jueves, 16 de mayo de 2019

INTRODUCCIÓN A “EN POS DEL PENSAMIENTO INÚTIL. ENSAYO SOBRE LA HISTORIA DE LAS IDEAS EN EL PARAGUAY ”


     Lo que trataremos de hacer en el siguiente ensayo será esbozar el flujo orgánico e histórico del pensamiento paraguayo, ciertamente con el fin de obtener conocimientos sobre las ideas que encontraron su suelo nutricio en el contexto de nuestra sociedad y nuestra cultura, pero principalmente para tentar alcanzar una experiencia estética que nos devuelva un poco de aliento espiritual en medio de los malestares de la vida moderna.
     Para ello, no comenzaremos de cero, ya que tendremos como base el ensayo que hemos elaborado en años anteriores sobre la historia de la filosofía en el Paraguay. Será así que seguiremos con esta aventura, que es literalmente interminable, de conocer y sentir a la cultura de nuestra patria.
        Ambos abordajes terminarán en nuestra tercera parte, en donde esbozaremos el desarrollo orgánico-histórico del pensamiento paraguayo.

     La pregunta acerca de la dirección del pensamiento paraguayo empieza a darse en la madurez de la cultura paraguaya[1] , con ensayos como el de Adriano Irala Burgos (La epistemología de la historia del Paraguay), el de Santiago Dávalos y Lorenzo Livierez Banks (El problema de la historia en el Paraguay). A partir de entonces los intentos de cultivar la auto-consciencia de nuestra cultura han ido aumentando y junto a el despliegue de nuestro espíritu colectivo.

Filosofía en el Paraguay
   En un recordado convivium de filosofía de la Universidad Católica, el maestro José Brun proclamaba: “Vamos en pos del pensamiento inútil”. Y el filosófico es un pensamiento inútil porque no se deja utilizar como una silla o un automóvil, no se deja amoldar como una doctrina o una ideología, y no se deja encasillar ni por el más célebre de los filósofos. La filosofía es una actividad interminable, y por ello acaso la más improductiva. En el Paraguay, a pesar de lo poco que se ha difundido, la filosofía ha estado presente desde los mismos inicios del andar de la nación, y persiste hoy, en medio de nuestro putrefacto entorno socio-cultural. Vamos entonces, como quería el profesor Brun, en pos del pensamiento inútil, pero en nuestra tierra, en nuestro destino, en nuestro goce de espíritu, el Paraguay.
     En este aventurado ensayo consideraremos a grandes rasgos a la filosofía hecha “en” el Paraguay, o si se quiere a la filosofía “del” Paraguay (creemos que la filosofía paraguaya es sencillamente aquella que fue hecha por paraguayos, o por aquellos extranjeros que recibieron influencias de la cultura paraguaya, a través del desarrollo de un pensamiento filosófico). Como el conocimiento filosófico no permanece en el aire, en los distantes espacios etéreos, sino en la cabeza de los pensadores que la cultivan, nuestra tarea consistirá esencialmente en un recorrido en torno a las influencias filosóficas y a las ideas de aquellos que en el Paraguay se han dedicado en forma más notable al cultivo o a la enseñanza de este noble saber.
   Nos hemos propuesto diferenciar dos grandes periodos en el desarrollo de la filosofía en el Paraguay. Por una parte, el periodo diletante, en el cual los pensadores que se ocupan de la filosofía son hombres de múltiples inquietudes intelectuales, y en la mayoría de los casos con una estrecha relación con los juegos del poder político; por otra parte, el periodo académico, que se inicia con una serie de notables maestros y filósofos de formación europea, que establecen la “normalidad filosófica”[2] en el Paraguay.
   Si tomamos en cuenta la periodización hecha en nuestra obra “La Idea del Paraguay”[3], podemos decir que el periodo diletante forma parte de la niñez, juventud y parte de la adultez de la cultura paraguaya, mientras que el periodo académico abarca desde finales de la edad adulta hasta la actualidad, tiempo de fría vejez.
   Así, en nuestro último capítulo, volveremos a esbozar un desarrollo orgánico de la filosofía en el Paraguay, ya con independencia de la diferenciación entre filosofía diletante y académica.  
  




[1] Que hemos ubicado entre el final de la guerra del Chaco y la caída de la dictadura stronista en 1989.
[2] Francisco Romero introdujo la noción de normalidad filosófica, entendida como el ejercicio de la filosofía como función ordinaria de la cultura.
[3] Cfr. Robert León Helman. La Idea del Paraguay, 2018. En adelante, al referirnos a nuestros trabajos utilizaremos las iniciales R.L.H. Hemos optado por un modo de utilizar las citas que simplificará la consulta del lector; aludiremos al nombre del autor, el título de la obra, el año de publicación y las páginas utilizadas. Las referencias bibliográficas completas se encontrarán en la parte final del trabajo.



ÍNDICE
Introducción…………………………………………………..……7
Primera Parte: Sobre la historia de la filosofía en el Paraguay..10
Capítulo 1.1. Periodo de gestación………………………………10
Capítulo 1.2. Periodo diletante………………..………………….12
Capítulo 1.3. Periodo académico…………...……………………23
Segunda Parte: Las ciencias sociales paraguayas como pensamiento inútil…………………………………………….......................…...33
Tercera Parte: Desarrollo orgánico del pensamiento paraguayo……………..……………………………………..........................................……....42

Enlace al ensayo completo:

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