A pesar de
todos los avances de la civilización, de los desarrollos tecnológicos, de los
logros sociales y culturales, el hombre sigue siendo un problema inexpugnable,
quizá porque a pesar de todo aquello no ha podido eliminar el sufrimiento en el
mundo, ni tampoco aquella sensación espiritual de que nada puede llenar el
espacio abismal sobre el cual se eleva enigmáticamente la totalidad de lo que
conocemos y hacemos.
Y es desde
este suelo de incertidumbres desde el cual podemos volver a pensar, recobrando
aquel asombro, que para Aristóteles era el mismo punto de partida del
filosofar. Un asombro que nos permite mantenernos parados frente a un mundo que
parece haber perdido la brújula, y que por ello constantemente nos obliga a
re-inventarnos, para no sumirnos en el barro del narcicismo y la banalidad.
Reflexionamos
sobre el hombre a partir de las que consideramos sus tres dimensiones
fundamentales: ser en el mundo, ser consigo mismo y ser con los demás. No
podemos considerar a ninguna de ellas como más importantes que las otras dos,
ya que se alimentan y se dan sentido mutuamente, en un flujo circular que sólo
puede ser paralizado por motivos de estudio.
Y la
humanidad hoy en día tiene grandes desafíos, relacionados íntimamente con estas
dimensiones, por ejemplo, la degradación ambiental se constituye en un
escenario que está poniendo en jaque a la misma vida en la tierra (incluyendo
por supuesto la vida humana); y los conflictos armados y la pobreza significan
obstáculos para lograr al menos una sociedad que nos haga la existencia algo
más tolerable; mientras que a nivel individual, tenemos la creciente
desintegración espiritual, producida por una alarmante crisis de valores, que
no ha podido ser aliviada ni por el consumismo, y mucho menos por el egoísmo.
Entonces, si
los escritos aquí contenidos pueden ayudarnos en algo a considerar estos
desafíos, en especial si con ello conseguimos asimilar algunos conocimientos y
adquirir en alguna medida el goce estético, estarán plenamente cumplidos
nuestros propósitos.
En este
trabajo hemos agrupado escritos en dos grandes grupos, el primero tiene como
eje temático la dimensión humana ser con
los demás[1]
(con los sub-temas: la sociedad y el Paraguay). en tanto que el segundo
grupo gira en torno a la temática del ser
con uno mismo (con los sub-temas: la auto-ética, lo estético y la
filosofía).
[1] Para obtener
referencias sobre nuestras reflexiones sobre el “ser en el mundo”, véase
nuestro ensayo “Volved a la naturaleza. Reflexiones sobre el hombre y el
mundo”.
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