtu.be/hRjZlt-zr5Y

-Recuerdos de Ava’i. Por José Irrazabal.

https://www.youtube.com/watch?v=e047KVECIFs&feature=youtu.be

-Quisiera volver (10). Por Felipe Villalba Britos.

https://www.youtube.com/watch?v=A37Z9PokldE&feature=youtu.be

jueves, 27 de diciembre de 2018

INTRODUCCIÓN A “EN POS DE UNA UTOPÍA. ENSAYO SOBRE EL PENSAMIENTO SOCIALISTA”


   Siempre nos ha llamado la atención el pensamiento socialista, de una manera particular porque constituye la contracara del pensamiento conservador (o ajustando términos, del liberal) dentro de la historia de las ideas políticas. Y básicamente, en el contexto de una democracia, o se tiene una mayor inclinación hacia el orden o hacia el cambio radical. De estas dos actitudes se desprenden las principales diferenciaciones entre el socialismo y el conservadurismo, siendo el liberalismo radical, con este criterio, más cercano al socialismo que al conservadurismo.

   Siguiendo con nuestro modelo investigación organicista, separaremos el tema de nuestra investigación en cuatro edades: niñez, juventud, madurez y vejez, en las cuales ubicaremos contenidos históricos que revelan diferencias que se asocian con los caracteres de cada una de estas etapas de la vida.

   Ciertamente las grandes ideologías, como es el caso del socialismo, han entrado en un periodo de descreimiento, luego de los numerosos desengaños que dejaron a su paso a lo largo del siglo XX; no obstante, ellas aun pueden despertar un sentido estético[1], aun en sus posturas más extremas, antes que nada para el goce del espíritu, y en segundo lugar, como un  producto residual, su estudio puede conducir a una postura crítica, en especial en lo que hace en una dimensión ya política.



   Muchas veces se plantea la estrecha relación entre los términos socialismo, comunismo y anarquismo, lo que en ocasiones produce también confusiones. Entonces, para mejorar nuestro panorama teórico, aquí trataremos de caracterizar a cada uno de estos términos.  

   El comunismo en líneas generales se relaciona con un estadio utópico en el cual todos los hombres disfrutarán de una libertad e igualdad plenas, en donde no será ya necesaria la participación del estado, ya que el hombre recuperará su bondad natural. Una vez planteado esto, las divergencias surgen cuando se consideran los posibles caminos para llegar al comunismo.

    El anarquista dirá que es necesario destruir toda norma o ley, en cualquier ámbito de la sociedad o la cultura, que aprisionan a la natural bondad del ser humano. En tal sentido, apuestan a un enfoque destructivo antes que organizador de las masas.

   Y en efecto, es el socialismo la ideología que plantea la necesidad de organizar a las masas sociales en orden a encaminarlas hacia el logro del comunismo. Pero dentro del socialismo a su vez existen divergencias, ya que por una parte los marxistas insisten en que es necesaria una revolución social que transforme radicalmente los modos de producción, manteniendo no obstante un estado dictatorial dirigido por el proletariado; por otra parte, la social democracia, sostiene que se puede llegar al comunismo a través de reformas sucesivas, desde una pugna democrática con otras visiones ideológicas.

   Sin embargo, muchas veces estos términos se usan de distintas maneras, por ejemplo, a los socialistas revolucionarios, también llamados marxistas, se los suele llamar comunistas; o en otros casos, cuando se habla de socialismo se incluye también a los anarquistas, lo que sucede también con nosotros, que abordamos al anarquismo dentro de lo que llamamos el periodo juvenil del pensamiento socialista.  

   De todas maneras, cuando sea pertinente, trataremos de adaptar los términos al contexto de las ideas que  estemos desarrollando.





[1] Cfr. R.L.H. En torno a un mundo gris. Ensayo de filosofía social. Interiora terrae, Asunción, 2013, p. 26.
Enlace al ensayo completo:

https://drive.google.com/file/d/1Dg6hFv6dsgz1MsnztZl1vjuu3ehEvH9C/view?usp=sharing

viernes, 14 de diciembre de 2018

INTRODUCCIÓN A “DEL CAMPO A LA CIUDAD Y DE LA CIUDAD AL CAMPO. ENSAYO SOBRE LOS PROCESOS SOCIALES DEL PARAGUAY”


   El Paraguay pasó de ser en sus orígenes una sociedad agraria, a ser ya en nuestros tiempos otra preponderantemente urbana, situación que viene aparejada con una transformación de la visión de mundo del paraguayo, que sin dejar de ser un hombre de costumbres agrarias, comienza a pensar y a sentir como urbano[1].

