jueves, 25 de enero de 2024

OCHENTA AÑOS DE LUÍS GALEANO (1944)

 

     Sociólogo paraguayo. Sus obras principales “La sociedad dislocada” (2002), “Modernización conservadora, tardía, parcial” (2016) y “La hegemonía de un Estado débil” (2009), pueden ser consideradas como una trilogía (como bien lo planteó Roberto Céspedes) que nos permite reflexionar sobre el desarrollo histórico de la sociedad y la cultura paraguaya.

     En sus trabajos Galeano pretende utilizar herramientas teóricas que aborden cuestiones tanto de la estructura como de la acción social. En este sentido, el sociólogo francés Pierre Bourdieu se constituye en uno de sus principales referentes. Podríamos decir que la dualidad campus-habitus de Bourdieu es paralela a la de escenario-actores utilizada generalmente por Galeano.  

Modernidad paraguaya

     Galeano sostiene que se ha dado una modernidad en Paraguay, pero ha sido tardía, parcial y conservadora[1], en especial durante la duración del régimen autoritario de Alfredo Stroessner. De todas maneras, los calificativos que Galeano utiliza para referirse a la modernidad paraguaya en ese periodo nos dan pistas para comprenderla también en la actualidad.

      En su libro “Modernización conservadora, tardía y parcial”, con el sub título “Historia social escrita durante la dictadura stronista”, del 2016, el autor aclara que intentó  “comprender las principales implicancias (socio-económicas, culturales y políticas) del proceso de modernización capitalista impulsada por el mencionado régimen político”[2]. 

La sociedad dislocada[3]

     Cuando se habla de sociedad dislocada, uno puede compararla con la imagen de unos huesos dislocados, o inarticulados. Pero ¿en qué consistiría esta dislocación de la sociedad paraguaya, que explicaría también su crisis? Galeano dice:

Es una crisis caracterizada por el notorio desfase existente entre las estructuras y las instituciones sociales modernas y tradicionales, por un lado, y por las dudas y las contradicciones en las que incurren los actores sociales y políticos, por otro.

    

     En la presentación de su obra Galeano aclara que: “El esfuerzo estuvo centrado en desentrañar e interpretar la naturaleza y las principales causas de la crisis social paraguaya”[4].

     Galeano se constituye entonces en el pensador de la crisis paraguaya. Crisis política, con una “democracia de baja intensidad”[5]; una crisis socio-económica estructural; una crisis cultural que:

(…) implicaba no sólo la comprensión de las trasgresiones visibles de los valores y de las pautas culturales no escritas  e inclusive de las estipuladas en las leyes, como la corrupción y la impunidad públicas. También exigía la búsqueda y exploración de aspectos menos manifiestos de la crisis socio-cultural, aquellos que estaban incrustados en las cavidades más ocultas del país profundo, que tenían que ver con las creencias y los conocimientos de la gente, con sus valores culturales y sus principios ideológicos, y que se traducían en crisis de identidades personales y colectivas[6].

 

La identidad nacional

   En lo que hace a la cuestión de la identidad nacional paraguaya, Galeano la encuentra en dos principales factores: el patriotismo y el idioma guaraní. De cualquier manera, ve en nuestro tiempo una “identidad envilecida”, que de alguna manera podemos asociar con otra metáfora, en este caso de Ramiro Domínguez, quien vio a nuestra identidad como un “espejo roto”. El patriotismo de antaño estuvo cimentado en la unidad socio-cultural reforzada por las contiendas internacionales, mientras que sus actuales formas tienen que ver, según Galeano con “la construcción de una nación y de una sociedad democráticas”[7]. En referencia con el guaraní sostiene que “Hasta el presente, una gran cantidad de paraguayos y paraguayas a través del guaraní nos entendemos más o menos, pero no nos comprendemos profundamente”[8], una falta de comprensión que parece estar agudizándose con el cada vez más acelerado cambio tecnológico, social y de ritmo de vida[9].

(Extracto de "Robert León Helman. en pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre la historia de las ideas en el Paraguay)

[1] (Galeano, 2016)

[2] (Galeano, 2016, pág. 11)

[3] Alain Touraine también aludió a la dislocación social, pero para referirse a la modernidad y a la “desmodernización”. Véase su obra “¿Podremos vivir juntos”, 1996, p. 165.

 

[4] Luis Galeano. La sociedad dislocada. 2002, p. 19.

[5] Ibíd., p. 20.

[6] Ibídem.

[7] (Galeano, 2002, pág. 198)

[8] (Galeano, 2002, pág. 198)

[9] (Rosa, 2016)

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