miércoles, 30 de junio de 2021

A DOSCIENTOS VEINTE AÑOS DE LA MUERTE DE NOVALIS (1772-1801)

 

      Fue un filósofo y poeta alemán. Seudónimo de Friedrich von Hardenberg. Fue uno de los principales representantes del romanticismo alemán. Junto a Holderling son considerados por muchos como los dos más grandes poetas románticos  alemanes. Murió joven, un rasgo que a veces se asocia con el romanticismo, con apenas 29 años. Integró el grupo de pensadores de Jena, que inició el movimiento romántico alemán. En ese grupo estaban también August Schlegel, Friedrich Schlegel, Johann Fichte y Friedrich Schelling.

     Entre sus obras cabe citar los “Fragmentos” e “Himnos de la noche”.

a. Entre el realismo y el idealismo

     Novalis parte de una cuestión gnoseológica, el origen del conocimiento. Para los realistas, el conocimiento se origina en un mundo independiente del sujeto, al que se lo etiqueta como real (de ahí el nombre de realismo), en cambio, para los idealistas la realidad emerge del mismo yo, es decir del sujeto que conoce. Aquí el planteamiento de Novalis recaerá en el idealismo, que tenía a Fichte como a uno de sus principales representantes.

     Pero Novalis le dará una peculiaridad a su idealismo, pues a partir de él tratará de hacer una nueva lectura de la filosofía de la naturaleza renacentista, que en líneas generales defendía una especie de realismo mágico. ¿Por qué mágico? Porque estos pensadores planteaban que la realidad estaba constituida por ciertas “correspondencias” que podían ser manipuladas a través de rituales o pautas,  cargados todos ellos de simbolismos cuyos sentidos se encontraban muchas veces ocultos al conocimiento cotidiano.

     Novalis también sostiene esto, pero este saber mágico no se encuentra en la naturaleza exterior, sino en la naturaleza interior del hombre, en el yo radica la magia del mundo, y desde el yo se expresa la naturaleza en el mundo exterior y también en la misma sociedad.

b. El yo

     Novalis plantea una tesis que puede sonar extraña a cualquier lector actual “Yo=no yo: tesis suprema de todas las ciencias”, pero, específicamente ¿a qué tipo de ciencia se refería el pensador del idealismo mágico?

   Novalis parte de otro filósofo alemán, Johann Fichte, quien tituló su obra fundamental como “Doctrina de la ciencia”, pero volvemos a la pregunta ¿por qué ciencia? Kant había planteado que la metafísica era imposible como ciencia, pero precisamente, Fichte pretende superar las limitaciones del sistema kantiano, y curiosamente, llama ciencia, y no filosofía, a su intento de fundamentación de la totalidad del saber humano, asumiendo por una parte, pero rechazando por otra los planteamientos del filósofo de Konigsberg[1].

   De ahí entonces, en pocas palabras podemos decir que el “Yo=no yo” constituye el fundamento de todo el sistema del mundo, que incluye a la naturaleza y al espíritu, a partir del cual se deriva de manera racional todo el saber fragmentario y metódico de aquello que “comúnmente” se llama ciencia.

   Pero es preciso apuntarlo, en Novalis este fundamento último del mundo se despliega en la forma de una magia maravillosa (emparentada con una visión estética del mundo), y no como un sofisticado y preciso sistema de pensamientos. 

 

c. El genio

     Novalis también utiliza la figura del genio, propia del romanticismo, para asociarla con roles de tipo religioso, como los que cumplen los profetas o los místicos, es decir, el artista es un hombre de una sensibilidad desarrollada que puede expresar a través del arte fuerzas, poderes y conocimientos que trascienden el ámbito de lo cotidiano[2]. De ahí que el sistema de Novalis sea llamado “idealismo mágico”.

  (Extracto de “Robert León Helman. Una mirada hacia el infinito. Ensayo sobre el pensamiento moderno”).



[1] Teófilo Urdanoz. Historia de la filosofía. B.A.C., Madrid, T. 4, 1993 ed. cit.,  p. 147-148; Reale-Antiseri. Historia del pensamiento filosófico y científico. Herder, Barcelona,  T. 2 p. 69.

[2] Cfr. Eduardo Estrada Herrero. Estética. Herder, Barcelona, 1988.

 

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