     Pero no queremos olvidar, que si acaso queremos mantener nuestra identidad como paraguayos, es necesario volver a nuestras raíces agrarias, no precisamente a través de una forma de retroceso tecnológico hacia una sociedad rural, sino a partir de la conservación y la reflexión de los valores que han conformado a la nación paraguaya y que en tiempos de desarrollo urbano deben ser constantemente recreados y reasumidos.



   Lo que en este ensayo trataremos de hacer es un esbozo de los escenarios de esta transformación espiritual que se viene gestando desde los mismos inicios de la historia paraguaya, hasta los críticos momentos que hoy nos toca experimentar.

   La modernidad constituyó en occidente todo un proceso de crisis que significó, el paso de una sociedad eminentemente agraria a otra de tipo urbana. Uno de los principales factores que intensificó esta transformación fue el desarrollo industrial.

   En el Paraguay la modernidad tuvo sus propias peculiaridades, fue parcial, conservadora y tardía. Y vino asociada con características propias, por ejemplo, la masiva migración de los campos hacia las ciudades no se canalizó mayoritariamente hacia el sector industrial, sino hacia el sector terciario (comercio y servicios) pero de un tipo informal y precario.

  

   En las ciudades a grandes rasgos se deja de confiar ya en la divinidad, en los santos y en los milagros, para apostar por la acción transformadora del hombre, que a través de la racionalidad puede llegar al desarrollo de sus sociedades y culturas.

   Pero ciertamente, en el Paraguay no se da un quiebre radical entre visión tradicional y visión moderna del mundo, antes bien, la cultural agraria pervive en las ciudades (por ejemplo el guaraní sigue siendo usado en algunos ámbitos urbanos) mientras la cultura moderna penetra los espacios rurales, en particular a través de los medios de comunicación, la migración, y aun por  procesos educativos.   





[1] Se han dado varias denominaciones a este pasaje de lo rural a lo urbano, por ejemplo, José N. Morínigo habla de sociedades de “desarrollo dual”, Luis Galeano habla de “sociedad dislocada” y  Vicente Sarubbi Zaldivar apunta a la coexistencia de tres formas de sociedad (segmentaria, estratificada y diferenciada) basándose en ideas de Niklas Luhmann.
Enlace al ensayo completo:

https://drive.google.com/file/d/1WACa09hK8t73psKvDNTV10J95G_2pNNO/view?usp=sharing

viernes, 23 de noviembre de 2018

INTRODUCCIÓN A “EL CAMINO. COSECHA DE PENSAMIENTOS. LIBRO 3”


   Toda gran aventura posee un comienzo, una raíz, aunque se sitúe en medio de la monotonía de la cotidianeidad. Y la lectura, la reflexión y la escritura son grandes aventuras, que parten desde decisiones radicales, considerando toda la miseria material y espiritual que acompaña a la vida humana. Y así, este pequeño libro es la raíz de un árbol que continua dando frutos, o en otras palabras, aludiendo al título de la obra, es el camino (la palabra método se deriva de los términos griegos “metha”: más allá, y “odos”: camino) a partir del cual se ramifican otros varios.



   La escritura fragmentaria posee una larga historia en lo que hace a la literatura filosófica, por citar unos pocos ejemplos, podemos recordar que gran parte de los escritos conservados de estoicos y epicúreos son cortos pero intensos; también, ya en la modernidad, Schopenhauer incursionó en los micro escritos, y a su vez su discípulo Friedrich Nietzsche,  a quien quizá sus constantes ataques de migrañas sólo le permitían escribir de esa manera.

   No importa mucho la forma en que nos iniciemos en la escritura filosófica, más vale mantener encendida la llama del asombro ante el mundo, el hombre y la sociedad, para así encontrar un sendero que nos permita seguir creyendo en el pensamiento como una irrenunciable medicina para los dramas humanos.

   Al final, como daba entender David Hume al culminar la demolición del dogmatismo de su época, lo que también podemos esperar de la filosofía es “modestia y humildad”[1], y ¿porque no? También una pisca (o mejor una buena dosis) de ironía ante las circenses imágenes de nuestro mundo.







[1] David Hume. Letter from a Gentleman. Citado en David Hume. Tratado de la naturaleza humana. Estudio preliminar. Folio, Barcelona, 2000, p. 36.
Enlace al libro completo:

viernes, 9 de noviembre de 2018

INTRODUCCIÓN A “LEER, PENSAR Y ESCRIBIR. ENSAYO SOBRE LOS DESAFÍOS DEL ESTUDIOSO”


     La vida humana consiste en una constante búsqueda de satisfacer las innumerables necesidades que la inquietan, y en tal sentido, la actividad intelectual se constituye en un medio de llevar adelante este afán. El cultivo intelectual está compuesto a nuestro entender de tres etapas: leer, pensar y comunicar (ya sea de modo escrito y oral)

     La actividad intelectual, a pesar de requerir un esfuerzo   constante y una preparación exigente, está repleta de goces que pueden ser estimulados conscientemente desde el conocimiento de principios y normas que lo propicien y lo refuercen. Y aquí nos propondremos seguir ambos direccionamientos, la técnica y el goce que nos permita leer, pensar y escribir mejor.

