La pregunta por el hombre no se
relaciona con un afán meramente especulativo, pues saber qué es el hombre, de
donde viene y a dónde va, puede ayudarnos a orientarnos (incluso si las
respuestas son numerosas) frente a desafiantes problemas como la degradación
ambiental, los conflictos bélicos, la pobreza o la desintegración espiritual
del individuo. Es decir, la pregunta por el hombre puede ayudarnos a abordar
con mayor claridad cuestiones relativas a una ética social, una ética
planetaria y una auto-ética.
Ciertamente, el saber sobre el hombre ha estado presente desde tiempos
inmemoriales en las leyendas, los mitos o las religiones, pero con una forma
que pretenda dar una respuesta racional, se da principalmente en la antigua
Grecia, con pensadores como Sócrates o los sofistas. Desde entonces la pregunta
sobre hombre ha adquirido diversas respuestas a través del despliegue de la
historia de la filosofía, e incluso de la ciencia.
Lo que en este ensayo nos propondremos hacer será simplemente un esbozo
más, de los muchos posibles y existentes, de la figura de este ser tan
paradójico y complejo que calificamos como “humano”.
Etimológicamente el término hombre
deriva del latín “homo”, asociado a su vez con “humus”, que significa
tierra, y en tal sentido, fácticamente
el cuerpo humano, la dimensión más
concreta de la existencia, con la muerte
siempre vuelve a la tierra, como si nunca hubiese dejado de pertenecer a ella.
A su vez, el término griego “anthropos”, hombre, es “el que mira hacia
arriba”, que a la luz de las investigaciones antropológicas podemos decir que
es aquel que ha podido erguirse, liberar sus manos y su inteligencia y mirar
hacia el cielo, el espacio de sus más altos ideales[1].
La vida del ser humano se constituye en una trágica danza entre el placer y el dolor, que se desarrolla en
la mayoría de los casos de acuerdo a modos generales y tradicionales de vivir,
que podemos agrupar bajo el nombre de “cotidianeidad”. Por supuesto, la
cotidianeidad variará de una cultura a otra, pero las pautas estables del
pensar y la acción siempre existirán.
Pero ¿Por qué el hombre empieza a preguntarse
con seriedad por las cuestiones últimas
de la vida, como el ser, el mundo, uno mismo o la sociedad? ¿Cómo es posible
dejar el sueño pesado de los problemas cotidianos, de las preocupaciones
diarias por ganarse el pan o por cultivar la vanidad?
Dejar el letargo de esta
cotidianeidad (asociado con los procesos coercitivos de la sociedad y la
cultura) muchas veces se hace posible porque aparece una situación límite, como
una enfermedad que se extiende más de lo previsto, la muerte inesperada de un
ser querido, un trabajo desgastante que parece no tener justificación, o el
lamento por una acción con resultados negativos; en síntesis, como enseñaba
Karl Jaspers, estas situaciones límites son cuatro: la muerte, el sufrimiento,
la lucha diaria y la culpa[2].
A su vez, como estas situaciones, los estados
de ánimo extremos, como la desesperación, el júbilo, el aburrimiento y el
estado de alerta, al intensificarse desembocan en el estado de ánimo radical,
la angustia[3].
A través de ella, (que en medio de lo cotidiano se presenta como excepcional, aunque
puede ser cuidada y propiciada por una auto-ética), el individuo puede llegar a
la conciencia, no de su integridad, originalidad, o autenticidad, sino de
su condición de sujeto débil o
crepuscular, que ya no se constituye
como centro dictatorial del conocimiento, sino como componente de un saber a la
vez estético, débil, retórico y nihilista. Al respecto dice Vattimo: “Estas
son, me parece, las dos dimensiones decisivas de la crisis del sujeto
burgués-cristiano (y antes del sujeto trascendental): el ocaso del rol
hegemónico de la conciencia (ante todo entendida como conocimiento), tanto
respecto de las otras fuerzas internas que constituyen la persona, como
respecto de los “poderes históricos””[4].
Heidegger decía en su libro "¿Que significa pensar?", que lo
grave es lo que da que pensar, pero lo "gravísimo" es que a pesar de
nuestro tiempo grave, todavía no pensamos[5].
