miércoles, 12 de octubre de 2022

RESUMEN E INTRODUCCIÓN DE “EL AUTO-TRABAJO. EN TORNO A LA CONSTRUCCIÓN DE LA PERSONALIDAD”

 

RESUMEN

       La construcción de la personalidad puede ser considerada una de las principales apuestas para abordar la desintegración moral de los individuos en nuestro tiempo. De ello se desprende que los objetivos principales de este ensayo son establecer un marco teórico para llevar adelante tal tipo de construcción y aplicarlo a una particular apuesta ética entre muchas posibles. Nos valemos de técnicas de recolección de datos como la revisión documental y la auto-observación, en el contexto de lo que pretende ser una indagación cualitativa. Finalmente se tiene como resultado de este auto-trabajo una configuración ética personal orientada por valores como el ocio, el aislamiento y el cultivo del espíritu.

Palabra clave: Construcción de la personalidad, auto-trabajo, ética personal, valores.


INTRODUCCIÓN

 

     En especial desde Sócrates y los sofistas el desafío de direccionar la vida hacia un rumbo deseable ha estado presente en la reflexión filosófica, incluso hasta nuestros días, en que algunos autores como Giles Lypovetzki hablan de una ética basada en el egoísmo asociativo o en una moral de los negocios[1]. 

     La desintegración del individuo (un en sentido moral) constituye una de las principales situaciones de crisis que la humanidad tiene ya en el presente y que se proyecta también hacia el futuro. Y una manera de abordar esta situación es plantear que a la par que se construye la personalidad también es necesario de-construirla. La construcción se da mediante apuestas morales y la de-construcción partiendo desde una auto-observación[2].

    El afianzamiento de las apuestas morales privadas (ética de máximos) contribuirá a su vez a llevar adelante apuestas morales colectivas, de convivencia o de justicia (ética de mínimos). Y a través de esta conjunción será posible orientarnos de una manera más clara frente  a otras situaciones de crisis como los conflictos sociales, la degradación ambiental o la pobreza en el mundo.

    

     De todas maneras, no nos cansaremos de apuntar que aquí no estamos dando recetas universales de felicidad, ni nada que se le parezca, simplemente estamos soltando una propuesta ética, de las muchas posibles, digamos que a modo de invitación.

     La vida es un quehacer, como decía Ortega, y ciertamente debemos hacer algo con ella, pero también, es necesario aprender a no hacer nada, a renunciar a nosotros mismos, a entregarnos, a rendirnos ante lo más profundo de nuestro ser, que según el contexto simbólico que tomemos es Dios, Nada, Vida, Verdad, Camino, Ser, etc; los nombres pueden variar, pero la íntima experiencia humana con los que se los asocian siempre es la misma. Por eso escribimos sobre una construcción y de-construcción de la personalidad, un hacer y no hacer, un trabajo y una contemplación.

     Cuando nos proponemos direccionar nuestra vida a partir de unos valores que nos hemos propuesto observar, entramos en un modo de vida ético (o auto-ético, en el caso que estudiamos en este ensayo). El auto-trabajo consiste en líneas generales en la instauración de normas de vida a partir de unos valores que han asumidos (valores que adquieren significación desde un auto-estudio). Estas normas empiezan a encaminar a la vida en la medida en que son apuntaladas por los hábitos.

     ¿Qué son los hábitos? Tendencias o actitudes que uno posee como consecuencia de la constante repetición de unos actos con un mismo objetivo. De ahí que podamos decir que los actos son la unidad mínima de estudio del auto-trabajo.

     Pero todo este trabajo se hace conscientemente, para después soltarlo con espontaneidad, y entonces, cuando se suelta toda práctica, toda norma, todo valor, es cuando emerge lo inconsciente, primero como tormenta, pero luego como la claridad divina de un nuevo amanecer.

 

      Lo que pretende el modo de existencia ético que proponemos es, como ya dijimos, la formación de la subjetividad (o de la personalidad) a partir de la experiencia de lo trascendente, y eso es lo paradójico que hay que sostener de todas maneras: construir para desmantelar, morir para vivir.

     Y es el auto-trabajo el que en sentido estricto permite la formación, a través del seguimiento de unas pautas de comportamiento basadas en los valores elegidos. Lo que se logra con el Auto-estudio es justificar teóricamente los valores elegidos, en tanto que la auto-observación ayuda a apuntalar el auto-trabajo gracias al logro de un estado de alerta que nos conecta con la Nada que nos libera de lo cotidiano y nos permite contemplar las Ideas.

      Ahora bien, es esta formación (o construcción) la que nos  permitirá lograr una vida tolerable. De ese modo podremos compensar los efectos de la intensa carga anímica asociada con la persistente orientación hacia la angustia (que es propia de la experiencia de lo trascendente).

 

   Una de las principales enseñanzas que nos ha dejado el auto-estudio[3] ha sido la relación dialógica existente entre el placer y el dolor. Desde nuestro enfoque, la manera que el hombre posee de manejar el dolor de existir es el cultivo de los placeres, y dentro de la variedad que nos muestran estos, los placeres intelectuales son los de mayor duración y los que se asocian en menor medida con dolores posteriores (incluso, si consideramos una idea epicúrea, la conciencia de la ausencia de algún tipo de necesidad constituye un placer, es este caso de tipo negativo).

     Un primer paso sería entonces proponer un plan de vida que favorezca el cumplimiento de unos valores que contribuyan a las formación de la subjetividad y mediante ella propicien una vida tolerable.

   El cuidado y el examen de la conciencia constituyen a su vez uno de los principales desafíos del auto-trabajo, ya que a través de ello es posible encausar nuestra vida hacia el cultivo de los valores que elijamos

 

   Un trabajo como el que aquí planteamos no implica precisamente una búsqueda del mejoramiento del status social (como muchos libros que tratan de cómo obtener éxito en la vida), pues en forma directa no produce riquezas materiales, ocupaciones destacadas ni grados académicos de instrucción, al contrario, el desarrollo espiritual puede causar la antipatía de una sociedad ocupada antes que nada en la obtención de dinero y en el cambio del estatus social.

   Por ello, para no crear innecesariamente ambientes hostiles, tanto en la política como en la cotidianeidad se impone la diplomacia, acompañada, porque no, con algo de ironía.  Pero esto sigue siendo solamente un consejo y en última instancia uno puede hacer lo que mejor le apetezca con su riqueza interior.



[1] Ya en el siglo XVIII Adam Smith escribió sobre una ética basada en el egoísmo.

[2] O en otros términos rendición, inacción o meditación.

[3] Desarrollado en nuestro ensayo “La Auto Ética. Reflexiones sobre la vida humana individual” y “El auto estudio. Abriendo el camino para un trabajo interior”.


Índice

Resumen…………………………………………………………………..7

Introducción…………………………………………………………….…9

1. El telescopio…………………………………………………………...14

1.1. Plan de vida………………………………………………………...14

1.2. Examen de conciencia……………………………………………...20

2. Las estrellas…………………………………………………………....25

2.1. El ocio………………………………………………………………...25

2.2. Aislamiento………………………………………………………….31

2.3. El cultivo del espíritu………………………………………………37

3. La navegación…………………………………………………………49

3.1. Normas de salud espiritual……………………………………….51

3.2. Normas de contacto social…………………………………………57

3.3. Normas de salud física……………………………………………..60

Conclusión………………………………………………………………..64

Glosario………………………………………………………………...…66

Bibliografía……………………………………………………………....68


Enlace al ensayo completo:

https://bit.ly/3fDDUnv