     Pero, ¿Qué es leer, pensar y escribir? Leer es “des-cifrar” el pensamiento de otro (u otros, ya que la actividad intelectual posee un esencial sentido cultural, es decir colectivo); pensar es “conectar” conceptos, juicios y razonamientos; y escribir es “cifrar” el propio pensamiento para luego comunicarlo (en tal sentido comunicativo, en paralelo con la escritura se encuentra el diálogo o la disertación).

   La lectura, el pensamiento y la escritura se alimentan recursivamente, es decir, el punto de partida de toda actividad intelectual integral, la lectura, se despliega en el pensamiento, da sus frutos en la escritura, y vuelve a sus raíces, la lectura (una lectura que al ser aquella que uno mismo ha escrito se potencia aun más).

   A medida que las lecturas se van amontonando, en especial en tiempos de la juventud, uno va encontrando en sí mismo un mejor terreno para sembrar como pequeñas semillas la actividad del pensamiento, para luego esperar la gratificante cosecha de la escritura. Siguiendo con la alusión a periodos de vida, podemos decir que el momento supremo para el pensamiento y la escritura es en la madurez[1]. 

   Decía a propósito de estas cuestiones Francis Bacon: “La lectura hace al hombre completo, la escritura le hace preciso y la conversación le hace ágil”; y suponemos que una persona cultivaba en la lectura y la escritura, en una conversación desarrolla también un pensamiento acorde a su preparación.



   En este ensayo seguiremos sosteniendo los valores fundamentales que propusimos en nuestro escrito sobre la auto-ética: ocio, aislamiento, serenidad y cultivo del espíritu[2].

   Valorar al ocio no implica alentar a la mísera haraganería, antes bien, significa incentivar la realización de las actividades más encumbradas del espíritu humano: leer, pensar y escribir. Es indiscutible que necesitamos tiempo para realizar estas actividades intelectuales, tiempo que puede ser mucho o poco, pero que de todas maneras consideramos como tiempo de ocio aprovechable para el cultivo del espíritu.



   A grandes rasgos, leer, pensar y escribir constituyen a las actividades que llamamos comúnmente estudiar; y a su vez, siguiendo a Salas Parrilla, se puede decir que cuatro son los factores que condicionan el éxito en los estudios: los conocimientos previos, la capacidad intelectual, las técnicas de estudio y la motivación. Pero aquí queremos separar al cuarto de estos puntos para fijarnos mejor él.

   La motivación, junto a la relajación y a la atención constituyen factores internos que influyen intensamente en el rendimiento intelectual. De ahí que implícitamente, cuando el citado autor alude a la motivación, también hace referencia a la relajación y a la atención. De hecho, poco nos serviría una intensa motivación si es que no podemos concentrarnos ni relajarnos para llevar adelante nuestros estudios o investigaciones.



   También, podemos plantear que para una educación que impulsa a los valores democráticos, el cultivo de las habilidades verbales, como la interpretación de textos, el pensamiento, la escritura y la retórica, deberían convertirse en ejes de la formación del ciudadano. Por supuesto, con esto no queremos que surja una quijotesca generación que luche contra “molinos de viento” para alcanzar la utopía, no, simplemente necesitamos más de los juegos contrapuestos que nos dona la democracia, como aquellos que se dan entre la crítica y el consenso, entre la búsqueda de la libertad y los esfuerzos por la igualdad, entre la claridad de la inteligencia y de los impulsos de la acción. No es mucho pedir, puesto que ya estamos en el camino del esfuerzo social, es empezar a hacer de una vez una apuesta consciente, es implantar algo de vida en las maquinales pautas de la educación.



[1] Precisemos aquí que nos referimos principalmente a la escritura en prosa, pues en la juventud tenemos en su  cenit a la escritura en verso, pues ella es la edad poética por excelencia.
[2] R.L.H. La auto-ética. Reflexiones sobre la vida humana individual. Interiora terrae, Asunción, 2014, p. 28-32.
Enlace al ensayo completo:

https://drive.google.com/file/d/18gG_CeELdzAoriDjxJ_V78J7ePeeVS5w/view?usp=sharing

viernes, 26 de octubre de 2018

INTRODUCCIÓN A “LA IDEA DEL GUAIRÁ. ENSAYO SOBRE LA HISTORIA CULTURAL GUAIREÑA”


   Conocer, valorar y reflexionar sobre nuestra cultura, sea nacional, o regional (como tratamos de hacerlo en el presente ensayo), no es una mera cuestión de romanticismos baratos, o la simple expresión de banales pensamientos ociosos, es una necesidad perentoria para tratar de afianzar y reconstruir constantemente nuestra propia identidad, sea esta individual o social.

