Filósofo paraguayo. Puede ser ubicado dentro de una corriente
neo-tomista dentro del pensamiento paraguayo, iniciada por Secundino Núñez (1920-2011).
Identificado con las ideas del filósofo cristiano Jaques Maritain. Consideramos
que forma parte de la generación de 1970 dentro del pensamiento paraguayo,
junto a Fernando Tellechea Yampey (1952) y Juan Andrés Cardozo (1942).
Entre sus obras podemos citar: “La república como tarea ética”,
“Filosofía y pensamiento democrático”, “Los que se fueron”, “Filosofía para
tiempos misteriosos” (2022), “En búsqueda de la república: ensayos de un
transterrado” (2023). Su tesis doctoral presentada en la Universidad de Kansas
(EEUU) en 1998 trató sobre “La influencia de la filosofía política de Jaques
Maritain en América Latina”.
a.
Filosofía para tiempos misteriosos
Cuando Ramos-Reyes se refiere a
“tiempos misteriosos”, está considerando la distinción que hizo el filósofo
cristiano Gabriel Marcel entre “misterio” y “problema”. Básicamente, un problema
es aquello que puede ser sometido a cálculos racionales, que puede ser definido
e incluso agotado a través del despliegue de la razón, sea en especial dentro
del campo filosófico, científico o incluso técnico; en cambio, el misterio se
asocia con una situación en la que el mismo sujeto se encuentra implicado, por
lo cual el mero razonamiento no es suficiente, es necesario una disposición
interior que direccione al investigador hacia su objeto de estudio, que de
todas maneras nunca podrá caer completamente dentro de las redes del
pensamiento, en última instancia permanecerá como una incógnita constante. Al
respecto nos dice Ramos-Reyes:
Es un tiempo en el cual el misterio vagabundea
silencioso. Yo creo que se debe reintroducir el término misterio, como lo
proponía Gabriel Marcel, pues no todo es problema en nuestra vida. No todo es
objeto que esté ahí, delante de nosotros, como una cosa o enigma a ser
resuelto. No existen lo subjetivo o lo objetivo como realidades distintas y
separadas que requieran de un puente que permita el conocer (…) Y por supuesto,
no todo puede disiparse, aunque se lo pueda aclarar, darle un sentido, y aunque
todo sentido, insisto, se tenga que ir revisando y enmendando la vida entera.
Nuestra condición humana vive en la penumbra del misterio[1].
b. En
búsqueda de la República
1.
El problema planteado
En
la introducción a su libro “En busca de la República: Ensayos de un
transterrado” Ramos-Reyes se hace la pregunta: “¿Por qué la República?”[2],
es decir, de manera específica el autor se encuentra en medio de la búsqueda de
la justificación, o incluso la legitimación, de la idea y la práctica de la
República en el Paraguay[3]. Y
la respuesta a la que llega es que se justifica la república porque:
“constituye la propuesta más razonable para la consolidación de una democracia
auténtica”[4].
Ahora podríamos preguntarnos: ¿Por qué Ramos-Reyes se refiere a una “democracia
auténtica”[5]? ¿Es que acaso hasta ahora hemos vivido en una
democracia inauténtica en el Paraguay? Si así fuera ¿en qué consistiría ésta?
Ramos-Reyes llama a esta democracia inauténtica “democratismo”, que es definido
como “el tipo de gobierno que ha frustrado a las generaciones pos-estronistas
al privilegiar a ciudadanos-clientes en vez de ciudadanos autogestionados”[6] o
como “un remedo de república, un sistema sin sustancia ética ni límites
jurídicos que, so pretexto de mayoría popular, sustituye y acalla con un
tráfago de prebendas, el autogobierno”[7].
Hasta aquí cualquier lector podría
preguntarse ¿Pero hay democracia en el Paraguay? Por supuesto que sí, ahora lo
que autor nos está proponiendo es pensar esta democracia, a partir de términos normativos,
como auténtica (o republicana) o inauténtica (clientelista y prebendaria). En
otras palabras, el autor plantea una crítica a la democracia paraguaya, tal
como ha sido ejercida hasta la actualidad.
2. Cualidades esenciales del republicanismo
democrático
Ramos-Reyes
plantea cinco cualidades esenciales del republicanismo democrático: el
auto-gobierno, la dignidad de la persona, la condición ética, el bien común, la
educación.
3. La vuelta a la verdad
De vuelta a la pregunta del ¿porqué la
república? En un intento de justificación, el autor retoma la cuestión de la
verdad. De hecho, afirma que su línea de pensamientos político se entronca en
un “republicanismo aristotélico”[8],
es decir, pretende justificar a la república a partir de un pensamiento
filosófico esencialista.
Desde un planteamiento personal o
incluso sectorial eso podría ser comprensible, pero ¿sería posible para una
sociedad en la que reina el nihilismo y la muerte de Dios?
[1]
[2]
[3]
Si consideramos que una
justificación de la república viene asociada con direccionamientos hacia la
práctica política, podríamos decir que Ramos-Reyes navega entre la filosofía
política y la ideología.
[4]
[5]
Este juego de palabras entre auténtico e inauténtico
nos hace recordar a los planteamientos existencialistas, referidos antes que
nada a los individuos antes que a las colectividades.
[6]
[7]
Ibid.
[8]
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