jueves, 29 de julio de 2021

A VEINTE AÑOS DE LA MUERTE DE MIGUEL CHASE-SARDI (1924-2001)

 

     Fue un antropólogo paraguayo. Discípulo de Egon Schaden. Iniciado como miembro de la etnia Avá-Guaraní. Al igual que León Cadogan, fue un militante del indigenismo paraguayo. Se catalogaba a sí mismo como un amante y aficionado de la Antropología, quizá por su formación autodidacta (al igual que Cadogan), aunque no por ello ha dejado de ser considerado uno de los grandes estudiosos de la antropología paraguaya.

      Entre sus obras cabe citar “El precio de la sangre”, “Derecho consuetudinario Chamacoco” (1986) y “Cultura guaraní y cultura campesina. Nexos apenas estudiados” (1989).

a. Bases teóricas

     En la introducción a un trabajo conjunto con José Zanardini (“Textos míticos de los indígenas del Paraguay”) Chase Sardi parece enumerar cuáles son dentro de su pensamiento sus principales fuentes de estudio: Marx, Freud, Malinowski, Durkheim, Eliade, aunque para calificar como reduccionistas a cada uno de ellos, en diferentes formas. En cuanto a sus métodos de estudio utilizados se distingue el influjo de Marcel Mauss[1].

     Chase-Sardi aspira a realizar una ciencia que no cierre los caminos para el compromiso social del científico, que no promueva el aislamiento del investigador en una torre de marfil, en nombre de una pureza sacrosanta del conocimiento científico[2].

b. Sociedades elementales y sociedades modernas

      De todas maneras parece direccionarse hacia una especie moderada de funcionalismo, en especial cuando se dedica a reflexionar sobre la religión. Sostiene la unidad indisoluble entre religión, mito y ritual (o magia).

    Algo similar se observa cuando estudia el derecho consuetudinario chamacoco, donde no existen separaciones precisas entre lo jurídico, lo religioso, lo moral, lo económico o incluso lo estético.

c. La identidad

      Chase Sardi plantea la construcción de una identidad nacional multi-étnica (expresada en las reflexiones sobre el llamado “Proyecto Marandú”).

     Frente a al antropólogo estadounidense Julian Stewart, quien había sostenido la existencia de un “mito guaraní” (criticado según Stewart en una obra de los esposos Service “Tobatí: Paraguaya Town”) plantea a su vez, apoyando ideas de León Cadogan, un “mito hispánico”.

 

(Extracto de “Robert León Helman. En pos del pensamiento inútil. Ensayo sobre la historia de las ideas en el Paraguay). 



[1] Cfr. Izabel Malinowski. Antropología Paraguaya, p. 123.

[2] Ibídem.

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