Fue un filósofo alemán. Fue un polémico
escritor que con su obra “De vanitate scienciarum” (sobre la vanidad de las ciencias)
da inicio a una postura inconformista que podemos decir se repite en otras
formas en Rousseau o en Nietzsche. Recibió influencias de Raimundo Lulio y
Nicolás de Cusa, y en líneas generales sus ideas revelaban una especie de
misticismo neoplatónico. Es uno de los principales representantes de la
filosofía de la naturaleza renacentista, asociada íntimamente con el
pensamiento mágico. Desde el pensamiento mágico se desprende la visión de un
mundo interconectado, lleno de correspondencias y articulaciones, tal como lo
expresa el lema “como es arriba es abajo”.
Si decimos que las bases de la ilustración
se encuentran en el racionalismo y el empirismo, también podríamos sostener que
los precursores del romanticismo están entre los filósofos renacentistas de la
naturaleza, siendo Rousseau una especie de paso intermedio.
Otra de sus obras más conocidas lleva como
título “Sobre la filosofía oculta”, título que hace alusión a un tipo de
conocimiento al que sólo se puede acceder a través de una especie de iniciación
espiritual (de ahí la alusión a lo oculto, a lo escondido para la mera
racionalidad). La iniciación es un proceso cargado de simbolismo religioso, a
través del cual el pensamiento va dejando sus armas de combate y es reemplazado
por una actitud de devota rendición y de receptividad contemplativa.
(Extracto de "Robert León Helman. Una mirada hacia el infinito. Ensayo sobre el pensamiento moderno").
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