jueves, 11 de abril de 2024

CUARENTA AÑOS DE CRISTIAN ANDINO (1984)

 

      Filósofo paraguayo. Puede ser ubicado dentro de la línea del pensamiento socialista en el Paraguay, iniciada por Rafael Barret, y seguida en un marco académico por Juan Santiago Dávalos y Juan Andrés Cardozo. Un carácter peculiar de su trabajo es el intento de lograr un “pensamiento híbrido”, entre la Filosofía Política y las Ciencias Políticas[1].

     Andino ha publicado en varios canales culturales artículos sobre filosofía y pensamiento social. De alguna manera sus ideas reflejan la integración de los pensadores paraguayos a los círculos del pensamiento latinoamericano, que se intensificó en los años noventa (con Juan Andrés Cardozo, Darío Sarah o Sergio Cáceres Mercado).  Recibió influencias del filósofo argentino Enrique Dussel y del paraguayo José Manuel Silvero.

     Entre sus obras destacamos su estudio sobre Cecilio Báez en una publicación en conjunto del año 2013[2] y  “Logos guaraní. Apuntes de pensamiento ético-político paraguayo” del 2019.

     Andino hace filosofía, y por eso, antes de introducirnos por los senderos de su pensamiento podríamos preguntar qué es para el filósofo guaireño este, muchas veces, enigmático campo de estudio. Al respecto dice:

El filosofar se ejerce como deudor agradecido de otros aportes científicos en un horizonte multidisciplinar o trans-disciplinar que permita el surgimiento de las condiciones de posibilidad del diálogo necesario. La filosofía se vuelve así un elemento de crítica y de constante aguijoneo epistémico de nuestros marcos categoriales, pues no siempre somos conscientes o traemos a la palestra nuestras respectivas matrices conceptuales[3].

   Aquí Andino nos revela que en su pensamiento los caracteres crítico, gnoseológico, epistemológico y hermenéutico  tendrán preponderancia. No obstante, en un pasaje que volveremos a leer más adelante dice que el logos guaraní surge desde una “trascendentalidad metafísica”. Este tipo de alusión a lo metafísico, que no abunda en su obra principal, nos permite de todas maneras tener una referencia para una interpretación más íntegra de su pensamiento.

a. Logos Guaraní

a.1. Generalidades

     En el prólogo al libro Silvero habla de un “rescate de una “sabiduría primigenia””[4]. Y a esta sabiduría primigenia Andino la llama “Logos Guaraní”. El mismo Andino al plantear el problema de su obra, escribe sobre el intento de rescatar las “sabidurías primigenias” que se da en el contexto del pensamiento latinoamericano de los últimos cincuenta años[5].

     En la introducción a su obra Andino aclara, cuando se refiere a sus herramientas conceptuales que privilegia “el análisis desde las categorías del giro descolonial del pensamiento latinoamericano y las propuestas actuales de la filosofía intercultural”[6]. Pero si esto constituye el marco teórico de Andino, lo que le da vuelo a sus reflexiones sobre el pensamiento guaraní es la hermenéutica, conectada  íntimamente con una ética dialógica. Y a partir de ahí buscará también los causes para re-pensar a la política.

     Pero ¿Qué busca Andino en sus reflexiones? El mismo autor nos indica el horizonte:

En este trabajo queremos asumir un logos como discurso, palabra (verbo), dotado de un sentido analógico, o, por  decirlo en términos de la cultura guaraní: como razón discursiva, que muestra su sentido a través de la palabra regalada. Seguir una tradición del logos dialógico nos posibilitará el análisis y la apreciación del logos guaraní abierto al diálogo (pues es en su ser palabra-discurso) y a la construcción de sistemas éticos y políticos pertinentes en el contexto nacional y regional.

     Este logos guaraní (discurso lógico) intentará mantenerse en la trascendentalidad metafísica desde donde surge, pero al mismo tiempo sentará las bases del teko (modo de vida) guaraní que regulará todos los órdenes de la vida, como se verá más adelante[7].

   

      Andino descubre al mito en su función utópica, que es propicia para llevar adelante una ética que mejore la convivencia y a la vez una crítica de las condiciones actuales de la sociedad y la cultura[8]. En tal sentido (basándose en ideas de autores como Ricoeur o Dussel) encuentra una conexión estrecha entre mito y logos, pasando por encima de cualquier concepción dualista entre este par de términos[9].