   Consideremos que sin una identidad sólidamente arraigada en nosotros y en nuestra cultura, somos presas fáciles para el avasallamiento de nuestras fronteras tanto espirituales como materiales. En tal sentido al debilitarse nuestra identidad perdemos nuestra libertad en distintos grados, una pérdida que no nos afecta sólo a nivel cultural, sino que también se extiende en campos como lo social y hasta lo económico.
   Muchas veces se piensa que el estado debería hacerse cargo de afianzar la identidad nacional y regional, sea a través de la educación, del turismo, de las campañas por medios masivos de comunicación, etc, pero la necesidad de forjarse una identidad, no es una cuestión solamente macro social o macro cultural, es también un afán individual y grupal, que necesita hacerse auto-consciente en cada ciudadano para generar aun más intensidad a nivel social. 

   Y persiguiendo tales inquietudes el presente ensayo puede encontrar alguna justificación, que ciertamente no es sencilla plasmarla conscientemente, porque antes que nada tiene motivaciones estéticas, y aun lúdicas; pero ¿por qué no intentarlo? ¿por qué no tratar de extender sus alcances hacia objetivos nacionales y regionales? No nos cuesta nada, entonces hagámoslo... 



    A muchos nos gusta caminar por la historia, por el pensamiento y el arte, es lo que sucede cuando los espacios geográficos se llenan de sentido estético, una vez que se desprenden de ellos las imágenes de las vidas de los hombres que por ellos han trajinado tanto en el sufrimiento como en la dicha.

   Y caminar por Villarrica es asi, es descubrir un inagotable tesoro espiritual que nunca termina de asombrarnos. Recordemos aquí unas bellas imágenes que nos pinta Artemio Franco Preda cuando se refiere a los parajes guaireños:

“El aire de transparencias indefinibles, que avizora a la más recatada intimidad del paisaje, nos invita a reconcentrarnos, sobre todo al agonizar la tarde, cuando los débiles rayos del sol, dan la nota de melancolía a los campos”[1].



   Para la formación de este ensayo, de nuevo hemos apelado a nuestro modelo organicista, desplegado en estadios de niñez, juventud, madurez y vejez. De esta manera, hemos conectado a nuestras reflexiones con las mismas analogías hechas cuando nos ocupamos de la historia cultural del Paraguay[2]. Hablando metafóricamente, podemos decir que asi como cuando en una pequeña laguna arrojamos una piedra, quebrando el cristal líquido en ondas concéntricas, lanzando inmediatamente otra, veremos como estos flujos de ondas no se estorban ni distorsionan, van y vuelven casi armónicamente, creando una danza elemental y llamativa; y asi también, la cultura paraguaya y la cultura guaireña se inter fecundan, repitiendo cada una de ellas el movimiento espiritual de la otra, tal como la magnífica danza acuática que hemos imaginado.






[1] Artemio franco Preda. El Guairá y su aporte a la cultura paraguaya. Villarrica, Paraguay, 2003.
[2] Cfr. R.L.H. La Idea del Paraguay. Hacia una visión estética de la cultura paraguaya. Interiora terrae, Asunción, 2014.
Enlace al ensayo completo:

https://drive.google.com/file/d/10-qGcDP475dh01_ewrHFszOSJNAFjWi7/view?usp=sharing

viernes, 12 de octubre de 2018

INTRODUCCIÓN A “DEL PASIVO AL ACTIVO. REFLEXIONES SOBRE EL DINERO, LOS NEGOCIOS Y LA ECONOMÍA”


INTRODUCCIÓN



   En el mundo moderno (y por extensión también el postmoderno[1]), manejar el dinero no tiene que ver sólo con un medio de poder solventar las necesidades fundamentales o para gozar de la vanidad y el poder, también se relaciona con tratar de hacer de nuestra mísera cotidianeidad[2] una experiencia más tolerable.

   Y esta experiencia tolerable, en medio de un mundo complejo, exige el desarrollo en todas las dimensiones del individuo, como un ser consigo mismo, con los demás y con la naturaleza. Y asi, aunque en este ensayo en gran medida nos ocupemos de la vida económica del individuo, no dejaremos de tener en cuenta (por lo menos implícitamente) las relaciones de las ideas aquí propuestas con los marcos sociales y ambientales.



