Sociólogo paraguayo.
Sus obras principales “La sociedad dislocada” (2002), “Modernización
conservadora, tardía, parcial” (2016) y “La hegemonía de un Estado débil”
(2009), pueden ser consideradas como una trilogía (como bien lo planteó Roberto
Céspedes) que nos permite reflexionar sobre el desarrollo histórico de la
sociedad y la cultura paraguaya.
En sus
trabajos Galeano pretende utilizar herramientas teóricas que aborden cuestiones
tanto de la estructura como de la acción social. En este sentido, el sociólogo
francés Pierre Bourdieu se constituye en uno de sus principales referentes.
Podríamos decir que la dualidad campus-habitus de Bourdieu es paralela a la de
escenario-actores utilizada generalmente por Galeano.
Modernidad
paraguaya
Galeano
sostiene que se ha dado una modernidad en Paraguay, pero ha sido tardía,
parcial y conservadora[1], en
especial durante la duración del régimen autoritario de Alfredo Stroessner. De
todas maneras, los calificativos que Galeano utiliza para referirse a la
modernidad paraguaya en ese periodo nos dan pistas para comprenderla también en
la actualidad.
En su libro “Modernización
conservadora, tardía y parcial”, con el sub título “Historia social escrita
durante la dictadura stronista”, del 2016, el autor aclara que intentó “comprender las principales implicancias
(socio-económicas, culturales y políticas) del proceso de modernización
capitalista impulsada por el mencionado régimen político”[2].
La sociedad dislocada[3]
Cuando se
habla de sociedad dislocada, uno puede compararla con la imagen de unos huesos
dislocados, o inarticulados. Pero ¿en qué consistiría esta dislocación de la
sociedad paraguaya, que explicaría también su crisis? Galeano dice:
Es una
crisis caracterizada por el notorio desfase existente entre las estructuras y
las instituciones sociales modernas y tradicionales, por un lado, y por las
dudas y las contradicciones en las que incurren los actores sociales y
políticos, por otro.
En la presentación de su obra Galeano
aclara que: “El esfuerzo estuvo centrado en desentrañar e interpretar la
naturaleza y las principales causas de la crisis social paraguaya”[4].
Galeano se constituye entonces en el
pensador de la crisis paraguaya. Crisis política, con una “democracia de baja
intensidad”[5];
una crisis socio-económica estructural; una crisis cultural que:
(…)
implicaba no sólo la comprensión de las trasgresiones visibles de los valores y
de las pautas culturales no escritas e
inclusive de las estipuladas en las leyes, como la corrupción y la impunidad
públicas. También exigía la búsqueda y exploración de aspectos menos
manifiestos de la crisis socio-cultural, aquellos que estaban incrustados en
las cavidades más ocultas del país profundo, que tenían que ver con las
creencias y los conocimientos de la gente, con sus valores culturales y sus
principios ideológicos, y que se traducían en crisis de identidades personales
y colectivas[6].
La identidad nacional
En lo que hace a la cuestión de la identidad nacional paraguaya, Galeano la
encuentra en dos principales factores: el patriotismo y el idioma guaraní. De
cualquier manera, ve en nuestro tiempo una “identidad envilecida”, que de
alguna manera podemos asociar con otra metáfora, en este caso de Ramiro Domínguez,
quien vio a nuestra identidad como un “espejo roto”. El patriotismo de antaño
estuvo cimentado en la unidad socio-cultural reforzada por las contiendas
internacionales, mientras que sus actuales formas tienen que ver, según Galeano
con “la construcción de una nación y de una sociedad democráticas”[7].
En referencia con el guaraní sostiene que “Hasta el presente, una gran cantidad
de paraguayos y paraguayas a través del guaraní nos entendemos más o menos,
pero no nos comprendemos profundamente”[8],
una falta de comprensión que parece estar agudizándose con el cada vez más acelerado
cambio tecnológico, social y de ritmo de vida[9].
[1]
[2]
[3]
Alain Touraine también aludió a
la dislocación social, pero para referirse a la modernidad y a la
“desmodernización”. Véase su obra “¿Podremos vivir juntos”, 1996, p. 165.
[4] Luis Galeano. La sociedad dislocada. 2002,
p. 19.
[5]
Ibíd., p. 20.
[6]
Ibídem.
[7]
[8]
[9]
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