lunes, 15 de febrero de 2016

COMO ESTUDIAR EN LA UNIVERSIDAD Y ELABORAR UNA TESINA DE FILOSOFÍA. ENSAYO SOBRE LOS DESAFÍOS DEL ESTUDIANTE DE FILOSOFÍA


INTRODUCCIÓN

 

   Pasar las materias y elaborar la tesina correspondiente a una carrera es todo un desafío para un estudiante universitario, desafío que en numerosas ocasiones no es bien abordado debido a temores o prejuicios que muchas veces se relacionan con una falta de conocimiento de unos métodos adecuados para llegar a los resultados esperados.

  La relación que hemos establecido entre estudiar y hacer una tesina se explica en el hecho de que un buen estudiante responderá generalmente con una buena tesina, por lo cual pensamos que no se podría dar una cosa sin la otra.

   De todas maneras, creemos que el ideal de una carrera de filosofía es que el estudiante aprenda a pensar, que podemos decir es como las ramas y el tronco de una planta, que tiene a la escritura como el fruto maduro, y como a sus profundas raíces a la lectura y a la intuición.

 

   En relación con esta última facultad, la intuición, debemos decir que el estudio a su vez se articula con aquello que hemos llamado el cultivo del espíritu[1], que puede permitirnos acceder a una experiencia estética radical.

   Pero insistamos más en esta temática. Podemos preguntarnos: ¿Qué es estudiar[2]? Es esforzarse por comprender o aprender. Entonces, el estudio implica un esfuerzo, es decir, tiene que ver con la superación de obstáculos, que de manera particular se relaciona con la cotidianeidad, fuente de distracciones y de deseos interminables.

   Por ello, estudiar se asocia estrechamente con lo que hemos llamado auto-ética, porque el estudio también es un proceso consiente en busca de la formación de la subjetividad desde lo trascendente[3]. En gran medida, el estudio se convierte en goce estético cuando cada pensamiento se articula con una totalidad teórica, y hasta práctica, que en última instancia desemboca en la nada.

 

   En la parte final de este ensayo hemos ubicado un breve apartado sobre el tema de la filosofía y la universidad, pues en alguna medida, comprender  cuál es el rol de la filosofía en  medio de numerosas áreas de estudio también es un desafío para el estudiante de esta disciplina.

 

Análisis fenomenológico de la asistencia a la universidad

   Para asistir a una universidad uno necesita terminar los estudios secundarios; con ese requisito principal cumplido uno se acerca a la secretaría de la universidad, sigue los pasos burocráticos y está inscripto como alumno de una de las carreras ofrecidas en la institución.

   La edificación de una universidad consiste básicamente en un conjunto de aulas pegadas unas a otras, generalmente agrupadas en pabellones; puede estar diseñada de tal manera que todos los pasillos de los pabellones desemboquen en un  jardín, o simplemente a un patio ya sea con árboles o sin ellos. Tal vez este tipo de diseño responda a la idea de recrear o relajar la mente durante los breves intervalos de receso. 

   Dentro de las aulas, el alumno se sienta en las sillas distribuidas generalmente en hileras separadas por pequeños pasillos; todas ellas se ubican en dirección al frente del aula, en donde se encuentra el escritorio del profesor, su silla y un enorme pizarrón.

   Al entrar el profesor generalmente saluda, y le responden algunos de los alumnos presentes, luego dependiendo de la situación gasta algunas bromas o pregunta por la última lección desarrollada, para luego pasar a dar la clase del día.
Enlace al ensayo completo:




[1] Véase. R.L.H. La auto-ética. Interiora Terrae, Asunción, 2014, p. 31-32.
[2] Del latín studium, que significa aplicación, cuidado. Vemos que este significado es similar al de cultura, que también significa cuidado, o cultivo.
[3] Decía Aristóteles: “Sumidos en el asombro comienzan los hombres a filosofar”(Metafísica I), lo que nos da a entender que el estudio y el pensamiento no es una actividad apartada de hondos sentimientos, y aun de pasiones intensas.

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