   Schopenhauer dividía los bienes humanos en tres[3]: lo que uno es, lo que uno representa y lo que uno tiene, y en tal sentido, estableciendo una jerarquía entre estos bienes, podemos sostener que “lo que uno tiene” adquiere importancia sólo en la medida en que nos permite cultivar la riqueza espiritual[4], es decir, “lo que uno es”.

   Toda necesidad insatisfecha va a acompañada de distintos grados de dolor, los que su vez terminan con la satisfacción¸ que va acompañada de placer. Pero una necesidad satisfecha siempre es el trampolín para la aparición de otras, que reclaman atención a través del mismo dolor.



   En un contexto meramente político, creemos que el conservadurismo constituye la forma ideológica que directamente ofrece mejores condiciones para los negocios, e indirectamente mejores situaciones para el cultivo del espíritu, sencillamente por anteponer el orden, la mesura y el consenso, frente al planteamiento conflictivo y revolucionario de ideologías radicales (sean de líneas socialistas o liberales).

   Consideremos que estamos en un mundo socio-cultural creado por la burguesía, por lo cual, para manejarnos en él con eficiencia debemos atender las pautas de comportamiento del burgués, y ni que decir en el hipotético caso de que alguno pretenda transformar el modo de vida actual (El más grande pensador socialista, Carlos Marx, se convirtió en uno de los grandes intérpretes del mundo burgués-capitalista). Incluso tomando en cuenta lo anterior, es necesario reparar en que el mismo capitalismo sufre distintos grados de transformación a lo largo de la historia, estando en la actualidad, como lo plantean algunos estudiosos, en una etapa fluida y disuelta, por no decir libre y hasta descontrolada. 

   También tengamos en cuenta que en el contexto de costumbres consumistas, la racionalidad propia del burgués (atento a sus libros de contabilidad y  la posibilidad de maximizar sus utilidades monetarias) parece estar en segundo plano frente a la compulsiva necesidad de gastar y consumir “ahora”, para así eludir de alguna manera la tremenda ansiedad que azota al individuo en nuestro tiempo. Vemos así conjugadas a la vez situaciones psicológicas, económicas, sociales y culturales.



   Atrevámonos a definir un negocio como cualquier cosa o acto que signifique ganancia o ventaja. Así, podemos notar que nuestra vida en gran medida se trata de un negocio, en donde intercambiamos fuerza de trabajo o bienes (físicos o culturales) a cambio de beneficios o ventajas.

   De todas maneras, en términos netamente económicos, digamos que negocio es “hacer inversiones”. Para lograr esto, como para la gran mayoría de los desafíos humanos, hacen falta desarrollar la inteligencia y la experiencia en los negocios.

   Las inversiones propician el crecimiento del capital, fortaleciendo nuestros activos y sustentando nuestros pasivos. Básicamente, podemos sostener que activo es todo lo que mete dinero en nuestros bolsillos, en tanto que pasivo es lo que lo quita.

   Considerando estas definiciones podemos comprender que los activos puros son las inversiones exitosas, en tanto que bienes como equipos electrónicos, automóviles o inmuebles se constituyen en una conjunción de activos y pasivos en donde generalmente prima lo segundo.

   Ahora, volvemos a insistir en esto, de la triada económica de gastar-ahorrar-invertir, es el tercer factor, en cualquiera de sus formas, el que nos permite aumentar nuestros activos.





[1] Cfr. Robert León Helman. Del pasado al futuro. Ensayo sobre el devenir del hombre. Interiora terrae, Asunción, 2015, p. 15-17. A continuación nos referiremos a las citas de nuestros ensayos con las siglas R.L.H.
[2] Cfr. R.L.H. La auto-ética. Reflexiones sobre la vida humana individual. Interiora terrae, Asunción, 2016, p. 18.
[3] Arthur Schopenhauer. El arte del buen vivir. Edaf, Madrid, 1998, p. 41.
[4] Cfr. R.L.H, La auto-ética, ed. cit., p. 52-57; R.L.H. Retorno. Ensayo sobre el problema del hombre. Interiora terrae, Asunción, 2015, p. 22.
Enlace al ensayo completo:

https://drive.google.com/file/d/1tRT6lwbvakEcCPA8SnXEaMkXvPjb6gne/view?usp=sharing

miércoles, 26 de septiembre de 2018

INTRODUCCIÓN A “DE PASO. COLECCIÓN DE NARRACIONES, DESCRIPCIONES Y OTRAS YERBAS”


INTRODUCCIÓN[1]







   La vida es un camino sembrado de dificultades, de carencias, de sufrimientos, de luchas, de ilusiones, de muerte. Por ello acaso debamos aprender a vivir, mientras pisamos el mísero barro de este mundo. Quizá debamos asombrarnos de que a pesar de nuestra pequeñez, de nuestra poquedad, el universo entero está ahí para nosotros, para dejarnos el regalo elemental, gratuito y pleno de la contemplación estética.