 

     Cuando Andino aborda la cuestión del logos en el pensamiento latinoamericano desarrolla dos frentes: la interpretación del término en el contexto latinoamericano y su relación con el problema de la identidad.

 

a.2. El pensamiento paraguayo

     En la segunda parte de su obra principal Andino habla sobre “matrices interpretativas” (También se alude a “matrices narrativas”[10], “matriz teórica”[11], “matriz conceptual”[12] o “gran relato”[13]) y “líneas de reflexión” para referirse a posicionamientos emparentados a lo largo del desarrollo del pensamiento paraguayo.

    Se refiere primero a dos matrices teóricas que tomaron al logos guaraní, para conectarlo con la idea del mestizaje, pero en forma tergiversada, afirma Andino. Estas matrices son: las del positivismo liberal y la del nacionalismo romántico. En cambio alude a Rafael Barret[14], como un pensador que defiende a los guaraníes de esta tergiversación[15]

 

    Parece relevante considerar que Andino presenta como  “matriz teórica” a las coincidencias que se dan en un tipo de enfoque del pensamiento paraguayo que denomina como “sátira socio-anecdótica”, así denominada porque “privilegia como fuente de análisis la observación de las vivencias y experiencias concretas y la sabiduría popular paraguaya”[16]. Entre los representantes de esta línea de ideas se cita a Helio Vera, Miguel Ángel Pangrazio y Saro Vera.

 

     Andino también escribe sobre una “matriz conceptual” que corresponde a una “antropología científica”[17]. Como exponentes de esta línea de pensamiento se cita a los tres clásicos antropólogos de los guaraníes: León Cadogan, Kurt Unkel Nimiendajú y Egos Schaden, además de otros estudiosos como Branislava Susnik, Miguel Chase Sardi o Bartomeu Meliá.

 

     Refiriéndose a Pierre Clastres, Andino sostiene que el antropólogo y filósofo francés “funda las bases para construir una filosofía de y desde la palabra en la que todavía hay que seguir avanzando”[18]. Este pasaje nos parece muy interesante porque nos permite notar primero, el valor fundamental que tiene para el trabajo de Andino el pensamiento del Clastres, y segundo, la forma en que Andino ve la filosofía, como conectada con construcciones de sistemas de ideas. Y el escrito de Andino revela el intento de construir un sistema de ideas.

     Y más precisamente, Andino escribe al referirse a Clastres y a su esposa que: “esbozaron un pensamiento filosófico a partir de las categorías inherentes a la sabiduría guaraní”[19]. Y es eso lo que también tratará de hacer Andino en la tercera parte de su trabajo, aunque reduciéndose al ámbito ético-político.

 

a.3. Ética y política

     Andino parte de sus reflexiones sobre el Logos guaraní para desde ahí plantear una especie de actualización de la ética y la política guaraní a partir de una conjunción con pensadores actuales de la ética como Habermas o Apel[20].

    Se posiciona con tres categorías simbólicas (también llamados postulados mínimos)[21], a los que adhiere una “fundamentación formal”: Ñande reko (nuestro modo de vida), como principio ético[22]; Yvy marane’y (tierra sin mal), como principio político; y la reciprocidad, como principio económico. Todas estas categorías están asociadas con el carácter central que posee la palabra en la cultura guaraní. De ahí la alusión al Logos Guaraní, y de ahí también la conexión con una filosofía del lenguaje, direccionada hacia la ética, la política y la economía.  

    Pero de aquí también emerge la orientación utópica de Andino, en especial cuando se refiere a la reciprocidad, pues pretende “encontrar en ella elementos que nos permitan  plantear una política diferente para una nueva sociedad”[23]. Y aquí cabe reflexionar sobre como conjugar unos principios mínimos (son mínimos porque son puestos con la pretensión de que lo acepten personas con culturas y proyectos de vida distintos) con unos afanes utópicos.

    También cuando Andino dice: “Los dos principios “formales” de fundamentación ética y política encuentran su momento de concreción “material” fundamental en la economía”[24], con lo cual el autor parece conjugar una ética formal con otra material. Sin embargo, lo que se pretende  establecer, son fundamentaciones formales, incluso en el caso del principio económico. De cualquier manera, aquí el autor parece seguir un camino indicado por Enrique Dussel[25].

