El mundo está lleno de mugre, en especial el
de tipo espiritual, pero ello no arruina al manto de belleza que envuelve a
todo lo que alcanzamos al sumirnos en la contemplación estética, por más
insignificante o mísero que sea el objeto que atrapa nuestra atención. El mundo
se “re-crea” en nuestros afectos y en nuestro intelecto, sólo necesitamos
redescubrirlo constantemente, para no caer presos de la ilusión de una supuesta realidad
incuestionable.
La necesidad constante de recrear al mundo
nos empuja a la aventura de la lectura, el pensamiento y la escritura[1],
quizá buscando llenar aquellos vacíos dejados por el mito, la magia y la
religión. A su vez, la acción alcanza renovados bríos cuando las miserias de la
cotidianeidad dejan su lugar a lo maravilloso del saber estético, que convierte
a todo en un juego y un sueño.
Sigamos entonces repitiendo las proclamas de
los grandes sabios de la humanidad, hagámonos semejantes a los niños, busquemos
el “secreto de los dioses” oculto tras los oscuros ropajes de las
preocupaciones diarias.
Pero nuestro problema central sigue siendo
el hombre, aquel que trabaja y sufre sobre la tierra, aquel que somos nosotros
mismos, con nuestras libertades y condicionamientos, aquel que organiza
sociedades y crea culturas. Este hombre tan paradójico y complejo, no deja ni
dejará nunca de asombrarnos y de empujarnos por los intrincados caminos de la
filosofía.
Estos escritos
dispersos (de los años 2013 y 2014) tienen una forma similar a los doce
libros de nuestra colección cosecha de
pensamientos, con la diferencia de que se han alimentado ya de nuestros
ensayos sistemáticos, por lo cual revelan grados de ordenamiento y dirección
que en las cosechas sólo suelen
mostrar los comentarios.
Asi, en cierta manera esta obra constituye
un pasaje intelectual de las cosechas
de pensamientos a los ensayos filosóficos. Y de hecho, debemos considerar que
las sentencias, mini ensayos y comentarios que contienen la serie de cosecha de
pensamientos y este libro en particular, son procesos didácticos que desembocan
en ensayos de mayores dimensiones.
[1] Cfr.
Robert León Helman. Leer, pensar y escribir. Ensayo sobre los desafíos del
estudioso. Interiora terrae, Asunción, 2016. En línea: https://drive.google.com/file/d/0B1fbaSG6HJjWZ1JER2tHWmgtQVE/view
En adelante
al referirnos a nuestros trabajos nos limitaremos a escribir las siglas R.L.H.
Enlace al libro completo:
https://drive.google.com/file/d/0B1fbaSG6HJjWSVFiLVJwbG83VEk/view
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