   A pesar de todos los avances científicos y tecnológicos, a pesar de todas las revoluciones políticas, de todas las conquistas sociales, a pesar de todos los goces del consumo, de la multiplicación infinita de los circuitos de la comunicación, la sed de lo trascendente permanece en el ser humano, quizá como una profunda nostalgia que nunca encuentra explicación, quizá como una alegría repentina, que todo lo transforma y lo enlaza a lo inefable.

   Estamos “de paso por la vida” (como rezaba el título de una de las obras más representativas de Alejandro Guanes[2]) y por ello no está demás, aunque sea por un momento, dejar tantos afanes y preocupaciones por la figuración social y el dinero, para recordar aquella inocencia y plenitud de la perdida niñez, y quizá entonces, ya nosotros mismos, en medio la lobreguez de nuestra edad adulta, podamos entender que estamos de paso nomás…y ya nos vamos… 











[1] La anterior publicación de esta colección de narraciones y descripciones (2014) llevó como título “El caminante”.
[2] Poeta paraguayo (1872-1925), ubicado como exponente del romanticismo literario paraguayo y como uno de los primeros modernistas.
Enlace al libro completo:

https://drive.google.com/file/d/1f5YWeq5KUv4HPhTZc-S0RPcqsIcYp2D-/view?usp=sharing

viernes, 14 de septiembre de 2018

INTRODUCCIÓN A “UNA MIRADA HACIA EL INFINITO. ENSAYO SOBRE EL PENSAMIENTO MODERNO”


   El pensamiento moderno ha sido la base espiritual de una transformación sin precedentes en la historia de la humanidad. Guiado la mayoría de las veces por un afán de superar cuanto límite se interponga en su camino, sea tradición, sea divinidad, sea la naturaleza, sea el hombre mismo, el modernismo se ha hecho algo semejante a una flecha lanzada hacia el cielo, o utilizando imágenes más actuales, una sonda espacial arrojada hacia la inmensidad del cosmos, mas, quedémonos con la comparación que mejor nos satisface, por su relación con dimensiones anímicas y mentales: una mirada lanzada hacia el infinito.

   Hemos vuelto a utilizar nuestro modelo teórico orgánico (nacimiento, juventud, adultez y vejez), con pretensiones antes estéticas que estrictamente históricas; y esto puede tener una justificación en el intento de direccionar el pensamiento por los causes de la historia de las ideas, buscando al mismo tiempo cosechar un gozo que contribuya a mantenernos parados en este teatro de miserias anímicas y materiales, que es nuestra sociedad ultra moderna.

     Un valor, como es el cultivo del espíritu, propicia el surgimiento de la angustia, que es el estado ánimo que abre a la experiencia estética radical, pero también te permite soportar sus efectos. De esto tenemos entonces un doble juego de encaminarse a la angustia y de mantenerse parado frente a ella. Veneno y medicina a la vez, el cultivo del espíritu nos permite formar nuestra subjetividad y alcanzar una vida tolerable.  



  Pero volvamos a nuestro objeto de estudio, el pensamiento moderno. El modernismo implica un creciente proceso de secularización, que no siempre desemboca en el optimismo hacia las capacidades humanas de eliminar el sufrimiento, como en líneas generales se plantea, pues también existen desde posiciones moderadas hasta las pesimistas.

   Y esta cuestión consideramos importante, porque el mismo pensamiento moderno trae ya las raíces de los desengaños y hastíos asomados con fuerza ya en las décadas finales del siglo XX, y que continúan en nuestro tiempo ensombrecido y trágico. Una expresión de esto lo tenemos en la escena del cuadro de Friedrich que utilizamos como portada de nuestro ensayo, en donde una de las personas que observa el paisaje de lejanías yace en el suelo con signos de mareo y náuseas. ¿Y no es esa otra de las reacciones comunes frente a la modernidad?

   Entonces, en el pensar moderno que esbozamos aquí no buscamos precisamente apuntalar una visión optimista hacia el futuro, sino más bien des-cubrir el barro mísero en el que nos encontramos, y desde el cual, a través de la experiencia estética (no desde la razón, la ciencia y la tecnología) proyectamos la mirada hacia el infinito.


