miércoles, 22 de junio de 2022

A TREINTA AÑOS DE LA MUERTE DE FREIDRICH HAYEK (1899-1992)

 

      Fue un economista y filósofo austriaco. Es uno de los principales representantes de la llamada “Escuela Austriaca de Economía”. Discípulo de Friedrich von Wieser y Ludwig von Mises. Entre sus obras cabe citar: “Camino de servidumbre” y “La fatal arrogancia”.

      Entre sus principales planteamientos podemos aludir al orden espontáneo, su posición frente al conocimiento y el individualismo.

a. El orden espontáneo

     Para Hayek se da un orden espontáneo en el mundo, que deja sus mejores resultados en la medida en que las instituciones formales (en especial el Estado) dejan de intervenir en los procesos sociales. Podemos rastrear el origen de esta idea en el planteamiento de Adam Smith sobre “la mano oculta del mercado”, que a su vez tenía su raíz en la idea de una  providencia divina.

b. El conocimiento

      El conocimiento humano es finito, de ahí que ni siquiera se pueda manejar el orden espontáneo que muestra el mundo, y cuando se refiere a tal “manejo” alude en especial a las interferencias producidas por el Estado. Esta actitud frente al conocimiento puede de alguna manera remontarse a Hobbes, quien secularizó la idea del pecado original. Las limitaciones del conocimiento humano están en su misma naturaleza, y no es que pueda subsanarse con el avance de la ciencia o con el progreso social. Y eso tampoco quiere decir que se deba renunciar al estudio o a la investigación, antes bien, significa que uno debe ubicarse siempre en una actitud de “docta ignorancia” frente al devenir de la naturaleza, la sociedad y el individuo.

c. El individuo

      El individualismo moderno encontró un fuerte impulso con el ascenso de la burguesía y la reforma protestante entre los siglos XV y XVI, un carácter del ser humano que se acrecentó aún más con la división del trabajo que se empezó a acelerar hacia el siglo XVIII. Frente a esto, desde Rousseau especialmente, el pensamiento moderno desarrolló la idea de una voluntad general que incluía a todos los individuos como si fueran una unidad compacta. Esto, desde las ideas de Hayek venía de la mano con una amenaza a la libertad del individuo, frente a un Estado, que tanto desde ideologías liberales (en especial la línea francesa) como socialistas empezaba a ser divinizado.

 (Extracto de “Robert León Helman. Entre la revolución y el control. Ensayo sobre la vida de las ciencias humanas”)

 

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