lunes, 29 de agosto de 2016

DE PASO NOMÁS, YA ME VOY. COLECCIÓN DE NARRACIONES Y DESCRIPCIONES


INTRODUCCIÓN[1]







   La vida es un camino sembrado de dificultades, de carencias, de sufrimientos, de luchas, de ilusiones, de muerte. Por ello acaso debamos aprender a vivir, mientras pisamos el mísero barro de este mundo. Quizá debamos asombrarnos de que a pesar de nuestra pequeñez, de nuestra poquedad, el universo entero está ahí para nosotros, para dejarnos el regalo elemental, gratuito y plenificante de la contemplación estética.

   A pesar de todos los avances científicos y tecnológicos, a pesar de todas las revoluciones políticas, de todas las conquistas sociales, a pesar de todos los goces del consumo, de la multiplicación infinita de los circuitos de la comunicación, la sed de lo trascendente permanece en el ser humano, quizá como una profunda nostalgia que nunca encuentra explicación, quizá como una alegría repentina, que todo lo transforma y lo enlaza a lo inefable.

   Estamos “de paso por la vida” (como rezaba el título de una de las obras más representativas de Alejandro Guanes[2]) y por ello no está demás, aunque sea por un momento, dejar tantos afanes y preocupaciones por la figuración social y el dinero, para recordar aquella inocencia y plenitud de la perdida niñez, y quizá entonces, ya nosotros mismos, en medio la lobreguez de nuestra edad adulta, podamos entender que estamos de paso nomás…y ya nos vamos… 

Enlace al libro completo:





[1] La anterior publicación de esta colección de narraciones y descripciones (2014) llevó como título “El caminante”.
[2] Poeta paraguayo (1872-1925), ubicado como exponente del romanticismo literario paraguayo y como uno de los primeros modernistas.

lunes, 22 de agosto de 2016

DEL CAMPO A LA CIUDAD. ENSAYO SOBRE LOS PROCESOS SOCIALES DEL PARAGUAY


1. INTRODUCCIÓN



   El Paraguay pasó de ser en sus orígenes una sociedad agraria, a ser ya en nuestros tiempos otra preponderantemente urbana, situación que viene aparejada con una transformación de la visión de mundo del paraguayo, que sin dejar de ser un hombre de costumbres agrarias, comienza a pensar y a sentir como urbano[1].

   Lo que en este ensayo trataremos de hacer es un esbozo de los escenarios de esta transformación espiritual que se viene gestando desde los mismos inicios de la historia paraguaya, hasta los críticos momentos que hoy nos toca experimentar.

   La modernidad constituyó en occidente todo un proceso de crisis que significó, el paso de una sociedad eminentemente agraria a otra de tipo urbana. Uno de los principales factores que intensificó esta transformación fue el desarrollo industrial.

   En el Paraguay la modernidad tuvo sus propias peculiaridades, fue parcial, conservadora y tardía. Y vino asociada con características propias, por ejemplo, la masiva migración de los campos hacia las ciudades no se canalizó mayoritariamente hacia el sector industrial, sino hacia el sector terciario (comercio y servicios) pero de un tipo informal y precario.

  

   En las ciudades a grandes rasgos se deja de confiar ya en la divinidad, en los santos y en los milagros, para apostar por la acción transformadora del hombre, que a través de la racionalidad puede llegar al desarrollo de sus sociedades y culturas.

   Pero ciertamente, en el Paraguay no se da un quiebre radical entre visión tradicional y visión moderna del mundo, antes bien, la cultural agraria pervive en las ciudades (por ejemplo el guaraní sigue siendo usado en algunos ámbitos urbanos) mientras la cultura moderna penetra los espacios rurales, en particular a través de los medios de comunicación, la migración, y aun por  procesos educativos.   

 Enlace al ensayo completo:







[1] Se han dado varias denominaciones a este pasaje de lo rural a lo urbano, por ejemplo, José N. Morínigo habla de sociedades de “desarrollo dual”, Luis Galeano habla de “sociedad dislocada” y  Vicente Sarubbi Zaldivar apunta a la coexistencia de tres formas de sociedad (segmentaria, estratificada y diferenciada) basándose en ideas de Niklas Luhmann.