Enlace la ensayo completo:
https://drive.google.com/file/d/17F0pUQC7sd9NzoDNut6oy5iYX-lPZ-gj/view?usp=sharing

viernes, 24 de agosto de 2018

INTRODUCCIÓN A “CIERRA LOS OJOS. COLECCIÓN DE POEMAS FILOSÓFICOS”


  La mayoría de los escritos de esta  colección de poesías filosóficas surgieron entre los años 2003 y 2004 (sólo los últimos no pertenecen a este periodo). Productos de la vibrante juventud, en donde el mundo impacta en forma sublime, en donde explosionan los afectos todos,  conjugándose en una danza cósmico de dolor y de gozo, de barro y de estrellas, de vida y de muerte.

   Muchas veces me ha salido al paso la tentación volver a escribir poemas, ya después del paso de esta “primera juventud”, y lo he hecho en unas pocas ocasiones, pero también en esos instantes comprendí que ya había escrito todo lo que poéticamente podía dar en aquellos paradigmáticos tiempos del experimento de mi existencia. De aquí entonces que ahora me dedico antes que nada a interpretar, a la recreación  constante de un mismo sentimiento cósmico.

   Las temáticas constantes de esta serie de poemas son la naturaleza -en su belleza y sublimidad- y la angustia, interpretada como la llave que nos abre a los goces supremos del espíritu.

   Tal vez volver a lo poético de nuestras vidas sea resistirnos a que la cotidianeidad nos trague y nos envuelva en su inmunda bolsa de monotonía; tal vez sea volver a pronunciar la palabra libertad como si retornáramos a  los inicios de la juventud, en donde ella destilara todo lo sagrado y sublime que guarda nuestro paso por el mundo…




Enlace al libro completo:

https://drive.google.com/file/d/1rWan-tTrGnH4BmOVcds-dFhvBxcxyLFi/view?usp=sharing

miércoles, 8 de agosto de 2018

INTRODUCCIÓN A “LA IDEA DEL PARAGUAY. HACIA UNA VISIÓN ESTÉTICA DE LA CULTURA PARAGUAYA”


     Ya no estamos para postular un historicismo con aspiraciones políticas, sin embargo, el campo de lo estético se nos ha abierto ampliamente, de modo tal que podemos aventurarnos a interpretaciones filosóficas de la historia y de la cosmovisión paraguaya, que nos den una perspectiva global y a la vez débil, que no solamente nos proporcione conocimientos, sino también goces espirituales. Así, la “Idea” del Paraguay se nos abre como un camino renovado para el conocimiento de nuestra cultura, y a su vez, para forjar el esquema de una identidad nacional en movimiento.

   Alguno podría plantear que a la hora de buscar goces intelectuales uno debería recurrir a una obra de carácter lírico y no a un ensayo histórico-filosófico, frente a lo cual sostenemos que una lectura que busca conocimientos o comprensión, no tiene por qué estar cerrada al deleite estético; aunque es cierto, las formas del trabajo deberán ser las propias de un estudio teórico y no de una poesía.

   En la búsqueda y vivencia de los arquetipos de la cultura paraguaya pretendemos alimentar nuestras reflexiones y fortalecer los pasos de nuestro recorrido, de modo a recrear constantemente esta interminable aventura de pensar estética, orgánica e históricamente al Paraguay.



   Pero ¿Qué queremos decir cuando hablamos de un conocimiento estético? Como todo conocimiento, el estético también constituye una polaridad entre sujeto cognoscente y objeto conocido. El objeto en la contemplación estética lo constituyen los símbolos, o los arquetipos, o las proto-formas que caracterizan al mundo contemplado (lo que resumimos con el término Idea); por su parte, el sujeto adquiere un estado distinto del que es propio de la cotidianeidad y la ciencia¸ pues se hace débil y abandona el apego hacia una realidad cotidiana infundada y esclavizante. Por ello, esta obra reclama del lector algo más que su mero estudio, reclama el intento de que se vivencien los caminos que van siendo recorridos por las ideas y razonamientos de los distintos capítulos y apartados. 



   Las reflexiones de Rodolfo Kusch, Octavio Paz y Victor Frankl sobre la filosofía latinoamericana que anida en lo profundo de las distintas manifestaciones culturales de los pueblos latinoamericanos, unido a los trabajos crítico-históricos de pensadores paraguayos como Adriano Irala Burgos, Juan Santiago Dávalos y Lorenzo Liveres Banks[1] (a pesar de sus afanes destructivos), nos dan a entender que el sendero del pensamiento desde Latinoamérica y el Paraguay nos conduce hacia horizontes aun insospechados.

   A propósito, aludiendo a las matrices narrativas de la historia paraguaya propuestas por Darío Sarah[2], podemos estar seguros, como  el autor parece indicarlo, que es posible ampliar las formas en las que nos conocemos e interpretamos, incluso si tales formas tienen afanes meramente estéticos. Pero al contrario de lo que espera Sarah, no proponemos una “mejor” interpretación de la historia cultural del Paraguay, logro que miramos con desconfianza, lo que si nos atrevemos a realizar es “otra” visión de ella[3].

