EL
PARAGUAYO EN LAS SITUACIONES DE CONFLICTO
Por
Robert
Léon Helman
©
INTERIORA TERRAE
roberthelman@gmail.com
Organización
temática del ensayo:
1.
Introducción
1.1.
Pierre Bourdieu y Helio Vera
1.2.
La práctica en Bourdieu y las situaciones de conflicto en el paraguayo
2.
El paraguayo frente al conflicto
2.1.
El ñembotavy
2.2.
El opa rei
2.3.
La solución so’o
I
Para el desarrollo de nuestro trabajo nos
valdremos de unos cruces bibliográficos que serán la fuente de nuestras
preguntas y reflexiones, nos referimos al libro de Helio Vera, “En busca del
hueso perdido”[1],
a la obra de Pierre Bourdieu “El sentido práctico”[2], y
a las ideas de Loic Wacquant sobre Bourdieu en “Una invitación a la sociología
reflexiva”. Esto, por supuesto, no implica que no recurriremos a otros trabajos
de los mismos o de otros autores, que también nos serán de utilidad.
Podemos hablar aquí de la “práctica”[3]
que el paraguayo lleva adelante en las distintas situaciones de conflicto que
le toca sobrellevar, pero para ello partiremos de la categoría que Bourdieu
llama “habitus”, pero sin olvidar que éste nunca se da sin el concurso del
“campus”[4].
Pero ¿qué es el habitus? Es aquella
preconcepción o disposición que “asegura la presencia activa de las
experiencias pasadas que, registradas en cada organismo bajo la forma de
esquemas de percepción, de pensamientos y de acción, tienden, con más seguridad
que todas las reglas formales y todas las normas explícitas, a garantizar la
conformidad de las prácticas y su constancia a través del tiempo”[5]. Y
en tal sentido podemos hacer la siguiente pregunta: ¿cuáles son los habitus
observables en el paraguayo cuando se enfrenta a situaciones de conflicto?
Consideremos que Helio Vera pretende revelar
que “el paraguayo tiene una manera típica de encarar la solución de los
conflictos, la cual forma parte indisoluble de la cultura nacional. Se trata de
un “estilo” general, de empleo en todo tipo de actividades, y no profesional o
sectorial”. Sin muchos rodeos, pensamos que aquello que Vera llama “estilo”
puede ser asociado con algún acierto con aquello que Bourdieu llama “habitus”.
Para justificar esto fijémonos en otra definición de habitus, dada por Wacquant
(intérprete destacado de Bourdieu) como “un conjunto de relaciones históricas
“depositadas” dentro de los cuerpos de los individuos bajo la forma de esquemas
de percepción, apreciación y acción”[6].
Volvamos a insistir que estas disposiciones
(aludidas por Vera) fueron formándose a lo largo de la historia de la sociedad
y la cultura paraguaya, razón por la cual se constituyen en “habitus”.
II
El paraguayo de la cultura tradicional no
encara las situaciones de conflicto (sea de índole personal o social) de un
modo inmediato y agresivo, sino que deja que los problemas entren en una
especie de proceso de “congelamiento”[7],
con lo cual la posible solución inmediata siempre es diferida.
En tal sentido podemos identificar como una
especie habitus base al ñembotavy. Y al introducir esta
temática, debemos considerar que estamos aludiendo ya a dos capítulos del libro
de Helio Vera, el que corresponde al estudio de la actitud defensiva del
paraguayo y la que se relaciona propiamente con sus posturas frente al conflicto.
El paraguayo se pone a la defensiva cuando
se siente amenazado, pero de una manera no apremiante, y eso se da en
situaciones de conflicto[8].
Se puede pensar que estos habitus del paraguayo encuentran su explicación en
situaciones históricas de dominación, que ciertamente en el Paraguay han sido
agudas, pero junto a ello, deberíamos considerar también la visión de mundo y
del tiempo que el paraguayo de tierra adentro posee, y que también nos da
pistas para entender sus actitudes frente al conflicto[9].
En tal sentido, desde la base del ñembotavy, podemos plantear que los
conflictos generalmente pueden despertar dos actitudes o disposiciones (o
habitus): la de dejar que todo termine en el opa rei (terminar devalde) o la de disponerse a buscar una solución
so’o (encarnecida, o visceral, a libre juego)[10].
La actitud de esperar el opa rei le permite al paraguayo dejar
que las diversas problemáticas que se le presentan cumplan una especie de ciclo
de desarrollo hasta que finalmente se disuelvan por sí mismas.
La disposición a buscar una solución so’o consiste en un último recurso, cuando no hay
más remedio que actuar, y entonces se enfrentará al problema sin métodos ni
principios, a lo que salga, o como tradicionalmente se dice “A lo Paraguay”, o
“A lo valle”, o también “A lo Luque”.
Conclusiones:
Utilizando el marco teórico propuesto por
Bourdieu hemos podido plantear que existen habitus que se expresan en las
prácticas sociales del paraguayo, de manera particular en las situaciones de
conflicto, que podrían ayudarnos a comprender al hombre del nuestra tierra,
tanto para interpretar al pasado como para proyectar, a través de la educación,
cambios que reditúen en el bienestar ciudadano.
[1] Helio Vera. En busca
del hueso perdido. Tratado de paraguayología. El lector, Asunción, 2006.
[3]
Cuando Bourdieu habla de práctica se refiere al “ámbito de la dialéctica del opus operatum y del modus operandi, de los productos objetivados y de los productos
incorporados de la práctica histórica, de las estructuras y de los habitus” (El
sentido de la práctico, ed. cit., p. 85-86).
[4] El campus puede ser
entendido como “un conjunto de relaciones objetivas e históricas entre
posiciones ancladas en ciertas formas de poder (o capital)”. Loic Wacquant. Una
invitación a la sociología reflexiva. Siglo XXI, Bs. As., 2005, p. 41.
[5] Pierre Bourdieu. El
sentido práctico, ed. cit., p. 88-89.
[6] Loic Wacquant. Una
invitación a la sociología reflexiva, ed. cit., p. 41-42.
[7] Expresivamente, Helio
Vera habla de meter los problemas en el “freeser”.
[8] “Nada de incurrir en
la tontería de hacer frente al temporal. En vez de ello, aplicará rápidamente
la desconcertante táctica del ñembotavy”. Helio Vera, En busca del hueso
perdido, ed. cit., p. 172-173.
[9] Podríamos incluso
plantear que este tipo de actitudes tiene que ver con la preponderancia que
tiene el uso del hemisferio derecho sobre el izquierdo, en el paraguayo de
tierra adentro. Recordemos que el primero de estos hemisferios se relaciona con
la captación de totalidades, de o de un conocimiento integrado; en cambio el
segundo hemisferio se asocia con el pensamiento analítico, aquel que separa lo
que en un principio se encuentra unido. Para más datos sobre los caracteres de
ambos hemisferios, Véase: Edgar Morin. El método 3. Cátedra, Madrid, 2006, p. 99.
[10] Helio Vera. En busca
del hueso perdido, ed. cit., p. 182.
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