miércoles, 26 de marzo de 2025

CINCUENTA AÑOS DE JOSÉ MANUEL SILVERO (1975)

 

     Filósofo paraguayo. Es posible ver en Silvero a un exponente de la matriz narrativa de crítica social y cultural que comenzó en Paraguay con Rafael Barret. Se puede notar el influjo de pensadores como Gustavo Bueno, Michel Foucault[1], Slavoj Zizek, Arturo Rico Bovio, Horacio Cerutti-Guldberg, sin olvidar, por su lejanía en el tiempo, a Diógenes de Sínope. Podemos incluirlo dentro de la generación del 2000, caracterizada por una especie de redescubrimiento del pensamiento paraguayo, junto a la participación en los circuitos de la filosofía latinoamericana.

     Entre sus obras cabe citar: “Lecturas para una filosofía de la educación” (2003), “Filosofía para guarangos”, “Nambrena” (2009), “Pensadores paraguayos” (2010), “Suciedad, cuerpo y civilización” (2014), “El legado filosófico, político y cultural de Pierre Clastres” (2017), “Adiós a las humanidades y otros escritos”(2019).

     En referencia a lo que podemos llamar “filosofía guaraní”, Silvero ofrece una posición que puede llamarse “Crítica materialista de la utopía guaraní”[2].

a. Suciedad, cuerpo y civilización

    Frente a la idealización del “ser paraguayo” proveniente de la matriz narrativa nacionalista, Silvero se pregunta: “¿Qué pasaría si los paraguayos formáramos parte de ese repugnante grupo imaginado por vecinos “dadores de civilización”? En este libro se indaga tal posibilidad”[3]. El autor se refiere a grupos de los excluidos del mundo y de los beneficios de la “civilización”. Aquí podríamos encontrar una extraña e imprecisa cercanía con el “cretinismo paraguayo” planteado por Cecilio Báez.

     Silvero pretende hacer un tratado de “escatología”, pero no nos apresuremos en pensar en un especulativo escrito sobre las “cosas últimas”, no, el autor apela a una segunda acepción del término, a un “tratado de cosas excrementicias”.

     El autor aclara su orientación crítica cuando afirma que “hablar de “cuerpo” es también hablar de la vulnerabilidad de muchas de nuestras instituciones y del fracaso de las políticas públicas”[4].

     También plantea el alcance de su obra como un conjunto de ““notas” pues el objetivo del texto no es otro que “marcar” algunas cuestiones a fin de recordar, y si amerita el caso, esgrimir como insumos en debates venideros”[5].

    Lo que se busca entonces es analizar desde una aproximación interdisciplinaria “el cuerpo, los excrementos y la idea surgida a partir de la misma”[6], y también “interpretar los conceptos y estrategias conducentes a la edificación de conductas disciplinantes y sus consecuencias prácticas”[7] (en donde es posible notar el influjo de Foucault).

Sobre la historia política del Paraguay

En uno de los abordajes del segundo capítulo, Silvero hace el siguiente planteamiento: “la historia política del Paraguay bien podría catalogarse como un largo devenir de sujeciones corporales y/o disciplinamientos reiterativos”[8]. Pero ¿de qué modo se dieron estos controles tanto individuales como sociales? El autor sostiene que “se ensayaron varios modelos”[9], y apelando a un método de investigación bibliográfica, se refiere a tres de ellos, expresados en autores fundamentales dentro del pensamiento paraguayo: Cecilio Báez (el cuerpo cretinizado por secular opresión), Natalicio González (El cuerpo guerrero) y Rafael Barrett (el dolor del cuerpo).

b. Adiós a las Humanidades y otros escritos

En esta obra el autor recopila una serie publicaciones en periódicos locales y otros espacios, agrupados en seis grandes temáticas: pensamiento, política, educación, alteridad, bioética y conversaciones. De alguna manera esta clasificación nos indica cuáles son los principales intereses en torno a los cuáles que giran las reflexiones de José Manuel Silvero.

    En un escrito titulado “Palangana y democracia”, el autor describe cómo cuando él contaba con catorce años, tomó la palangana de su madre a modo de instrumento de percusión, para festejar la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner, luego de unos largos treinta y cinco años. Y esta imagen es reveladora de la euforia con la que se dio inicio al proceso de transición a la democracia en el Paraguay, euforia que vino de la mano con una especie de pensamiento utópico, pues algunos imaginaban que era posible instaurar el paraíso social y cultural gracias al florecimiento de un régimen democrático en nuestro país. Por supuesto, la decepción no se hizo esperar mucho, y los mismos escritos de Silvero son una prueba de ello.

(Extracto de "Robert León Helman. En pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre la historia de las ideas en el Paraguay"). 



[1] (Silvero, 2017, págs. 3, 76)

[2] (Andino, 2018, pág. 97)

[3] (Silvero, 2019, pág. 61)

[4] (Silvero, 2014, pág. 22)

[5] (Silvero, 2014, pág. 24)

[6] (Silvero, 2014, pág. 24)

[7] (Silvero, 2014, pág. 24)

[8] (Silvero, 2014, p. 73)

[9] (Silvero, 2014, p. 75)

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