Comprender al ser humano, a éste de todos
los días, levantado con el látigo del despertador, ansioso entre ardientes
embotellamientos, en guerra en el trabajo y en el hogar; a éste de todos los
tiempos, desde el creador de los utensilios de piedra, pasando por que el que
cultiva la tierra, hasta a aquel que ha llevado a cabo los más increíbles desarrollos
tecnológicos y los más sublimes sistemas de pensamiento; a éste hombre
paradójico y complejo desde donde se lo mire, comprenderlo es nuestro atrevido
propósito, perseguido quizá desde un atrevimiento juvenil e imprudente, pero
con un gozo que rebosa las limitadas cuencas de nuestro espíritu.
¿Pero por qué tratar de comprender al ser
humano? ¿Acaso por una mera curiosidad efímera? ¿Por un simple capricho
intelectual? Tal vez antes que nada porque la vida es una danza interminable
entre el dolor y el placer, una danza realmente trágica, que cuando no es
edulcorada con las interminables ocupaciones cotidianas, nos abre al estado de
angustia, desde dónde es posible plantear con seriedad la pregunta más radical
de todas: “¿por qué existe el ser y no más bien la nada?”[1]. Así,
quizá todo el libro no constituya más que un ejercicio previo, que nos
permitirá prepararnos para afrontar a esta pregunta que es a la vez la primera
y la última.
Creemos que cada ser humano posee un
destino, una vocación, un llamado, que debe ser descubierto a partir de la
transformación de la conciencia que se produce en el estado de ánimo de la
angustia. En tal sentido, el estudio del hombre no sólo constituye una de las
principales formas de fortalecer la auto-ética (que propicia el advenimiento de
la angustia a través del estado de alerta), sino que a su vez se concreta en
algunos momentos intensos, en una auténtica fuente de goce estético, que al ser
radical no da también la revelación de la nada.
Nos posee un afán filosófico, y en tal
sentido podemos afirmar que una investigación filosófica no necesariamente se
reduce a monografías, tesis de licenciaturas o doctorales, también puede tomar
la inocente forma de un aforismo, o de un simple párrafo que relaciona
atrevidamente dos líneas de pensamiento.
En fin, sin pretensiones dogmáticas, la obra
simplemente puede ser una oportunidad para continuar con la aventura
filosófica, que continuamente nos devuelve la humildad del principiante del
saber.
Enlace al libro completo:
https://drive.google.com/file/d/1B36-A5PkToG-ivllVDPHidcAwBgfZ6PC/view
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