     Mas, al sostener una ética material se echa mano explícita o implícitamente a una concepción de la “naturaleza humana”, que en el caso del principio económico de Andino tiene que ver con la vida, lo que nos puede hacer pensar en un vitalismo o en un voluntarismo, cuestiones que Andino no desarrolla.

     En lo que hace a su planteamiento de una “fundamentación formal”, ésta debe ser interpretada, como lo plantea Andino, desde una ética dialógica.

 

     Su posición en relación con la modernidad revela su adhesión a la idea de Dussel de una trans-modernidad, un planteamiento de alguna manera paralelo a lo que se conoce como postmodernidad.

 (Extracto de "Robert Léon Helman. En pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre la historias de las ideas en el Paraguay),



[1] Véase su ponencia del 2021, transcripta más abajo.

[2] Cristian Andino. La búsqueda epistémica de una ética del progreso. En Gomez Lez-Zarza (comp.). Pensadores (as) del 900, 2013.

[3] Cristian Andino. Logos guaraní. 2018, p. 205. También en este perfil podemos notar alguna deuda con el “materialismo filosófico”, véase p. 97-98.

[4] José Manuel Silvero. Prólogo al libro Logos guaraní, 2018, p. 15.

[5] Cristian Andino. Logos Guaraní. 2018, p. 17.

[6] Ibíd., p. 20.

[7] Ibídem, p. 41. Ver también: p. 19-20.

[8] Ibíd., p. 33

[9] Ibíd., p. 38-40

[10] Ibíd., p. 69, 72.

[11] Ibíd., p. 63.

[12] Ibíd., p. 67.

[13] Ibíd., p. 72.

[14] Ibíd., p. 58.

[15] Frente a esto podemos  afirmar que Barret también forma parte de una matriz teórica, la socialista, que está lejos de carecer de tergiversaciones.

[16] Cristian Andino. Logos guaraní. 2018, p. 63.

[17] Ibíd., p. 66-67

[18] Ibíd., p. 90-91.

[19] Ibíd., p. 90.

[20] Ibíd., p. 137, 142-143.

[21] Estudiadas por los clásicos antropólogos de los guaraníes: León Cadogan, Curt Unkel Nimiendaju y Egon Schaden.

[22] En otra parte, Andino se refiere no sólo a éste principio sino a los tres como éticos. Véase p. 162.

[23] Ibíd., p. 143.

[24] Ibíd., p. 142.

[25] Ibíd., p. 27, 141-142.

")

 



[1] Véase su ponencia del 2021, transcripta más abajo.

[2] Cristian Andino. La búsqueda epistémica de una ética del progreso. En Gomez Lez-Zarza (comp.). Pensadores (as) del 900, 2013.

[3] Cristian Andino. Logos guaraní. 2018, p. 205. También en este perfil podemos notar alguna deuda con el “materialismo filosófico”, véase p. 97-98.

[4] José Manuel Silvero. Prólogo al libro Logos guaraní, 2018, p. 15.

[5] Cristian Andino. Logos Guaraní. 2018, p. 17.

[6] Ibíd., p. 20.

[7] Ibídem, p. 41. Ver también: p. 19-20.

[8] Ibíd., p. 33

[9] Ibíd., p. 38-40

[10] Ibíd., p. 69, 72.

[11] Ibíd., p. 63.

[12] Ibíd., p. 67.

[13] Ibíd., p. 72.

[14] Ibíd., p. 58.

[15] Frente a esto podemos  afirmar que Barret también forma parte de una matriz teórica, la socialista, que está lejos de carecer de tergiversaciones.

[16] Cristian Andino. Logos guaraní. 2018, p. 63.

[17] Ibíd., p. 66-67

[18] Ibíd., p. 90-91.

[19] Ibíd., p. 90.

[20] Ibíd., p. 137, 142-143.

[21] Estudiadas por los clásicos antropólogos de los guaraníes: León Cadogan, Curt Unkel Nimiendaju y Egon Schaden.

[22] En otra parte, Andino se refiere no sólo a éste principio sino a los tres como éticos. Véase p. 162.

[23] Ibíd., p. 143.

[24] Ibíd., p. 142.

[25] Ibíd., p. 27, 141-142.

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