   En medio de la dialógica entre la comprensión y la explicación, no está por demás decir que las pretensiones meramente estéticas de las reflexiones sobre la Idea del Paraguay revelan una preeminencia inapelable de la comprensión. Así, la misma búsqueda de objetividad pasa intencionadamente a un segundo plano.  Sumidos en el microcosmos paraguayo, marcharemos hacia la aventura de repetir un macrocosmos universal debilitado.

   Siguiendo la contraposición de Helio Vera[4], no podemos decir que la Idea del Paraguay se relacione con el Paraguay de gua’u o el Paraguay te’ete (en términos formales, cultura ideal y cultura real),  diferenciación que creemos no es fácilmente realizable. La Idea del Paraguay se sustenta en el estudio y la vivencia del mundo simbólico, mítico y mágico de la cultura paraguaya. ¿Es el auténtico Paraguay aquel que es descripto por las metódicas ciencias humanas?  La crisis de los fundamentos de la razón nos permite  creer que una lectura estética y hermenéutica también es posible y hasta necesaria.

   Así, la consideración del Paraguay por parte de Natalicio González, como un arquetipo (o una Idea), no es más que la constatación que el pensador guaireño ha hecho de la preponderancia del pensamiento simbólico-mítico-mágico sobre el empírico-racional-técnico en la cultura paraguaya.  Y hablar de la Idea del Paraguay es tratar de permanecer en ese marco maravilloso, destilando las implicancias estéticas que posee.

   Aquí pondremos al tapete esta preponderancia, pero no ya con pretensiones dogmáticas, como aquellas que pueden desprenderse de un abordaje acrítico de lo mítico o lo mágico, sino con la idea de hacer de nuestra propia “identidad nacional” una aventura de re-descubrimientos constantes. En tal sentido, la aventura llevada a cabo en este ensayo puede ayudarnos a valorar la cosmovisión paraguaya en medio de este maremágnum del mundo globalizado que desafía constantemente las construcciones de nuestra identidad tanto personal como cultural.

   Partiremos entonces de las semillas de la cultura paraguaya, (el Paraguay seminal) que se expresa en una visión originaria del hombre y del mundo, para luego ver su desarrollo orgánico e histórico,  a partir de una hermenéutica impulsada a partir de nuestras pretensiones estéticas.

ÍNDICE
1. Introducción…………………………………………..…………..7
2. Hermenéutica de la historia cultural del Paraguay…….…...11
2.1. Las líneas de ideas del novecentismo……………………….11
2.2. En torno a Natalicio González……………………………….14
2.3. La Idea del Paraguay…………………………………………17
3. Despliegue de la Idea del Paraguay………………………..…19
3.1. El Paraguay seminal……………………………….………....19
3.1.1. Visión de mundo del Paraguay seminal………………….19
3.1.2. Visión del hombre del Paraguay seminal……………….22
3.2. Periodo de gestación………………………………………….24
3.3. Niñez…………………………………………………………...27
3.4. Juventud…………………………………………………….…31
3.5. Madurez…………..…………………………………..…….…40
3.6. Vejez…………………………………………………………....52
Conclusiones……………………………………………………….64
Glosario……………………………………………………………..65
Bibliografía…………………………………………………………66







[1]Cfr. Adriano Irala Burgos. La epistemología de la historia en el Paraguay. Estudios paraguayos, Vol XXIV, nro. 2, 2006; Dávalos-Livieres. El problema de la historia del Paraguay. En Beatriz G. de Bosio-Eduardo Devés-Valdez. Pensamiento paraguayo del siglo XX, Intercontinental, Asunción, 2006, p. 175-186.
[2]  Darío Sarah. Prólogo a: Mauricio Schvartzman. Una contribución al estudio de la sociedad paraguaya. SNC, Asunción, 2011, p. 11-18.
[3] En tal sentido nos parece interesante lo que propone Milda Rivarola “Mirarse en otros espejos, crear mitos históricos, movilizadores propios, aunque más no sea para poder construir el presente con dignidad y para vivirlo con alegría”. Citado en Eduardo Devés-Valdés. Pensar en Paraguay hacia el 2000. En G. de Bosio-Devés-Valdés. Pensamiento paraguayo del siglo XX, ed. cit., p. 308.
[4] Helio Vera. En busca del hueso perdido (1989). Servi libro, Asunción, 2006, p. 46-47.
Enlace al ensayo completo:
https://drive.google.com/file/d/1HUwFnsgtUKGX61TFYr3Vl-A9CKkSARiN/view?usp=sharing