Vivimos en una grave situación de crisis, tanto como especie, en un planeta
enfermo; como individuos, en medio de exigencias afectivas e intelectuales; como
seres sociales, inmersos en una sociedad resquebrajada y una cultura
masificada. Nuestro mundo de hoy se presenta como un grito que llama al pensar,
pero ¿está el hombre de nuestro tiempo
dispuesto a escuchar tal llamado?
Toda crisis es dolorosa, difícil de sobrellevar, pero ella terminará en
dos posibles desenlaces, el de la muerte o el de la transformación, o tal vez, porque
no decirlo, en una muerte que nos abrirá a la transformación.
Se podría esperar que en un ensayo que trata sobre el problema del
hombre, como el que aquí presentamos, se plantee en forma casi inmediata la
pregunta ¿Qué es el hombre?, sin embargo, todo el rodeo previo que hemos hecho
antes de llegar a esta pregunta fue para poder abordar esta cuestión con más
claridad y soltura.
Nuestro recorrido a través de los matices del problema del hombre
consistirá en un esbozo de sus principales dimensiones, sin postular ninguna
naturaleza intrínseca y ningún conocimiento absoluto. Así, a tono con los
planteamientos de Vattimo, podríamos sostener aquí una visión debilitada sobre
el hombre.
Pero ¿por qué aludimos a un “retorno” en el título de nuestro ensayo
sobre el problema del hombre? Porque
este abordaje podría ayudarnos a retornar a lo originario, que no es sino la
misma nada, a partir de la cual todo se muestra como símbolo, arquetipo, Idea o
cifra. En otras palabras, las reflexiones sobre el hombre que aquí presentamos
pueden ayudarnos a establecer las condiciones para que se dé una experiencia
estética radical.
A su vez, si es que acaso queremos construir un futuro tolerable,
deberemos liberar las fuerzas de la imaginación y la creatividad, moderadas
socialmente a través de los juegos de la democracia. Y la liberación de estas
fuerzas no lo lograremos sino a través de la experiencia estética.
[1] Cfr. Pedro
Chinaglia. Ser Hombre, p. 35. Hemos optado por
utilizar un modo de apuntar las citas bibliográficas que consideramos
facilitará la consulta del lector. En primer lugar se alude al nombre del
autor, luego al título de la obra, el año de la publicación y finalmente la
página utilizada. Las referencias bibliográficas completas aparecerán hacia el
final del ensayo.
[2]“Estas situaciones no cambian,
salvo solamente en su modo de manifestarse; referidas a nuestra existencia
empírica, presentan el carácter de ser definitivas, últimas. Son opacas a la
mirada; en nuestra existencia empírica ya no vemos nada más tras ellas. Son a
manera de un muro con el que tropezamos y ante el que fracasamos. No podemos
cambiarlas, sino tan sólo esclarecerlas, sin poder explicarlas ni deducirlas
partiendo de otra cosa. Ellas se dan con la existencia empírica misma”. Karl
Jaspers. Filosofía. 1959, p. 66-67.
[3] “Del latín “angustus”, que
significa angosto, estrecho, término que se refería a los finísimos
desfiladeros de las montañas, desde los cuales se experimentaba vértigo y miedo
ante la proximidad inquietante de profundos abismos” Robert León Helman. Al
diablo con el mundo, 2017, p. 27. En lo que hace a
nuestras obras, publicadas todas a través de internet, desde la segunda cita
sólo utilizaremos nuestras iniciales R.L.H.
[4]
Vattimo, Gianni. Las aventuras de la diferencia, 1990, p 55.
[5] Cfr. Heidegger, Martin.
¿Qué significa pensar?, p 10 y 11.
INDICE GENERAL
Introducción…………………………………………………………….…7
Primera
parte: Ser con uno mismo………………………...…..…...…....12
1.1.
El conocimiento humano…………………………………….….….14
1.2.
La acción humana y la auto-ética………………………………...…18
1.2.1.
El auto estudio…………………………………………………….21
1.2.2.
El auto-trabajo……………………………………………………..29
1.2.3.
La auto-observación……………………………………………....34
1.3.
Los afectos humanos………………………………………………..37
Segunda
parte: Ser con los demás……………………..…………...........39
Tercera
parte: Ser en el mundo………………………………...……...…50
Conclusión………………………………………………………………..56
Vocabulario……………………………………………………………....57
Bibliografía………………………………………………………….……60
Enlace al ensayo completo:
https://drive.google.com/file/d/1ft4t7RBHZkTvxB6BnPtbqjfaoO4jDsYC/view?usp=sharing
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