martes, 6 de mayo de 2025

CUARENTA AÑOS DE JOSÉ DUARTE PENAYO

 

Filósofo y sociólogo paraguayo. Es un pensador difícil de catalogar (podemos ubicarlo dentro de la generación del 2010), pero es posible notar inclinaciones hacia el pensamiento socialista francés contemporáneo (en especial desde Maurice Merleau-Ponty), lo que nos llevaría a asociarlo con lo que llamamos “línea crítica del pensamiento paraguayo”; pero además de eso, es posible distinguir una especie de nacionalismo crítico en sus reflexiones (aunque alguno podría preferir distinguir su posición de analista a la de adherente).

      Para tratar de aclarar su posicionamiento, podríamos apelar a una comparación, se podría decir que ahí donde José Manuel Silvero (perteneciente también, según nos parece, a la línea crítica del pensamiento paraguayo) se distancia del nacionalismo[1], Duarte trata de sostenerlo, no ya a través de un dogmatismo cuasi religioso (como el de O’leary), sino mediante una visión mesurada, a la que Duarte llama “reevaluación crítica”, que trata de separar el trigo de la cizaña.

     Otro rasgo de su reflexión es el acercamiento a personajes y situaciones que aparecen en medio de los acontecimientos políticos nacionales, como lo vemos en sus análisis sobre Payo Cubas, Fernando Griffith o las “Elecciones presidenciales del 2023: el regreso del cartismo, la crisis de la oposición y las reglas del juego político paraguayo” (en colaboración con Lorena Soler). Entre todos sus trabajos cabe destacar su artículo del 2024: “El nacionalismo paraguayo en su compleja dimensión instituyente” (en colaboración con Martín Duarte Penayo).

Análisis del nacionalismo paraguayo

      Entre sus ideas resalta la explicación de un nacionalismo que emerge del tejido social paraguayo luego de la guerra de la Triple alianza, algo a lo que el autor llama “proto nacionalismo”. Este “discurso disidente”, plantea el autor, se convertirá en la “historia oficial del Estado” después de la guerra del Chaco.

      Generalmente se asocia al nacionalismo con una historia hecha “desde arriba”, conectada a su vez con la línea teórica historicista-nacionalista, sin embargo, Duarte pretende verlo como expresión de una historia que emerge “desde abajo”, como un “discurso disidente”, lo que de alguna manera nos revela también su perfil de pensador socialista. Frente a aquellos que pretenden ver a la nación como un engendro del Estado sostiene que ello sería “una visión de lo social tan mítica como la idealización del pasado criticada en el discurso nacionalista”[2].

     Sumado a eso, aludiendo a los trabajos de Peter Lambert e Ignacio Telesca, el autor sostiene que “previo a la guerra de la Triple Alianza la percepción de la nación no tenía mucho que ver con un sentido de pertenencia característico de las modernas entidades estados-naciones”[3], un planteamiento que con ciertos ajustes podría implicar que antes de la guerra de la Triple Alianza -o incluso hasta el inicio del siglo XX, si seguimos las ideas de Duarte- el Paraguay era una sociedad de súbditos y no una sociedad de ciudadanos, algo que curiosamente nos acercaría a las críticas de Cecilio Báez hacia el régimen de los López.

      Si esto es así, entonces se podría plantear que el nacionalismo paraguayo, ya como discurso estructurado, nace a la par que el brote de la cultura paraguaya moderna, de la mano de los pensadores novecentistas, que supieron asimilar este clamor social surgido “desde abajo”.

(Extracto de "Robert León Helman. En pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre la historia de las ideas en el Paraguay").

[1] (Silvero, 2014, pág. 73)

[2] (Duarte Penayo & Duarte Penayo, 2024, p. 226)

[3] (Duarte Penayo & Duarte Penayo, 2024, pág. 219)

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